Mano temblorosa será tu castigo,
prueba vigente de jalar gatillos,
siempre sufrirás visitas,
penitenciarías,
basurales te darán la cita,
te hablarán a oscuras voces,
hijos, nietos, serán pesadillas,
tu pequeño infierno,
ruina, pecho, sangre
que va derramando
fe peronista.
Ademán cobarde,
civiles como perros
que asesinaste,
vendrán fantasmas
a torturarte.
No descansa el odio
que sembraste
ni puede el amor mas grande
clamar justicia.
No fueron los primeros
ni serían los últimos.
Pacto silencio,
la tumba un secreto se lleva
y junio revive esos días
del gris paredón,
del sueño profundo,
injusto que duerme
y sordo fusila.
                                       A los mártires peronistas de Junio de 1956
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