Estalla vuestra belleza, nenúfares, como sedosos dedos señalando un cielo adivinado, levitando sobre las apacibles y serenas aguas del lago que esperan la súbita aparición del rostro bello, exultante de guapura y juventud, de una ninfa de larga y deslumbrante cabellera, que enmarca un rostro adorable, de embaucadora sonrisa, que venga a rivalizar vuestra beldad, en un desigual y enconada lucha por equiparar hermosuras.Transmitís sosiego, apacibilidad, placidez. Los ojos intimidados ante vuestro encanto. Los oídos apaciguados por el silencio que os envuelve, sólo roto por el lejano y monótono croar de las ranas, el canto de algún ave velado a nuestras miradas insidiosas. Y nuestras sensaciones aplacadas por el hechizo que se desprende de vuestro mágico encantamiento, de vuestro fascinante ensalmo .