Linyera
Publicado en Jun 21, 2010
¡Basta de tanta tristeza y de añorar lo perdido.
Consumo el tiempo en llorar y olvido que sigo vivo!. Frente al espejo, se dijo y salió por el camino, con su raída maleta y una botella de vino. El vino le duró poco. Durmió a la vera del río y siguió con la maleta en busca de su destino. Anduvo por sierra y llano, por pueblitos y ciudades Trabajó en rudas labores y admiró nuevos paisajes. Se bañaba en los arroyos donde lavaba algún coche y mirando las estrellas lo sorprendía la noche, El tiempo de ardiente sol, comenzó la despedida, los días eran más breves y las tardes más sombrías. El viento sopló impiadoso y desnudó la arboleda las hojas mustias y secas, alfombraron las veredas. Más dura, la vida se hizo, sin recursos y sin techo, un mendrugo por comida y un triste jergón, por lecho. Las heladas comenzaron, crujía el hielo en las calles, bajo los pies de la gente, bajo el paso de los autos. No se lo vio en varios días, la indiferencia, habitual, hizo que lo descubrieran de una manera casual. Fue encontrado por un perro que ladraba sin parar, entre chapas herrumbradas donde había hecho su hogar. La maleta estaba abierta y empezaron a volar, fotos, cartas, flores secas, recuerdos de otra ciudad y de la mujer que un día decidió no amarlo más.
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daih
haydee
Saludos
Felix Antonio Esteves Fuenmayor
Saludos
Félix
haydee
haydee