Tierra dulce.
Publicado en May 20, 2010
(mmm... si tienen un mejor nombre que me puedan sujerir, porfa diganmelo)
Amor en decadencia...¿Tú eres mi persona destinada? Capítulo 1. Estaba ahí, entre la multitud de esa escuela... al final de la fila esperando por el número que determinaría lo que soy ahora, creo que este día fue fundamental en lo que me está pasando actualmente. Después de revelarse los resultados que tanto estaba esperando, después de reconocer algunas personas que las había visto antes y estando ansiosa por hacer nuevos amigos y disfrutar de esta etapa en la que estaba iniciando, fui directamente al salón en el que había quedado. Ahí me di cuenta de algo, lo vi, no esperaba que lo que estaban viendo mis ojos fuera posible; la persona que estaba en mi vista era la persona que hasta ahora siempre había amado y que no había visto alrededor de los últimos 6 años. Estaba ahí frente a mí, fue algo insólito para mí que hizo que mi día mejorara más de lo que pensaba e hizo que mi corazón latiera con fuerza. El no había cambiado mucho de cuando nosotros éramos niños, en ese entonces era un niño muy lindo, de piel blanca, sus ojos eran una mezcla de un gris con tonos verdosos, la mirada llena de alegría y ternura, cabello negro y sus labios eran delgados y suaves; pero eso no era nada comparado a como se veía actualmente. Ahora el mide 1.85, su ojos siguen siendo iguales en color y expresión, se puso muy apuesto en este tiempo que no lo creía y parece ser muy atlético debido a que tiene los músculos ligeramente marcados....Ahhh, ¡Es perfecto! Con solo verlo suspiro y podría ser feliz para el resto del día. Recuerdo que olvidé mi propósito de hacer amigos y me dediqué sólo a mirarlo. En mi mente cruzaban los pensamientos de que él probablemente no se acordaría de mí y que probablemente tendría novia al ser así de apuesto, que no tenía ninguna oportunidad ahora que no nos habíamos visto y que si lo quería intentar de todos modos tendría que empezar desde cero. Aun así no me rendí y le dije a un amigo que había quedado conmigo que si se acordaba de él, ya que habíamos sido antiguos compañeros de salón. La reacción de mi amigo lo dijo todo, me confirmó mis sospechas y me deprimió un poco. _Carlos, ¿Te acuerdas que el chavo que esta sentado al final de la fila estuvo con nosotros en el Kínder? _Estas loca, probablemente lo estés confundiendo con alguien más. No creo que sea el, además si así fuera cambió tanto que no lo reconozco y parece que no nos recuerda. Tal vez sólo te equivocaste de persona_ Pero yo esta segura de que Carlos estaba completamente equivocado. Paso algo de tiempo y me olvidé de hablarle, tal parece que él ya tiene amigos y novia así que no hice el intento en hablarle, pero de lo que si estaba segura es de que él definitivamente era quien había estado conmigo en preescolar. Era temprano en una mañana que nos tocaba deporte a la primera hora; todos estaban trabajando y practicando diferentes tipos de deporte. Yo me integré en el equipo de volibol a pesar de que apesto completamente en ese deporte pero tenía una razón oculta para intentar jugar a un deporte en el cual no sirvo totalmente y esa razón era: Él. Secretamente lo observaba cuando no se daba cuenta. Era bastante agotador ocultar que me gustaba y seguir con mi vida normalmente... Decidí descansar un rato en la banca y me senté a su lado. Me puse completamente nerviosa y apenada, comencé a sudar frio solo con pensar que estaba cerca de el y por mi mente pasaron unos fugaces pero claros recuerdos de la niñez; fue entonces cuando me decidí a hablarle. Aproveché una conversación que estaba manteniendo con sus amigos y por fin le pregunte. _Disculpa... ¿de casualidad no estuviste en el Kínder Héroes de la Independencia?