Tierra Dulce Cap. 3
Publicado en May 29, 2010
Capitulo 3.
Mentes corrompidas. La brillantez del sol comenzaba a traspasar las ventanas del cuarto en donde Ana y yo permanecíamos dormidas unidas por la amistad, atracción, amor y deseos mutuos. Me estaban molestando mucho los rayos que se filtraban por la ventana de mi cuarto que tuve que despertarme aunque no lo hubiera querido y al abrir los ojos me di cuenta de que Ana me estaba observando directamente a la cara. No pude evitar que la sangre se me fuera a las mejillas, pero aun así la miré directamente a los ojos y le sonreí. Ella me devolvió el gesto y nos quedamos viendo en complicidad por lo que habíamos hecho la noche anterior para después volver a besarnos. Entretanto, mi mamá tocó la puerta diciendo que le estaban hablando por teléfono a Ana, cosa que nos asustó bastante. Entonces salimos de mi cuarto y Ana fue a contestar su llamada mientras yo me iba a desayunar a la sala. Después de un rato escuche la voz de Ana que rompía el silencio de mi casa. _Alejandra, mi mamá me llamo y me dijo que ya me tenia que ir. Lastima, me quería quedar un poco mas pero mi mama me dijo que ya no, quiere que la acompañe a un lugar. Espero que pronto volver a verte_ _Yo también eso quiero. Te acompaño a la puerta_ Le dije, parándome del comedor y bajando las escaleras en dirección a la puerta principal. _Bueno, ya me voy. ¡Nos vemos luego!_ Me dijo mientras se despedía con una sonrisa en la cara y caminaba lentamente hacia la parada del camión. _ ¡Adiós!, Nos vemos._ Y la observé mientras desaparecía de mi vista. Han pasado dos semanas, y desde entonces no he visto a Ana. Tal parece que terminó saliendo con su familia a algún lado. Desconozco a donde se pudo haber ido pero no me ha contestado ninguno de los mensajes que le he mandado, bueno, supongo que alguna razón ha de tener. En cuanto a mi, mis padres quieren que no este en mi casa sin hacer nada desperdiciando mis vacaciones así que quieren que me vaya a un campamento la ultima semana antes de entrar al semestre siguiente. En realidad yo no quiero ir a un lugar donde no conozca absolutamente a nadie pero bueno no me queda de otra. Y si, supongo que mis papas tenían razón ya que en verdad me siento totalmente aburrida y con ganas de ver a Ana. Al día siguiente prepare mis cosas para quedarme la semana allá y mis papas me llevaron a la entrada del campamento. Cuando me bajé del coche, mire a mi alrededor y como lo esperaba no había ni una sola persona que conociera. El terreno del campamento era bastante amplio, bonito y natural: Un paisaje maravilloso en resumen. Se dividía en el lado de los hombres y las mujeres, y los cuartos serian compartidos por otras dos personas. Me sentía algo inquieta y fui a buscar la cabaña en la que me había tocado quedarme. Las otras dos chicas que les tocaba estar también en esa cabaña ya habían llegado. Sus nombres eran Mariana y Verónica. Pasaron algunos días y tuvimos que escalar una montaña hombres y mujeres juntos. Fue en esa ocasión cuando Verónica nos presento a un primo suyo mientras yo me quedaba observándolo detenidamente. Pantalones vaqueros doblados hasta la rodilla, con una chamarra roja abierta que dejaba ver que llevaba una camiseta de color verde debajo. Era bastante alto, como un metro ochenta y cinco. Su rostro era muy atractivo, del tipo de estrella de cine, tal vez exageré un poco. Era delgado pero se notaba que hacia ejercicio, quizá vaya al gimnasio. Tenia el cabello castaño oscuro un poco largo, tenia una expresión relajada pero también poseía una mirada profunda que revelaba una personalidad interesante, además de que se la pasaba todo el rato sonriendo y hablando con cuanta persona podía. _Alejandra te presento a mi primo Christian_Me dijo Verónica