Una historia más
Publicado en May 24, 2010
PROMESA (Descubrir el enamoramiento)
Extender mis manos. Acercar tus palmas. Encarcelar en mis dedos el desliz de tu tiempo. Detener los ocasos. Limitar los días. Prolongar en noches tardes de deseos. Compartir la música. Serenar tu mirada. Atrapar en penumbras la luz de tu cuerpo. Aquietar la locura. Besar tu descanso. Entregarte el alma. Con ella, mis sueños. Ofrecer mis brazos. Relajar tus hombros. Regalarte mi fuerza y levar tus pesos. Suavizar caminos. Alegrar tu paso. Construir sonrisas para dártelas luego. Controlar manecillas. Destrozar cuadrantes. Inventar el espacio y empezar de nuevo. Y queriendo yo tanto... ¡Tan poco lo puedo! ¿Tan poco lo puedo? COMIENZO (Compartir el deseo) Por fin esta noche Contuviste en tus brazos mi placer. Por fin esta noche Retuviste en tu palma mi pequeñez. Al fin escuché El gozo estremeciendo tu aliento. Al fin las caricias Descorrieron mi pelo de tu pecho, Contemplaste mi rostro, Viendo, tocando, reconociendo. Por fin esta noche Junto a mí conciliaste el sueño, Dejando que el frío Escapara de tu piel en el lecho. Pero sin preguntas. Déjame divagar en silencio. Si una frase te apartara, no tendría éste, ni otros momentos. No podría volver, perdería el espacio, moriría el comienzo. DESEO (Disfrutar la pasión) Quiero hacer el amor. Nuestro amor. Construirlo. Lenta, fuerte, firmemente. El amor. Con tu piel, con la mía. Con el perfume que emanan Nuestros cuerpos al unirse. Con los sonidos de tu respiración, El silencio de mi éxtasis. Con tus ojos dentro de los míos. Tu boca junto a mis labios, Moviendo el húmedo compás De todos los besos. El amor de manos entrelazadas, Fuertes caricias de placer, Suaves presiones de dedos Disfrutando el cuerpo del otro. Quiero hacer el amor Entre frases susurradas sin mesura. Entre risas. Admirando tus amados gestos. Adorando la contracción de tus músculos. En mí. Sobre mí Deseo hacerlo con mi esfuerzo Y entregarte una satisfacción Plena de dulce cansancio. Atando mis piernas a las tuyas, Abrazando tu pecho contra el mío, Frotando el calor sobre tu cuello. Aspirando el agotamiento del aliento. Debo formarlo con paciencia, meticulosa e improvisadamente. Con todos los detalles cubiertos. Ofreciendo el regalo que jamás tuve, Aquel que, sin duda, espero: Una sensual relación plena de amor, De sanos deseos. Para los dos. Envuelta en lo único que poseo: Yo misma. ALMA (Encontrar el ser) Me diste el viento... y volé. Tu espíritu cargaba mi cuerpo. Sentí que el peso no me ataba, con músculos, nervios o huesos. La luz cambiando sus matices mostraba contrastes esbeltos. Inundó, anuló mi conciencia, el aroma de nuestro encuentro. De tu mano descubrí laberintos escondidos entre mis miedos. Me diste tu fuerza... y volé. Mis ojos, perdidos, sin tiempo. Los tuyos preguntando dónde: etéreo desprendimiento que suelta amarras en mi alma y me hace conocer el cielo. No sabía llegar al paraíso, a tu lado encontré el puerto, abierto a desconocidos mares, del que mis naves partieron. Se esfumaron los temores, Abriste el portal a lo eterno... CUERPO (Entregar sin precio) Cuando tu mirada recorre los senderos de mi alma, en el paisaje de mi cuerpo comienza una lluvia blanda. Brotan apretados capullos en colinas plenas de sol. Mis secos labios te buscan, ríos de último sabor. La hierba se eleva dichosa hasta el calor de la piel. Rocas se tornan arena. Entibia mis playas tu sed. Todos mis campos florecen con la húmeda sal de tus poros. Descubre mis valles tu aliento, refresca mis aires de otoño. Estallan mis manos en hiedras, intentan trepar tus muros; se acercan al ser mis yemas palpando lo más profundo. Y rugen sin gritos mis mares, rompen las olas sus formas. Se confunden los sonidos... Mi tormenta es tuya ahora... Entonces se aquietan las aguas. Ya no se mecen las hojas. Reina inmóvil el silencio. Pasan sin tiempo las horas. Mis cielos te pertenecen, mi clima, mi tierra, sus frutos. Mis aves vuelan ansiando las ramas de tu refugio. Cuando mi mirada recorre las huellas de tu recuerdo soy un lugar, simplemente, y no, simplemente, un cuerpo. REALIDAD (Comprender el desamor) Se olvidan rimas ahora. No hay métrica para esto. Poesía se torna prosa. Razón, no sabes de versos. DOLOR (Asumir un vacío) Deseo que muera lentamente esta ya perenne soledad. Los tiempos la han dilatado, la despotizaron sin piedad. El miedo cerró mil puertas, candados le puso al alma, tristes noches sin miel ni luna quisieron morir al alba. Pesadillas arrullan sueños. La paz quedó entre tus brazos. ¡Cuántos temores mataron! Tengo nostalgia en las manos... PIEL (Quedarse con lo mejor) Intenté probar otra piel, otra esencia, otro elemento. Nada es como lo que recuerdo. Sólo tu ser en mi pecho. Intenté olvidar cada uno de tus rasgos, de tus gestos. Pero, ¿cómo poder compararlos? Si adoraba todos ellos y no hice sino contemplarlos, sin disfrutar lo que tengo. Mas, nada se acerca siquiera a las sonrisas que quiero, ni a la forma en que tus labios pronunciaron un nombre nuevo. Un ademán tuyo hacia mí, era alabanza del cielo; tu atención: el mundo bendiciendo; tus palabras: caricias para mi ego. Sabías cómo, advertías cuándo, adivinabas mi universo. Comprometiendo todo sentido recorrías mi cuerpo entero. Pocos mortales estarán dotados con tu virtud al hacerlo. La sensualidad te dio el don, lo convertiste en talento. Con él honraste instantes, aquellos tan placenteros. (Hoy parecen únicos y añorables. Irrepetibles, grandiosos momentos, disfrutados por la naturaleza que dio espíritu a los sueños.) Probé otra piel y sólo la tuya, hoy lo compruebo, quitó el frío de mi alma. Pero no tiemblo. Mostraste que puedo amar sin límites al hacerlo. La melancolía, al liberarnos, nos va mostrando este juego. La edad devela verdades: no es tan fácil el encuentro. Relajantes sensaciones, que me colman con lo bueno. No hay muchas ánimas sueltas que hayan gozado de ello.
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