La pienso y recuerdo
Tranquilo
La veo linda en mis recuerdos…
 
Y tan liviano me siento…
 
Al caminar por calles de atardeceres,
Que prometen costaneras anaranjadas al final,
en sus líneas de horizonte.
 
Y en las plazas,
Suavemente camino, liviano,
Tratando de no lastimar el manto de hojas amarillas del otoño.
 
Y en los aires de mis aires,
Los que un poco respiro y otro poco suspiro,
Disfruto sin apuro, los aromas del crepúsculo.
 
Tan liviano de dudas…
Dudando poder recordar de que dudaba antes de llegar a ella.
Al corazón de ella, a su esencia.
 
Todo me alza en cálido vuelo.
Al caminar.
Al descansar.
Al correr por las orillas de la playa nueva,
De la arena blanca del presente,
Y del mar azul del pasado que solo se atreve a besarla…
 
Liviano y calido.
Confortablemente relajado.
De vientos y suspiros…
De cuerpo, alma y espíritu…
 
Al pensar, o al estar con ella.
Y en lo que junto a ella hemos logrado.
 
Así transcurro en el sacrificio de lo que habrá de venir,
Gracias a la osadía que vivimos en el pasado.
 
Liviano…
Tan liviano me siento…
 
Uno alza el corazón y el espíritu del otro,
Quedando ambos en el aire…
Tan livianos…