volteando en dirección mía. _Christian ella se llama Alejandra._ _Hola Alejandra, gusto en conocerte, espero que nos llevemos bien a partir de ahora_ _Hola, yo también espero eso mismo._ Le dije sin ningún interés en especial. Por alguna razón después de esa presentación, nos lo encontrábamos muy seguido o jugaba de vez en cuando con nosotras en la cabaña. Además también pude notar que Mariana y Verónica me dejaban a propósito a solas con el obligándome a platicar mas de lo que yo quería con el. No me desagradaba, pero a veces ya no encontraba un tema de conversación debido a que el hablada de todo lo que podía conmigo. El ultimo día que nos quedaríamos en el campamento nos tocaría ir en grupos a explorar el bosque en una caminata para terminar en el rio que estaba cerca de ahí. Ya no se si fue por casualidad o Verónica y Mariana tuvieron algo que ver, pero Christian quedo en nuestro equipo. Estábamos caminando rompiendo el silencio del bosque con nuestras platicas y risas y cada vez nos adentrábamos mas en la espesura del bosque en donde habían diferentes tipos de vegetación y de animales hermosos. Generalmente, habríamos llegado en el horario que estaba previsto por los supervisores de la excursión, pero como a cada rato nos deteníamos para descansar o platicar se nos hizo tarde. Así, que cuando por fin llegamos a la orilla del rio yo corrí y me quedé viendo el paisaje que era uno de los más bonitos que había visto hasta entonces. Todos se empezaron a aventar y los de nuestro equipo corrieron a cambiarse para meterse al rio. Después de eso estábamos a jugando con una pelota y en el lado en que yo estaba perdiendo porque mi compañera no me ayudaba mucho. Me tocaba contestar la pelota y supongo que la golpee con tanta fuerza que la pulsera que me había regalado Ana se me desprendió y se hundió en la parte media profunda del rio. Aun así, y sin saber nadar me fui a buscarla porque era un objeto importante para mi. No había sido capaz de pensar en otra cosa más que recuperarla y cada vez me estaba hundiendo más, sin poder regresar o recuperarla. Sentí que perdía poco a poco el oxigeno y me desvanecía lentamente, estaba a punto de cerrar los ojos cuando vi borrosamente que alguien venia en esa dirección mientras me gritaba que aguantara un poco mas. Sentí como si me hubiera asfixiando y me levanté rápidamente en medio de la desesperación en una cabaña más espaciosa que las demás, miré hacia todos los lados de la habitación y me di cuenta que no sabia en donde me encontraba, aparte de que la habitación estaba vacía. Fue entonces cuando Mariana entró con las manos ocupadas con comida y caminó hacia la mesa que estaba al lado de la cama y ahí las dejó. _Te las dejo aquí para cuando te de hambre_ Me dijo mientras se sentaba a mi lado. _ ¿Ya te sientes bien?_ _Si, ahora me siento mejor. Pero solo recuerdo que me aventé al rio y me estaba ahogando, parece que al final mis esfuerzos fueron en vano y no recuperé mi pulsera _mientras sujetaba con fuerza las sabanas de la cama_ Esa pulsera era muy importante para mi, me va a costar trabajo olvidarme de ella. Por cierto ¿dónde están Verónica y su primo?_ le pregunté mientras la volvía la mirada hacia donde se encontraba ella. _No lo recuerdas, ¿Verdad? Christian se lazó a sacarte del rio y desde que te trajo aquí no lo he visto, parece que salió a buscar algo junto con Verónica._ Lo último que me había dicho Mariana me sorprendió mucho, me dio curiosidad por seguir preguntando. _No lo recuerdo muy bien, solo vagamente que alguien me dijo que aguantara un poco mas. Así que el fue quien me estaba diciendo eso, tendré que agradecérselo ahora en cuanto lo vea, solo que no comprendo sus razones por salvarme, bien pudo haber ido solo por ayuda de los supervisores_ _Bueno, también existía esa posibilidad. Aparte de que era mas rápido si el hacia eso, además no creo que sea el tipo de persona que abandona a una persona que necesite su ayuda. Pero de todos modos no creo que lo haya podido ignorar aunque lo él lo hubiera querido_ La curiosidad me invadió de nuevo. _ ¿Y porque no? _Continúe diciendo. _No me digas que nunca te diste cuenta, Verónica y yo no te dejábamos sola con el para molestarte, lo hacíamos porque el nos lo pidió desde que los presentamos. Nos dijo que quería conocerte más y que le habías interesado bastante_ Mariana guardó silencio por un momento, revisó que nadie viniera y después continuo con le que me estaba diciendo._ Insistía con frecuencia respecto a eso y es por eso que noso-..._ Mariana cayó en seco cuando escucho unas voces que se dirigían hacia la habitación. Verónica y Christian venían discutiendo y entraron a romper la el ambiente de intriga que tenia mi platica con Mariana, él me miró seriamente pero enseguida cambio su expresión y me sonrió. La inesperada entrada de Christian hizo que me entrara un nerviosismo extraño y me empezaran a sudar las manos. _¡Que bueno que ya despertaste!, ¡Me habías preocupado demasiado!_ Exhaló lentamente y continuó _Fue demasiado imprudente de tu parte si sabias que no sabes nadar, estuviste apunto de ahogarte, bueno, lo importante es que pude actuar a tiempo_ Vi que metió su mano a su pantalón y parecía que buscaba algo, entonces me sujetó la mano y sobre ella dejó la pulsera que se me había caído en el agua del rio. _ ¡Ten! Esto es lo que estabas buscando, ¿verdad? Me costó bastante tiempo encontrarla, así que cuídala mejor ¿eh?_ _Gracias, en verdad te lo agradezco. Esta es una pulsera muy valiosa para mi._ Christian les hizo una pequeña seña a Mariana y Verónica para que se salieran. Cuando ellas se fueron se quedo inmóvil por un rato. _Mierda_ murmuró, y se dejo caer sobre el respaldo de la silla al lado de la cama cerrando los ojos. Respiro profundamente. _Alejandra, quiero que sepas que desde que te vi me interesaste y ahora se que me gustas, quisiera que fueras mi novia_ Me sentí algo contenta con lo que Christian me acaba de decir, en cierto modo, me gustó sentirme importante para él y me obligué a sonreírle. _Lo siento, no puedo hacer eso que me pides porque yo ya estoy saliendo con alguien_ me detuve un poco para escoger mejor mis palabras_ Tengo una novia a la que yo quiero mucho, de hecho la amo y por eso no puedo corresponderte. Ella es muy importante para mi, perdóname_ Lo miré mire a los ojos. _ ¿Estás bien?_ _Eso creo. Entiendo como te sientes, pero no estoy dispuesto a rendirme tan fácilmente, haré que me quieras, no me dejaré vencer_ Eso último me pareció un poco arrogante pero no le di mucha importancia. Además aunque me divertía con él, dudaba mucho que después de este campamento lo fuera a volver a ver. No me pareció la mejor actitud de su parte, pero deje las cosas como estaban y me despedí de ellos en esa última tarde que pasé con ellos. Por fin regresábamos de las vacaciones a cursar el nuevo semestre, lo que significaba para mí que podría estar y ver a Ana todos los días aunque no estuviéramos en la misma clase. Pensar en todo aquello que me pasó en las vacaciones me hacia sentirme algo cansada. Momentos más tarde, cuando estaba toda distraída en el salón escuchando música, esperando a que llegara el profesor y viendo hacia la ventana, sentí que alguien me picó la espalda lo que me hizo voltear para ver quien era. Incluso recuerdo que me paré de inmediato de mi lugar de la sorpresa de verlo ahí. _ ¡¿Q-qué haces aquí?!