_ _Si, yo te recuerdo. Te llamas Alejandra ¿verdad? Me acuerdo que estábamos en el mismo salón y éramos muy amigos._ _ ¡¿De verdad te acuerdas?! , ¡Que bien! Pensé que no me recordarías y por eso me resultaba difícil hablarte._ _No, claro que me acuerdo de ti, como olvidaría a mi mejor amiga aunque no te haya visto por tanto tiempo_ Fui tan feliz ese día. Aún lo recuerdo perfectamente como si me hubiera sucedido ayer. Desde entonces Gabriel y yo nos juntábamos muy seguido y me empecé a relacionar con sus amigos haciéndolos también muy buenos amigos míos. Siempre nos juntábamos en los descansos y hablábamos de muchas tonterías. Todas las serpientes que estaban detrás de el me miraban completamente furiosas con la mirada llena de maldiciones, pero no me importó para nada. Prácticamente nos veíamos diario después de las clases y aunque no vivíamos muy cerca el uno del otro hacíamos lo posible por vernos de todos modos y no importaba que tan ocupada estaba yo siempre hacia un espacio para escucharlo o estar con él. Fue un momento fugaz de felicidad para mí, porque pronto se empezaron esparcir rumores de que a Gabriel le gustaba otra persona, alguien de nivel Bachillerato y me sentí completamente impotente, tan solo con pensar que esa posibilidad fuera verdad, así que opté por ignorarlo y cerrarme ante su posibilidad de existencia. Poco tiempo después, en un día común, Gabriel me dijo que tenía algo muy importante que decirme, que era algo que ya no podía ocultar más y que en verdad quería decírmelo a mí. Por alguna razón, algo en mi me dijo que no me alegrara demasiado porque al final podría resultar muy herida si me ilusionaba demás. _Alejandra, esto es algo muy importante para mi, necesito que me escuches y que me des una opinión por favor. Eres a la primera persona que se lo digo porque en verdad confió en ti y te considero mi mejor amiga_ Me estaba viendo muy seriamente, sudaba bastante y parecía algo nervioso. _De hecho, hay alguien que me gusta. No se que hacer porque es mayor que yo, pero en realidad quiero mucho a esa persona y estoy seguro que no estoy confundido. En realidad la quiero demasiado o podría decir que la amo._ Eso último me dolió bastante, que hasta ahora no sé como hice para no llorar enfrente de el y actuar como si nada me estuviera pasando. _No creo que mis padres sepan aun de esto. Pero por alguna razón no nos dejan juntarnos mucho y no sé porque otras razones mis amigos vean mal nuestra amistad. ¿Tu que piensas?_ _La verdad no entiendo porque los demás se tengan que meter en tus asuntos, si en verdad te gusta deberías decírselo y que te valgan los demás_ _ ¡Tienes mucha razón! Creo que eso es lo que voy a hacer, de verdad te lo agradezco Alejandra._ Lo que sobraba de clases en ese día se me hicieron eternas, me sentía un mar de pensamientos y sentimientos. En resumen me sentía fatal. Al salir de clases, iba yo caminando sumida en mis pensamientos reviviendo automáticamente esas frases que Gabriel me había dicho y fue entonces cuando lo ví; el estaba parado en la esquina de la calle en la que se encontraba nuestra escuela, estaba platicando con un tipo que parecía ser mayor que el y parece que no se dio cuenta que estaba caminando por la misma banqueta que ellos. Al acercarme un poco mas, me di cuenta de que Gabriel estaba algo apenado pero a la vez hablaba en un tono serio; iba a hablarle cuando escuché lo que estaba diciéndole al otro chavo que estaba con el: _Sé que esto te puede parecer muy extraño, pero es así como me siento y quiero que lo sepas_ tragó con dificultad_ Abel me gustas y me gustaría que salieras conmigo_ Nunca antes me había sentido tan mal, tan decepcionada, triste, impotente y una mezcla de otras emociones a la vez, dejé de saber lo que sucedía a mi alrededor, solo sentí que tenia huir de ahí, no podía soportar ver eso; no recuerdo que contestó el tipo pero supongo que lo aceptó. Me fui toda deprimida a mi casa, sin ganas de hacer nada y lloré en silencio todo ese día. Creo que esa experiencia