No alcanza
Publicado en May 12, 2010
El cariño se alimenta de aquellos momentos, en los cuales compartimos, reímos, jugamos, lloramos de alegría y gritamos "Yuju" de felicidad. En el caso de padres, quienes trabajan sin descanso por un mejor futuro "rellenan" sus ausencias con juguetes o ropa de marca para sus hijos sin darles los más valiosos tesoros: el cariño, el amor y la atención. No alcanzan el dinero u objetos costosos, no, no pueden reemplazar ni siquiera comprar un sentimiento. El tiempo pasa y no dice nada, mientras los niños crecen sin avisar, muchas veces sin preguntar, porque se les hace extraño una respuesta que venga de sus padres. Y ellos crecen, sí, crecen sin saber la realidad de la vida y la maldad que puede asecharlos tan pronto salgan a tomar aire libre. Después vienen los lamentos empapados de lágrimas, de aquellos padres que desde el principio, sólo pensaron en el mañana, y no se imaginaron las vidas de sus pequeños, sino las riquezas materiales, que al final de cuentas, no cubrieron las exigencias de sus hijos, quienes en sus rostros y expresiones corporales reflejaban la necesidad de atención. Falta de atención que nunca desapareció y que fue la causante de tantas dudas de adolescencia, dudas que son consecuencias de irracionalidades de niños convertidos en adolescentes. No es posible que un adolescente, quien no recibió atención ni cariño en su niñez por parte de sus progenitores, tolere reclamos después de haber cometido un error, que en tiempos tempranos fue imposible comentar acerca de él porque, según ellos, era inadecuado. Como dice un dicho: "Con qué voz y con qué voto vienes a reclamar". Si no dialogaste con tu hijo sobre ciertos temas que son importantes que sepa, entonces no lo regañes después de su equivocación, porque tuviste la oportunidad de hablar y no lo hiciste. Padres del mundo: Los sentimientos que dices sentir por tus hijos, házselos saber con palabras o gestos. No dejes pasar los días ni mucho menos los años para decir "Te quiero hijo(a). Sé que el trabajo de muchos padres se convierte en una esponja absorbente de tiempo, el cual es empleado para construir un futuro que casi siempre no llega y que también, tiende a transformarse en una pesadilla cuando se comprende que la familia es la verdadera dueña de ese tiempo que se pierde en un empleo. Por último, quiero decir que la vida, a veces, nos pone a elegir, y para eso, tenemos que utilizar una balanza porque la felicidad no la compras, tú con los tuyos la creas.
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