_ Le dije mientras lo apuntaba incrédulamente. _Te dije que no me iba a rendir tan fácil, jeje_ Dijo mientras me apretaba la mejilla_ No te creas, no es por eso. Sólo me vine a vivir a esta ciudad y me inscribí a esta preparatoria, ¡Quien diría que aquí te encontraría y de paso, que estaría en tu salón! ¡Que feliz soy!_ Me quedé perpleja ante ese acontecimiento. Milagrosamente llego el profesor para quitármelo de encima y dejarme descansar un poco. Bueno, para ser honesta no me desagrado ese incidente en su totalidad, pero eso significaría que seguiría intentando conquistarme; cosa que en realidad me disgustaba. Si se tratara de una simple amistad no me preocuparía tanto, pero sí me preocupa que Ana lo vaya a malinterpretar. Era una idea que me aterrorizaba mucho: Una pelea con Ana por culpa suya. Decidí contárselo lo mas pronto posible encontrándome con que Ana no había asistido a clases, a pesar de habérselo dejado claro a Christian el seguía intentando de todo para estar conmigo. Aquello era bueno y malo. Bueno porque me agradaba estar con el, pero en realidad solo lo veo como un amigo. Malo porque si se le ocurriese algo mas podría traerme varias complicaciones en mi relación con Ana. Incluso al día siguiente me apresure a buscarla para contárselo pero también me encontré con que se había ausentado otra vez: ¿las razones? No las sé, porque no me ha contestado ninguno de los mensajes que le he enviado durante las vacaciones ni los que le he mandado en estos días. Esto es lo mas extraño que me ha pasado últimamente aparte de que Christian este en esta misma preparatoria. Bueno, supongo que me relajare y lo dejare pasar de momento. Además la compañía de Christian no es tan mala como creía cuando lo conocí. Dejé de lado esos pensamientos antes de que se aferraran a mi mente, y le indiqué a Christian que diéramos la vuelta para ir en dirección a la cafetería y comprar algo para comer. Estando allí, me quedé callada mirando los alrededores pero sin mirar a la vez, me estaba entrando otra vez la preocupación del porque Ana no había venido; reaccioné e ignoré mis preocupaciones para por fin conversar un rato con Christian. Es lo mejor que puedo hacer ahora. Pasaron varios días y el hecho de que Ana seguía sin presentarse a la escuela ya era algo con lo que me estaba acostumbrando, pero al confirmarlo nuevamente me daban ganas de suspirar profundamente aunque Christian estuviera conmigo acompañándome todos los días. En cualquier caso, los sentimientos que tenía hacia el eran algo confusos: cariño, entendimiento, algo de dependencia, respeto, admiración y otros a los que no sé como describirlos. Pero de todos modos creo que lo sigo considerando solo un amigo. Y en ese preciso instante, en el que yo andaba con mis meditaciones interiores, Christian me llevo de la mano hacia la biblioteca vieja que casi nadie usa y me preguntó en un tono de voz preocupado: _ ¿Te sientes bien? Te noto algo distraída._ _No te preocupes, no me pasa nada. Sólo que estaba pensando en unas co- _Y antes de terminar esa frase me abrazó repentinamente. _Bien. Que bueno que estés bien. Pero aun así ¿me dejarías quedarme un rato mas así?_ Volteé a verlo y le respondí: _ ¿Qué puedo hacer si de todos modos lo estas haciendo?_ Le contesté mientras se me salió una sonrisa, que rápido me borró de un beso. Me incomode un poco, pero por alguna razón que no sé, no lo alejé de mi. _Creo que interrumpí algo._ Dijo una voz que provenía de la entrada de la biblioteca, que yo no conocía, pero al perecer si y se aparto rápidamente de mi. _Ana, te equivocas él es mi amigo. Sólo eso._ contestó Alejandra con desesperación a la chica que acababa de entrar. _No, creo que no me equivoco. El parece algo mas que un amigo para ti, no puedo creer que tan solo me acento unos días de la escuela y tu ya estés haciendo esto. En realidad me has decepcionado, Alejandra_ Se dio la vuelta y salió de la biblioteca._ En