EL INSENSIBLE
Publicado en Jun 21, 2010
Tenía fama de duro, de no tener corazón o, en caso de que lo tuviera, sería de madera, de roca o de acero; tanto era su reciedumbre. Parecía que no lo conmovía nada y que las emociones humanas estaban lejísimos de su sensibilidad.
Es difícil hacerse una idea del carácter de este hombre así nada más con lo que dije antes; para comprender mejor su recia catadura hay que contar alguna anécdota. Uno de sus amigos de la infancia, luego de años de ausencia, regresó al pueblo y se encontró con Macedonio, que así se llamaba mi personaje. Como ocurre en estos casos, después de los saludos tradicionales, y sin conocer de su fama, comenzó con las preguntas de rigor en estos encuentros: - ¿Cómo sigue su mamá? - La vieja murió la semana pasada. - ¡Cuánto lo siento! - No lo sienta, ya era hora, además de anciana tenía un cáncer que la tenía en cama, afortunadamente pasó a mejor vida. - Y, su papá, ¿Qué es de su vida? - Ese man dejó de joder el año pasado; ya era un fastidio para todos con su tos de tuberculoso , por fortuna falleció - Cuénteme de sus hermanos. - Pues nada nuevo, el mayor sigue con su alcoholismo, cada vez que maneja se estrella contra el mundo y amanece en la cárcel, la mujer lo abandonó hace tres años y se llevó a los niños, bien merecido lo tenía. - ¡Hombre, que problema, de veras lo siento! - Ya le dije que no lo sienta, cada uno se busca sus propios problemas, allá él si no los arregla. - ¿Y… su esposa? - Empeora pero muy lentamente. - ¿Está enferma? - Por supuesto, desde hace más de un año y no sé que espera para morirse, ya vendí todo lo que teníamos y me endeudé en el banco, ojalá estire pronto la pata. - No diga eso, es una buena mujer. - Mire mi hermano, lo que no sirve que no estorbe y si se muere la entierro y punto. - ¿Y su abuelita, todavía vive? - Si, no se quiere ir de este mundo, confiando en Dios de esta semana no pasa. - Usted me asombra, ¿es que no tiene sentimientos? Al preguntarle esto la fisonomía del hombre cambió, las facciones de su rostro tomaron una expresión diferente y sus ojos se humedecieron. Una expresión de ternura se extendió por la faz de este ser insensible. Suspiró con ternura y le confesó a su amigo: - Es que mi perrito se quebró una patica y lleva tres días sin poder correr.
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Gustavo Milione
Edgar Tarazona
Edgar Tarazona
Gracias por tus comentarios, de pronto dejo mi timidez y comento alguno de tus artículos. Un abrazo: Edgar
Felix Antonio Esteves Fuenmayor
Saludos
Félix
Edgar Tarazona
leticia salazar alba