Coger como un burgués,
la bata en el sofá, la copa de malbec
y el río que se abre calaveras centelleantes
por venganzas,
allí donde las torres defecaron el cemento
sepultando la memoria y algún día habrá restos,
esos huesos amparados por el lienzo
de una puta de Madero,
tan lejana de apelar a los recuerdos,
a esta fama que se erige vacilante
de aplaudir o de llorar por pequeños sucesos.
Sumido en la penumbra vacío de afecto
palpita este mensaje, profundo bautismo del tiempo
y abajo las sirenas aunque no existan riesgos.
El Plata alfombra gris se mece en el silencio,
la noche clandestina y la pasión gourmet,
arrasa bocadillos, termómetro maldito
de fiebre LCD