Cada vez se hacia mas intolerante ese maldito ruido que hacía con su aspiradora, le habia dicho que no viniera ese fin de semana a limpiar, tenia un bloqueo literario gigante y no podia escribir. 
Necesitaba silencio, queria paz, tranquilidad, soledad, oscuridad.
Pero Doña Carmensita parecia no entenderlo o simplemente ignorarlo...
A eso de las 3 de la tarde ya el ruido habia cesado pero sus cantos en la cocina estaban por estallarle la cabeza...¿Porque no se marchaba ya ? de pronto alguna idea queria salir de su mente, sus manos se empezaron a mover con locura y escribian a mil por hora creando una historia de homicidio, sangrante y horrorosa.
Entraban en escena cuchillos afilados, sogas alrededor del cuello, objetos punzocortantes y dolorosos sufrimientos.
La tortura se hacia larga y deliciosa, el atacante disfrutaba con su maldad, era como un deseo escondido, reprimido, oculto que salía a la luz ahora. La victima sufria, lloraba suavemente casi sin aliento, sus gritos que eran casi gemidos se ahogaban con el chapotear de la sangre.
Las manos eran de un color entre rojo oscuro y rojo claro y sintio deseos de pasarlas por todo su cuerpo, empaparse de aquella sangre que representaba su pecado, su locura interna.
muchas cosas diabolicas pasaron por su mente  para realizarle a su presa. Lentamente y con mucha paciencia las llevo a cabo, reia y lloraba a la misma vez disfrutando su agonía. Al final miraba su obra, se sentia trastornado, confundido, mareado, asqueado...
 Ahora solo debia darle un final perfecto, con algunos retoques ligeros.Pero primero debía limpiar aquel desastre.
Ahora le tocaba a él ordenar. Maldita Carmensita, porqué se había dejado matar, ¿Quién hiva a limpiar ahora los fines de semana?.....