fue la causa de que yo sintiera una decepción profunda hacia los hombres, no es como si ellos hubieran desaparecido de mí alrededor, solo que sentía un rencor interior hacia ellos y no los tomaba en serio en mi vida. Así viví por un tiempo solo rodeada de mis amistades pero solo ese era el principio de otras cosas que me pasarían más adelante. Resulta que una de mis mejores amigas con quien yo pasaba mucho tiempo se llama Ana, en verdad la aprecio mucho, nos juntábamos muy seguido y nos contábamos todo. Un día fuimos a pasear Ana y yo con una prima suya que se llamaba Belén. No sé como describirlo, desde el primer momento que la ví, se me hizo una persona tan intrigante e interesante que me dieron unas profundas ganas de conocerla más a fondo. Ella era realmente bonita, alta y tenía nuestra misma edad. Creo que en ese entonces eran 15 años. Al relacionarme mas con ella comprobé que defectivamente tenía una gran personalidad, algo seria pero divertida a la vez, era realmente amable y muy buena persona con la que podías confiar cuando lo necesitaras. Nos hicimos amigas, pero cada vez yo necesitaba más y mas estar con ella o por lo menos verla. Pronto me di cuenta de que ella en verdad me gustaba. Me gustaba lo suficiente como para no dejar de pensar en ella, era todo lo que tenia en mi mente y decidí decirle a Ana lo que sentía por ella. Ana me miró fijamente y me dijo que si era verdad lo que le acababa de decir me apoyaría; me sentí comprendida por Ana porque ella me apoyó sinceramente y no me discriminó por mis gustos. Cada vez pasaba más tiempo con Belén gracias a la ayuda que Ana me brindaba, las cosas iban tan bien que me daba miedo salir de esa relación de amistad que tenia con ella, tanto, que me guardé lo que sentía por ella y continúe con mi amor silencioso aquel en el que solo la observaba, la amaba en secreto y con estar con ella era feliz, aquel tan frágil que con cualquier cosa podría hacerme sentir sumida en la depresión o con cualquier cosa también podría llevarme a la felicidad absoluta. Un día Belén me invito a su casa, porque sus padres habían salido de viaje y la habían dejado sola cosa que yo sabía que odiaba totalmente quedarse sola, no había manera de que yo no supiera eso porque la conocía muy bien como para saber la mayoría de cosas sobre ella. Recuerdo como nos la pasamos ese día, fue tan divertido .Hablamos de puras tonterías por un montón de rato, jugábamos y reíamos cono tontas y hasta tuvimos una pelea de almohadas. Era ya la noche muy avanzada cuando vi que Belén se estaba durmiendo aunque yo no pudiera dormir de los nervios de dormir junto a ella, así que terminé contemplando su rostro mientras dormía por algún tiempo y me obligué a tratar de dormir. Ya había cerrado los ojos cuando sentí que su mano rozó delicadamente mi espalda y de ahí se fue deslizando lentamente hasta mis piernas, caderas y pechos terminando con una caricia suave por mi rostro. Me quede sorprendida por tal hecho que llegué a pensar que estaba soñando, tragué con dificultad pero no salió ninguna palabra de mi boca, entonces silenciosamente vi su silueta que se movía en la oscuridad del cuarto en el que estábamos y repentinamente me plantó un beso en la boca. No pude evitar corresponder ese beso y me dejé llevar por el momento besando sus delicados labios y abrazándola mientras lo hacia; en ese momento ella abrió la boca para que el beso continuara en un nivel mas avanzado, sentí como mi sujetador se estaba resbalando poco a poco y fue cuando logré por fin conjuntar unas palabras en una frase que le susurre al oído a Belén: _T e amo, siempre lo he hecho desde que te conocí_ Ella se separo un poco de mi y me contestó_ _No hay que preocuparnos por cosas tan triviales como ésa, te propongo que tengamos una noche de pasión juntas y nos la pasemos bien disfrutándola al máximo, me gusta sentirme así y te aseguro