Tú sombra
sombría y cruel postura felina
lista para el ataque
sangre fría
con todas tus miradas -miras-
de esas que matan
difíciles de conseguir de reojo
o con el cabizbajo gusto de dar caridad
ni de rodillas
ni con el dolor como ofrenda.
No quiero decir un te amo sin haber tocado aun más
quiero que susurres con el calor a quemarropa pero no un detente que me aflija.
No puedo aceptar un beso porque sé que eso no me saciara
por los demonios que anhelo probarte pero aquella maldición tuya, la de los labios púas yagas y espinas.
Es veneno, veneno que fácil deteriora las venas
veneno, un maldito veneno de fuertes e irrompibles cadenas.
Tu boca
volcán caliente
que contrasta y se desentiende de tu telaraña
que corta, de tu piel que muerde
resbalosas curvas
son tus piernas guillotinas gemelas
que mientras más succionan, más turbado dejan.
No quiero tatuarme tu esencia sin antes beberte la vida
como quisiera herirte para tan solo oírte gritar mi nombre con locura.
No encuentro el mejor final que no sean tus muslos de hierro cual mausoleo encima
porque siento que entre tus piernas seria dulce muerte dulce tumba.
Eres veneno, de ese que se marchita las venas
veneno, liquido aquel que deseo sea mi celda.
Una mirada
un contoneo
de dosis en lapsos
de adicción enlazada
del gemir...frenesí solfeo.
Te diré un te amo si dejas que mi mano se hunda aun más
moldeare de arcilla, sutil el mausoleo que deseo seas de mí, y estés encima.
Déjame morder los bordes, masticare sin vértigo hasta que se escurra mi nombre y te duela y te haga gritar
estoy dispuesto a toda posesión nocturna que me infecten tus labios de púas yagas y espinas...muerte segura.
Porque eres veneno, veneno que fácil deteriora las venas
veneno, un maldito veneno de fuertes e irrompibles cadenas.
Un veneno, de ese que marchita las venas
veneno, liquido aquel que deseo sea mi celda.
Eres veneno.