Declogo del escritor. Augusto Monterroso
Publicado en Jun 01, 2010
Primero.
Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre. Segundo. No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia. Tercero. En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: "En literatura no hay nada escrito". Cuarto. Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras. Quinto. Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche. Sexto. Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy. Séptimo. No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan. Octavo. Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes. Noveno. Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor. Décimo. Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él. Undécimo. No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio. Duodécimo. Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el supermercado. El autor da la opción al escritor de descartar dos de estos enunciados, y quedarse con los restantes diez.
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Rojoprofundo
O parafraseando a un escritor norteamericao, diría escribidores. Saludos.
Roberto Langella de Reyes Pea
Doris Summer
Contactos extraviados interrumpidos
Entre realidad y ficción.
Las clínicas pobladas de siquiatras.
Sin conseguir calmar
El desconcertado mar de fondo.
La pesadilla real:
Recuperar
Algo que ya no volverá.
Me parece que este ejemplo me da la razón a mí; se trata de recuperar ese sentido común, que se ha perdido, se trata de recuperar el arte, que, igualmente pesimista, yo también siento que ya no volverá, y no es que me resista al cambio. Creo que la civilización se murió, y que vamos a tener que hacer otra nueva, pero no sobre las ruinas de la que fue, porque hay conceptos que son irrecuperables, como bien dice el poema. Tan solo quedó la locura, los "siquiatras" no son sanadores, son testigos de la misma, nada más. A la cordura va a haber que volver a construirla. Es mi parecer al menos.
Eduardo Fabio Asis
La civilización en la que nacimos definitivamente murió. Eso lo creo yo también. Agrego que todavía no sé si está naciendo algo nuevo... pero espero que así sea, y que sea superador. Tengo esa superstición optimista. A pesar de muchas evidencias en mi contra. ¿viste que buen poema? claro... para mí, remata de un modo ... entre nostálgico y conserva, con tinte reaccionario... como si la autora se aferrase a un "supuesto algo bueno" que se va a perder. Me encanta el poema, aunque personalmente en lo sustancial, creo que lo que se pierde, bien perdido está... y que la mirada debe ir adelante. Creo que la circularidad de pesadillas, es algo más psicológico que histórico o real. Para mí, la historian en su corsi e ricorsi, avanza en espiral. No es un círculo de eterno retorno, sino espiral superador .... jajjajaja.... soy un estúpido optimista. Pero por ahora, no me arrepiento de ello.
Muy agradable compartir puntos de vista, Roberto. Falta un buen vino o un café... y dan ganas de no interrumpir la charla.
Eduardo Fabio Asis
¿Es necesaria esa irresponsabilidad para empezar a escribir?
Es absolutamente necesaria y tiendo a promoverla. Lo que les recomiendo a los escritores muy jóvenes es que escriban, no importa si ya escribió Shakespeare, porque si no no te sentás a escribir una obra de teatro en tu vida. No importa que ya escribieron Cervantes, Tolstoi o Dante. Cada libro que estás escribiendo es la primera vez que sucede en el mundo. Esto, cuando sos muy joven, lo podés sentir con naturalidad, pero cuando sos mayor, probablemente aparezca el peso de la literatura.
Roberto Langella de Reyes Pea
jasmin
Y NO PARAFRASEAR A MACHADO "NUNCA PERSEGUI LA GLORIA, NI QUEDAR EN LA MEMORIA" CUANDO SE BUSCABA TODO LO CONTRARIO , ETERNIZARSE.
EN CUANTO A LOS PARÁMETROS PARA ESCRIBIR PARA MI, 99/ SON SENTIMIENTO Y 1O/ FORMA, Y LO DEMAS VUELAN COMO MARIPOSAS BESOS
Roberto Langella de Reyes Pea
Eduardo Fabio Asis
Carol Love
besoss
Eduardo Fabio Asis
Roberto Langella de Reyes Pea
Me parece que aquí Monterroso escribe desde la comodidad del tipo que ya tiene un par de libros vendidos y es reconocido; quizá peque de demagogia, y termina siendo poco útil, por lo irreal te diría.