cuanto oí sus pasos alejarse de ahí, pensé que en definitiva tenia que alcanzarla, que no podía dejar que se marchara en esta situación. Vi que Christian estaba parado apretando la mandíbula, con el seño fruncido y cerrando su mano en un puño a lo que no le di mucha importancia. _Lo siento, luego platico contigo. Tengo que alcanzarla._ Después de decir eso salió corriendo para alcanzar a esa tal Ana, cosa que no pude tolerar en lo más mínimo. Baje rápido las escaleras y pude ver que Ana iba no muy por debajo de mi. _¡¡¡Anaaa!!! , ¡Espera, quiero hablar contigo sobre esto!_ le grite mientras bajaba lo mas rápido que pude._ ¡Espera por favor! Ella se detuvo en seco, me volteo a ver con una mirada penetrante y conteniendo las lagrimas; soporte su mirada y aproveche para alcanzarla. _ En verdad no puedo creerlo. Me voy de la ciudad por un momento y cuando vuelvo me encuentro con esto. Nunca lo hubiera pensado de ti, Alejandra. ¡Es demasiado!_ _No puedo negar que nos viste besándonos, pero si te puedo decir que no tengo ninguna relación con el. ¡Nunca pensaría en engañarte, créeme! _Le dije a Ana y le obstruí las escaleras para que no pudiera irse sin antes escucharme completamente. _Christian es un amigo que conocí durante un campamento en vacaciones, no tengo ningún interés hacia el pero a el si le gusto y por eso me beso_ _ ¡Es que me cuesta bastante trabajo creerte después de haberte visto con el!_ Le dije a Alejandra en un tono desesperado estando a punto de ponerme a llorar en ese preciso instante, cuando sentí que alguien me dijo al oído: "Me da igual si no le crees, no voy a permitir que te entrometas en mi camino de nuevo" y sentí un fuerte dolor que provenía de mi vientre. Puse mi mano en el lugar que me dolía y de inmediato se me empapó de sangre. Vi que Alejandra me miraba entre aterrada e incrédula, fue cuando mis pies no respondieron más y me caí del escalón en el que me encontraba, después de eso ya no supe que me pasó y me quede inconsciente. Me desperté en el cuarto de algún hospital. Un cuarto frio, con olor a medicamentos y sin nadie que estuviera conmigo. La puerta se abrió repentinamente y Alejandra la cruzó la puerta a toda prisa, caminó hacia el extremo contrario de la habitación y tomo una silla para al final ponerla a un lado de la cama. _Hasta ahora me dejaron entrar las enfermeras... ¿ya te sientes mejor?_ Me dijo algo nerviosa por algún motivo, lo que me sonó a excusa. Traté de inclinarme para sentarme pero me dolió tanto que mejor me quede acostada como estaba en un principio. Alejandra estaba ocultando disimuladamente una mancha en la manga de su camisa pensando que no me estaba dando cuenta de ello. _ ¿Qué es eso? Le dije mientras se sorprendía por la pregunta. _¡¡Ahhh!!! ¿Esto? Lo que pasa que me manche cuando ayudaba a traerte al hospital_ Me dijo en un tono de temor que me obligo a no preguntar más con respecto a eso. _Te lo agradezco, Alejandra. Me salvaste._ Le dije agradecida por su ayuda estando segura de que si me había ayudado, pero dudando de la respuesta que me dio. _No hay de que me agradezcas. Por cierto, el doctor me dijo que estas fuera de peligro y que la navaja atravesó limpiamente sin dañarte ningún órgano importante_ _En verdad me alegro de escuchar eso. ¿Y qué hizo tu amigo?, ¿Acaso huyo de lo que hizo?