La mujer de las piernas mutilladas
Publicado en May 22, 2009
Desearía haber contado un sueño muy bonito, pero estos últimos días he soñado cosas horribles, no quiero desaprovechar la oportunidad para relatar esta pesadilla.
Yo me subiendo una montaña, no recordaba cuando había empezado a subirla, pero tuve la curiosidad de mirar hacia abajo y pues vi lo demasiado alto que había subido, tuve miedo, jamás en mi vida había escalado una montaña tan alta, así que empecé a bajar despacio, muy despacio para no lastimarme, la montaña estaba resbalosa, como una especie de fango pero se miraba normal como si estuviera rocosa; me resbalé y mi pierna izquierda dio un paso más abajo, intenté subir de nuevo mi pierna, pero ya no tenía donde apoyarla, mire arriba si es que había una opción para subirme y al mirar una mujer de cabellos claros y plateados estaba fijándose en mi, recostada sobre el suelo, con las manos extendidas, dispuesto a ayudarme, entonces intenté subir mas y mas, hasta que la mujer me tomara de las manos, me estaba demorando, así que vi a la mujer bajar como una araña hacia abajo, con una risa muy chillona y muy burlona. ¡No tenía piernas!, estaba arrastrándose sin ellas y estaba dejando una laguna de sangre mientras descendía, procuré bajar más rápido, me atemoricé a ver ese cuadro tan espantoso, pero cada vez que bajaba la montaña, esta se hacía más alta, no podía bajar rápido; la mujer llego a tocar mis dedos de la mano, sentí sus manos frías y peludas sobre mí, de inmediato quité mis manos de ella y me solté, empecé a caer en ese profundo abismo, mientras iba cayendo mi respiración se acortaba más rápido, me estaba raspando todo el cuerpo lastimándome, de repente caí en suelo, al caer sonó mi brazo izquierdo, me lo había roto, vi el hueso salirse de su sitio y brotaba mucha sangre, estaba perdiendo demasiada sangre, me dolía de una manera descomunal, intenté ponerme de pie, pero las fuerzas me abandonaron; vi a la mujer acercarse a la distancia, en un pestañar de ojos la mujer estaba cerca a mí y me arrastró. Me estaba arrastrando, no sé a qué dirección me llevaba pero estaba descendiendo, creo que pensaba que yo estaba muerto, la piel se me estaba despegando de mi cuerpo, la caída por las rocosas montañas habían despegado mi piel con tal violencia que mi piel quedo enrojecida en carne viva; y pues ahora me ardía la piel demasiado, la mujer estaba terminando de acabar con mi cuerpo, ya casi inconsciente, solo recuerdo que estaba en una cueva a la luz del sol, la mujer se comió en frente de mi un perro vivo, al parecer era un danés pero estaba todo flaco que se lo notaban las costillas y la mujer se lo estaba comiendo por el cuello, fue algo horrible ver cómo le chispaba la sangre, reaccioné al ver ese cuadro espeluznante, empecé a retroceder despacio para que la mujer no se percatara de mi presencia, pero se dio cuenta y se acerco a mí con sus dientes casi disparejos y filosos, sentía como mi piel temblaba de temor, sentía la respiración de aquel monstruo, empezó a comerme el brazo que estaba salido de mi brazo con sus ligamentos. Y pues..., el despertador sonó y la mujer se espantó con el ruido y me desperté de esa tenebrosa pesadilla. Fin.
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mauren