¿Qué hacer y dónde ir en estos días en que el mundo entero acelera la velocidad de sus corazones para alejarse de las horas cotidianas?. Las confusas vacaciones/vocaciones de un poeta rozan siempre lo imposible: desde convertirse durante unos días en marino de las estratosferas siderales hasta ser un mítico aeronauta de los abismos oceánicos. Todo pasa por la mente del poeta. No hay lugar para su alma en el medio del mercadillo de los miles de cuerpos humanos que se multiplican en sus bronceares de playa oliendo a ungüentos bajo quitasoles. En los centímetros de la arena se disipa el pensamiento del poeta que mira al mar, al alta mar, al bronceado sirenar de las ninfas. Las musas huyen hacia los acantilados solitarios y el poeta se levanta y camina hacia la montaña... buscando quizás esa paz de aldea que se esconde entre los cañaverales. Confusas vacaciones/vocaciones mientras los cedros libaneses arden bajo el fuego mortífero que arranca la vida a los infantes. Pero más cerca de él que nunca está su verdadera Ciudad de los Sueños.