No sé, lo que dice aquí me parece discutible, creo que en un 90 %. Veré el otro que subiste, de Onetti.
Eduardo Fabio Asis
Roberto Langella de Reyes Pea
En realidad, no creo en los decálogos, si bien reconozco que son buenos disparadores para ponerse a pensar. En el fondo, no estoy de acuerdo ni con éste ni con el de Onetti, solo que si me das a elegir, prefiero el de Onetti. Los decálogos son la base de los dogmas, y estos de las doctrinas; quizás esté bien tener "diez mandamientos" en lo que a religión se refiere, pero ¿en el arte?.
Estos dos textos que aquí subiste me parece que se complementan con el que subí yo ayer, que tampoco es de mi autoría, titulado "Intelectuales vs Pseudo-Intelctuales", y que vos ya comentaste.
Por ahí vi que me invitabas a hacer mi propio decálogo; quizás lo hiciera, como mero ejercicio, pero como te digo, descreo de los decálogos, aún del que yo pudiera llegar a escribir. Abrazos.
Eduardo Fabio Asis
Roberto Langella de Reyes Pea
Roberto Langella de Reyes Pea
Creo que era Borges quien decía, que en literatura hay solo tres o cuatro temas fundamentales, y que lo que hacemos a través de la historia es recrearlo hasta el hartazgo, como haciendo mil versiones de lo mismo. Seguramenete esos temas fundamentales no son temas que se agotan en sí mismos, y siempre habrá tela para cortar, sino moriríamos de aburridos.
Pero es verdad, desde que la literatura existe, ¿de qué se habla, más que del amor, del odio, de las ambiciones, de la locura, y de algún que otro subtema que deriva de estos cuatro fundamentales?; habrán dos o tres más, ahora no se me ocurren, pero no hay mucho más. Un abrazo.
Eduardo Fabio Asis
También es cierto que no varían tanto los temas literarios, que se reducen a unos pocos, en principio. Sin embargo el minimalismo, por citar un ejemplo, amplió la temática a lo menos pensado... por ejemplo, una cuchara de café, la cola de un gato, etc....
Pero yendo a lo esencial, la actitud psicológica del escritor, en ésto sigo a Abelardo Castillo, es motivante que sea la siguiente: "ahora que escribo yo, hago de cuenta que nada ha sido escrito" O como diría Huidobro "el poeta es un pequeño dios". Con esto doy testimonio, que por lo menos a mi me ocurre, que si me enfrento a una temática, más allá de que sea útil considerar lo tratado por otros, me es de mayor beneficio sentirme "único" en el tema que desarrollo, al menos mientras lo escribo. Es una contradicción, quizás, pero me resulta motivador... ese pensamiento. Y no estoy sólo en ésto, he citado a Abelardo Castillo textualmente en el otro decálogo.
Gracias por compartir tu pensamiento, Roberto, saludos.
Roberto Langella de Reyes Pea
Respecto del minimalismo y otros experimentalismos, creo que a lo sumo encuentran nuevas formas de decir lo mismo. Pero la mayor de las veces, considero que se quedan en el intento, en la pretensión, y ya no sé si pueda decirse que eso es arte. La escritura automática, el silogismo por el silogismo mismo, no me parece que sea arte; lo que ocurre es que aquí ya caemos en las posturas tomadas, en las decisiones personales. Yo solo reconozco como arte a aquello que me conmueve, y esto suele darse solo a través de una buena metáfora, una buena historia, o una idea o sentimiento completa y bien expresados, que además sean originales, por lo menos en la forma de ser expresados, que contengan fondo y transfondo, por supuesto. Abrazos.
Eduardo Fabio Asis
Doris Summer
Contactos extraviados interrumpidos
Entre realidad y ficción.
Las clínicas pobladas de siquiatras.
Sin conseguir calmar
El desconcertado mar de fondo.
La pesadilla real:
Recuperar
Algo que ya no volverá.
Allí un poema minimalista. Me equivoqué recién, donde dice "minimalista" debe decir "cierta poesía norteamericana de los 70" que no me acuerdo como se llama, pero no es minimalismo, sino una tendencia a hacer poesía de cualquier objeto. Aclarado el error.