CAMPANA ...¿DÓNDE ESTÁ TU MÚSICA?

Campana olvidada en la censura
no resistes las escarchas del silencio
aunque gritas dentro de mis sueños
y recoges esa música tan libre...

En el agujero de la duda te has detenido
como salpicando invitaciones a la danza;
las alas de un colibrí sueltan una pluma
y en la fatiga de su vuelo extático
las flores del jardín se han marchitado.

Y tú campana, que eras de un cobre oscurecido
en el verdor de los musgos del invierno
casi desbordada
por el ácido sangramiento de un limón
ahora dudas,
y ya no puedes sacar tu música al viento;
aún así las estrellas están atentas
y por las noches registran tu silencio.

¡Ay, campana que te duermes en tu propia angustia!
¿Quién sino, tú, habrás de despertar a la aurora?

Ahora permanezco congelado, pero mis ojos...
mis ojos parecen intuir algún destello
alguna ínfima proclama de la vida,
aún cuando fuera la última hoja que cae del otoño
sobre el lomo del gusano que la espera,
atrincherado en el guijarro de la insignificancia.

Campana, campana, tu sonido ha muerto
y ahora no hay quien, no hay ya voz
que recuerde el eco ...
de tu música viviente.