que a ti también te gustará, te aprecio lo suficiente como para invitarte a que te unas a mi y hacerte sentir bien pero no me interesan los sentimientos que puedas tener hacia a mi_ Las lágrimas comenzaron a caer por mi cara pero de entre toda la confusión y dolor que sentía en mi corazón aún pude contestarle lo siguiente: _Si no te intereso de esa manera, no pretendo hacer el amor contigo aunque me gustes_ _ ¡ja,ja,ja,ja!, ¿"Hacer el amor"? ¡Por favor! Déjate de juegos infantiles, lo único que te debería preocupar disfrutar, al estar teniendo relaciones sexuales_ Al terminar de decirme eso se me lanzó encima y me beso a la fuerza recargando sus manos en mis brazos para impedirme cualquier movimiento de resistencia, bajó su lengua por mi cuello y se detuvo a chuparme los pechos y morder ligeramente mis pezones, de ahí continúo bajando hasta llegar a la parte baja de mi abdomen. _ ¡Déjame! Yo no quiero esto._ _Aunque no quieras, de todos modos lo voy a hacer_ Básicamente así fue, continuo violándome aunque yo lloraba y me resistía, me siguió tocando y tocando, metió sus dedos en mi vagina aunque me moviera y gritara que no lo hiciera; en fin así fue y también terminé llorando hasta el día siguiente por esa traición que me habían hecho. En la mañana, me levante rápidamente y me fui de ahí. No soportaría que de nuevo me dijera cosas tan crueles como si fuera algo normal y en el camino hacia mi casa me encontré con Ana. No pude evitar correr a abrazarla y romper en llanto de nuevo en sus brazos. Le conté con detalle y entre sollozos lo que había pasado en la casa de Belén, me estaba escuchando atentamente con una mirada seria y pude notar que estaba realmente furiosa por lo que me habían hecho; entre mas avanzaba mi relato, me volvían a dar ganas de llorar y cuando ella lo noto me abrazó fuertemente y acaricio mi cabeza. _ ¡Que desgraciada! No puedo creer que Belén te haya hecho eso ._Me apretó más entre sus brazos y continuo diciéndome _No soporto verte así, no me gusta, siento que puedo ponerme a llorar contigo, siento que puedo ir a golpearla hasta que me desahogue , siento que podría llegar a odiarla por el resto de mi vida. Te amo y por eso me duele verte llorando, déjame estar contigo como siempre, quiero que me dejes apoyarte en este momento difícil y que luego pienses lo que te acabo de decir_ No podía creer lo que me estaba diciendo Ana, simplemente no podía. _ ¿Entonces porque me apoyaste cuando te dije que me gustaba Belén?, No lo entiendo. _Pensé que el estar con ella podría hacerte feliz, pero ya vi que estaba totalmente equivocada al respecto, además al gustarte alguien no tenia caso que te dijera lo que yo sentía porque solo estaría preocupándote sin sentido, ya que de igual manera la seguirías queriendo_ _Me condené a observarte ser feliz mientras me hundía en un mar de celos y dolor aunque con la esperanza que al gustarte las chicas un día me correspondieras_ En cierto modo me hicieron feliz esas palabras ya que estaba segura de que por lo menos a alguien le interesaba y se preocupaba por mi sinceramente, pero yo no quería de esa forma a Ana, solo la consideraba mi mejor amiga. Casi mi hermana. Por esa razón solamente me limite a hacer lo que ella me pidió y pensar en lo que me había confesado en otro momento en donde estuviera mas relajada mentalmente... CONTINUARA...
Página 1 / 1
|
Hctor Restrepo Martnez
Nicolas Alexander Ayala Reina
Itzel B.
Creo que la imagen que tengo no concuerda mucho con el sentimiento que trato de expresar asi que en cuanto pueda cambiare a una imagen hecha por mi, aver k tan fea me sale.
Tambien tu historia es bastante interesante nomas que no la acabe por falta de tiempo en la mañana pero ahora siiii la voy a acabar y leere el capitulo siguiente.
En verdad te agradezco tu comentario, estare pendiente de tus publicaciones me parecen interesantes XD
Elvira Domnguez Saavedra