Ignorancia sexual ¿qué hacer?
Publicado en May 23, 2009
Antes que nada, lo primero que las mujeres debemos saber para poder despertar de la ignorancia de cualquier tipo y con mayor razón de la sexual, es que tenemos derecho a la información; a conocer acerca de nuestra sexualidad. De hecho, tenemos 11 derechos sexuales fundamentales y universales.
1. Derecho a la libertad sexual 2. Derecho a la autonomía, a la integridad y a la seguridad sexual del cuerpo 3. Derecho a la privacidad sexual 4. Derecho a la igualdad sexual 5. Derecho al placer sexual 6. Derecho a la expresión sexual emocional 7. Derecho a la libre asociación sexual 8. Derecho a la toma de decisiones reproductivas libres y responsables 9. Derecho a la información sexual basada en el conocimiento científico 10. Derecho a la educación sexual integral 11. Derecho a la atención de la salud sexual Por lo tanto, no tengamos miedo de pedir, de preguntar, de conocer y de informarnos acerca de nuestra sexualidad. La educación, eso es lo más importante para salir de la "ignorancia sexual" y es nuestro derecho. Yo las invito a sentirse merecedoras de una educación digna, formal y profesional; sobre todo a nivel sexual. Es que sin eso no se puede salir de la ignorancia de ningún tipo. Esta educación sexual tiene que ver con el significado de ser mujer, con la equidad de géneros, con el respetar los derechos sexuales que tenemos todas y cada una de nosotras. Lo segundo y no menos importante es que no podremos experimentar y vivir estos derechos: 1) si no los conocemos y 2) sino nos damos permiso de llevarlos a cabo en nuestra vida cotidiana. Dense permiso de tocarse, de sentir su cuerpo, de conocerlo, de pedir lo que necesitan, lo que les gusta y también lo que no les gusta. Atrévanse a hablar, a pedir y a tocarse. ¡Atrévanse a conocerse! La sexualidad es de cada una de nosotras y nadie nos la puede quitar. Las invito a conocer su cuerpo... tóquenlo, explórenlo, siéntalo. Si ustedes no saben qué les gusta, cómo les gusta, a qué ritmo les gusta... nadie más lo puede saber por ustedes. Dense permiso de conocerse... yo sé que de pronto puede sonar trillada esta parte, pero es real, no pueden pedir algo que ustedes mismas no saben qué es. Conozcan su cuerpo; para esto, hay un ejercicio que todas deberíamos hacer cuando menos una vez en nuestra vida: agarren un espejo y mastúrbense frente a él... observen cómo va cambiando su cuerpo... conózcanlo... vean como el clítoris cambia de tamaño, se va llenando de sangre conforme lo van estimulando al igual que los labios, se van hinchando y cambiando ligeramente de color. Todo esto, porque al igual que en los hombres, cuando las mujeres nos excitamos fluye la sangre hacia los genitales y esto hace que se hinchen e intensifiquen su color. Aprendan a sentir como su vagina se abre cuando está lista para ser penetrada... su cuerpo se los va a pedir... dense permiso de escucharla. Sientan cual es su ritmo, qué necesitan para sentirse excitadas, creen el ambiente necesario para ustedes. Van a ir sintiendo cómo se acelera el pulso y la respiración se agita... vean los cambios que van ocurriendo en su cuerpo. Aprendan a reconocer los signos de su cuerpo... ¿qué pasa cuando están a punto de llegar a un orgasmo? ¿cómo cambia su vulva? ¿hay algún cambio? ¿logran sentir las contracciones de la vagina cuando alcanzaron el clímax? Aprendan a escucharla y finalmente, dense cuenta cómo cambia su cuerpo una vez que han tenido un orgasmo... vean como todo vuelve a la normalidad... el ritmo cardíaco vuelve a bajar... los labios se deshinchan...la respiración se regulariza. En fin, este es sólo un ejercicio que nos puede ayudar a conocernos mejor a nosotras mismas. Ojalá se den permiso de llevarlo a cabo, no se arrepentirán y si darán un paso importante en su despertar sexual.
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