_ _No sé_ Alejandra respondió cortantemente y apartó su mirada hacia otro lado, lo que me hizo pensar que solo estaba evadiendo el tema. Decidí dejarla por el momento y alargué mi mano lo más que pude para alcanzar el control para encender la televisión. "Interrumpimos la programación habitual para dar una noticia de última hora. Soy la reportera Alicia Gutiérrez García transmitiéndoles en vivo la noticia a sus hogares. Me encuentro aquí en la entrada de un callejón ubicado a espaldas de la escuela preparatoria número 35, en la 7ª zona escolar de la ciudad. En donde un joven, al parecer alumno de dicho plantel, fue encontrado asesinado a las 8:20; en pocas palabras, el crimen no tiene mucho de ocurrido. La policía sigue investigando actualmente la escena. Razón por la cual no se me ha permitido intervenir, pero por lo que hemos escuchado el joven murió desangrado debido a las 5 apuñaladas que tiene en diferentes partes del cuerpo, pero aun no sabemos mas detalles de él o de las razones o circunstancias del asesinato. No se nos ha permitido grabar el rostro el muchacho así que no sabemos de quien se trate con exactitud. ¡Ah! Me acaban de informar algo. Al parecer encontraron entre sus pertenencias su credencial de estudiante, por lo que se le identifica con el nombre de Christian Sánchez Aguirre de 17 años de edad. Bueno, eso es todo con lo que contamos hasta el momento, en cuanto haya alguna novedad en la investigación se la haremos saber. Estaremos en contacto." Tal noticia me sorprendió con el simple hecho de que no solo ese muchacho pudo haber muerto si no también yo. Fue entonces cuando lo recordé. Que cuando estaba hablando con Alejandra en las escaleras ella dijo algo como esto: "Christian es un amigo que conocí durante un campamento en vacaciones, no tengo ningún interés hacia el pero a el si le gusto y por eso me beso" El nombre de la persona, la continua sensación de que Alejandra me ocultaba algo, la mancha de sangre en su manga y el hecho de que acababa de llegar; ¡todo encajaba! Me giré hacia Alejandra y le dije: ¿ Fu-fuiste tu verdad? ,¿T u lo asesinaste verdad? Alejandra asintió. Sujeto la silla y la acomodo lo mas cerca que pudo de la cama para recargarse sobre mi hombro y tomarme de la mano entrelazando sus dedos con los míos. Alejandra se quedó callada unos instantes, acariciando mi mano y jugando con ella a la vez un poco ausente. Cuando por fin habló, lo hizo en voz baja, pero al mismo tiempo me observó con atención con una expresión en su cara un tanto sombría. _Si, yo lo hice. Simplemente no pude perdonarle, por mucho que lo apreciara, el haber atentado contra tu vida. Incluso no pude detenerme cuando me avisaron que en realidad no te había sucedido nada; sólo continúe apuñalándolo hasta su muerte. _ Ana lanzó un suspiro y me sorprendió que no estuviera aterrada en lo mas mínimo. De hecho, estaba totalmente tranquila. Me tomó mi rostro delicadamente y lo giró hacia el suyo para que la viera detenidamente. Deslizó lentamente su dedo índice por mi cuello hasta terminar en la punta de mi piocha y me sonrió con una sonrisa que nunca había visto en ella: entre fría y malvada. _Está bien lo que hiciste. De todos modos si no lo hubieras hecho tú, lo habría hecho yo. No hubiera permitido que te arrebatara de mis brazos otra vez, tu solamente eres mía._ Levanté mis ojos para ver directamente a los ojos de Ana, evadiendo esa sonrisa que se dibujaba en su cara que era algo aterradora pero a la vez tan seductora. Su sonrisa se hizo todavía mas amplia y me levanté un poco de la silla para besarla, mientras la televisión reproducía monótonamente todo lo que yo había hecho sin sentir alguna culpa por ello, y fue cuando lo comprendí. Nuestro loco, obsesivo, apasionado y posesivo amor había llegado, al punto en donde ya no hay regreso... FIN. Autora: lucy
Página 1 / 1
|
Perla
LUCY S.
Perla
Perla
LUCY S.
>[EnLuNaDa]
pero es genial la historia q escribiste,,, de verdad!!!
Te felicito...
desde q empece a leerla me mantuvo alli, hasta terminarla...
pienso q una historia escrita debe trasmitir emociones...
hacer q el lector se sienta parte de la historia,,,
y eso es lo q tu historia hace...
WUAUUUUU ES GENIALLLLLLL!!!!
Elvira Domnguez Saavedra