Callar,
no es sinónimo de miedo,
ser "desterrao",
es sinónimo de hacerte "callar la jeta".
 
Acá,
no hay miramiento ni compasión alguna,
acá,
hay una posta que se ha quedao sin gaucho,
y un "azulejo" sin riendas puestas.
 
Decir allá,
donde quedó dormida "la estrella del sur",
es reconocerse "paria",
y no hay puta costumbre que te demuestre lo contrario.
 
La aprensión que nace ante el infortunio,
de ser un "guacho de ley",
cosa que está mal visto por los patrones,
- no por ser de ley, sino por ser guacho-
te embriaga de ginebra y verbos en la boca.
 
y todo por querer reclamar,
el poncho y el cuero detrás de alameda.
¿Por qué se siente un desabrido gusto a salitral en la boca, ser desarraigado?
 
Simplemente,
porque se llaga el alma y duele las tripas,
de tragarse tantas broncas con mala saliva.
 
Y sin embargo,
el silencio no cubre la espera.
no hay voz sobre la "tuita" tierra,
ni viento sureño que calme esta fiera.
 
Mienten,
cuando dicen que todo pasa,
sí, mienten,
cuando dicen que todo se olvida.
 
Y sí, pa´ que negarlo,
el sol sigue saliendo,
pero eso no significa que caldee,
el frío de la distancia.
 
La pausa de ser alguien,
de no terminar el mate amigo,
de quedarse sin nombre por ser extranjero.
 
Ay...
¿Por qué se siente un desabrido gusto a salitral en la boca, ser desarraigado?