Historias que trascienden la vida, una decisión, tan solo una para dictaminar el curso de la historia.
Con convicción, los seres humanos, algunos obran con tal convicción que son capaces de tomar una sola decisión que afecte el resto de sus días.
Los personajes deben ser tridimencionales, pero es una cualidad aún mayor la convicción con que desarrollan sus actos. Honor, nobleza, caracter, cobardía, sacrificio, maldad. No importa qué lado de la balanza se incline más, el propósito y la convicción son imprescindibles en el perfil. Eso determinará el cuso de la historia, el desenlace depende del autor, como la mano divida fomenta la suerte o la quita del lado de sus ciervos.
¿Será así en la vida real? Tal vez, la vehemencia con que conjugamos nuestros pasos será la que nos abra las puertas del éxito. Bien o mal, eso no importa.
¿Será así?
Espero algún día despertar una noche, tomar mi pluma y escribir hasta el amanecer.
Padecer el sueño al día siguiente por el trabajo realizado. Como el de los amantes, muy parecido a eso ya que habré reemplazado el sagrado descanso por n goce mayor, el escribir una fascinante historia, aquella que fue capáz de velar mi sueño hasta transformarlo en realidad.