EL INSPECTOR TICO : CASO N 1. NO HAY CRIMEN PERFECTO.
Publicado en Jun 30, 2010
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                                             "Llegarás a ser el que eres" (Píndaro)
CAPITULO I
Miércoles 15 de abril
         Sofía retornó apresuradamente a su casa, el ocaso acariciaba el ambiente anunciando la llegada de la noche. Abrió la puerta y se introdujo cerrándola  a su espalda, mientras una sonrisa de alegría se dibujaba en su rostro. Soltó los paquetes y se dirigió al cuarto, dejando los zapatos en el piso y comenzando a quitarse la blusa, mientras decía:
_ ¡Papito ya llegue! discúlpame cariño por llegar un poco tarde.
         Antes de entrar al cuarto se termino de quitar la falda y luciendo una ropa interior sorprendente entro con pose de modelo  diciendo:
_ ¡Feliz  cumpleaños, mi corazón, aquí esta tu regalo! 
         Bajo los brazos y se sorprendió de no verlo sobre la cama,  como siempre la esperaba en aquellos momentos de éxtasis y fantasías lujuriosas que  inventaban cada vez que tenían ocasión. Recupero la sonrisa y lo busco detrás de la puerta, quizás le estaba jugando una broma. No lo encontró, sonrió con más picardía mientras le decía:
_ ¡Cariño, jugando a las escondidas! 
         No obtuvo respuesta, volvió a sonreír y lo busco debajo de la cama, con precaución para evitar que la tomara por sorpresa con algún juego. El fruto que esperaba no apareció, no perdió el animo y lo busco en el baño, tampoco estaba. Frunció el ceño y salió a la sala, y lo busco por todos lados sin resultados positivos. Un poco desorientada pensó que le estaba jugando una broma muy pesada, esto nunca lo había hecho, porque hoy que había planificado tan bien aquel día especial. El estaba de cumpleaños, y se lo iba celebrar a lo grande. Al mediodía preparó una cena especial, basándose en una receta que tenía guardada para la ocasión. Después de preparar la comida y guardarla en el horno, fue directo arreglar el cuarto colocando sabanas limpias y encendiendo velas aromáticas, con esencia de vainilla para despertar los sentidos eróticos ocultos. Luego se dio un baño especial con jabón de miel y avena, vistió la ropa interior nueva y muy coqueta para la ocasión. Pinto los labios de rojo pasión, y se termino de arreglar, colocándose el perfume que le gustaba al hombre de sus sueños. En seguida salio al centro a comprar una botella de champaña, tardaría una hora en ir y regresar, tiempo suficiente para que el llegara y la esperara en la cama como siempre lo había hecho. Tardo casi dos horas en regresar,  esta vez las cosas no habían cuadrado bien, el transporte y la cola para pagar en el supermercado le absorbieron mucho tiempo.
          Se dirigió a la cocina  con la esperanza de encontrarlo allí, cruzo la puerta y un grito salio de su garganta.
_ ¡Nooooooooooo!
         Trato de acallarlo con la mano pero no tuvo efecto. Sus ojos ahora eran mas grandes y su boca abierta dibujaba un ovalo de asombro e incredulidad. Sus ojos llenos de lágrimas vieron el cuerpo tendido e inerte sobre el piso. Entro en una crisis de llanto y cayo arrodillada a su lado, lo tomo de la mano, la sintió fría y sin vida, la beso mientras su boca balbuceaba "porque Carlos, porque sucedió", no obtuvo respuesta de Carlos, su amor yacía sin vida, hacia rato que había entrado al túnel oscuro de la muerte.
         A las ocho y doce minutos se presento una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC): División contra homicidios. El Inspector Tico tenía el asunto en sus manos. Recién graduado en Ciencias Criminalísticas, con nueve años de experiencia en  la Policía Metropolitana y el grado de comisario a su haber. Fue promovido por su alta disciplina y su gran espíritu de colaboración, capacidad de razonamiento rápido para lograr resolver los casos, dueño de una lógica casi instintiva y una memoria fotográfica. Fue recibido en la división como un regalo del cielo. Este era su primer caso como inspector, aunque como comisario de la PM colaboro muchas veces con el CICPC para esclarecer crímenes que se estaban convirtiendo en cangrejos.
         Cruzó el jardín mientras se colocaba los guantes de látex, los detectives Luís y Ernesto, asignados al caso, lo siguieron mientras el resto de los oficiales tomaron sus lugares asignados y comenzaron a trabajar. Entraron a la cocina, encontraron a Sofía sentada en el suelo, encogida con el rostro entre los brazos,  vestía una bata de baño con diseños de flores coloreadas, el pelo desarreglado y descalza. La pintura facial dispersada en todo el rostro, indicaba que había llorado mucho, parecía un payaso mal pintado. Como a dos metros de ella estaba el cadáver en posición semidorsal. Sobre un costado el brazo izquierdo y la cabeza acurrucada en el brazo derecho. Un charco de sangre alrededor del cuello y la cabeza, evidenciaban, antemano, corte o perforación en la parte superior del cuerpo. El Inspector volvió la mirada sobre la mujer y  la llamo por su nombre.
_  Sofía,  luego pregunto ¿Usted es la señora, Sofía?
         Ella Levanto la cabeza de entre los brazos, lo miró  y le dijo:
_Si.
_ ¿Usted realizo la llamada?
         Ella asintió con la cabeza. En breves minutos pudo percatarse que la situación de la mujer era estable. A pesar de la carga emocional y anímica que ameritaba el momento que estaba viviendo. Un leve gimoteo apareció en su garganta, cubriéndose el rostro con las manos. El se acerco y se  acuclilló a su lado, el perfume Anaïs Anaïs lo embriago momentáneamente de  emociones. Con calma y serenidad, recobro rápidamente la prudencia  y coloco su mano sobre la cabeza y gentilmente comenzó una conversación amigable con la joven.
_ Le informó que una unidad de paramédicos viene en camino, ya están por llegar, se le prestara ayuda sicológica.
         Asintió nuevamente con la cabeza y  comenzó a sollozar.
_ ¿La persona que yace en el suelo, es su esposo?
_ No, dijo tratando de controlar el llanto, que inundaban sus ojos.
_ Bien, luego de la entrevista con el psicólogo, me dará la versión de los hechos.
         El Inspector llamo a uno de los oficiales de apoyo y le pidió que ayudara a Sofía.  El agente le acompañó hasta la sala  y ambos se sentaron.
         Mientras esto sucedía los detectives Luís y Ernesto comenzaron a delimitar la escena del crimen y a registrar la información pertinente al asunto. Luís que tenía más experiencia revisaba y analizaba la escena del crimen. Ernesto, experto en fotografía, operaba la cámara digital con precisión captando los mejores ángulos del acontecimiento substancial. Minutos más tarde, a la espera del médico forense  para levantar el cadáver, los detectives peinaron el área buscando las pruebas para obtener el caso. El Inspector los observo trabajando, aunque realizaban bien su labor, frunció el entrecejo, y les dijo:
_ Recuerden recabar las pruebas e información apegados con estricto cumplimiento de las instrucciones establecidas en el código orgánico procesal penal.
         Sin pretender ser teórico a mansalva, seguía el patrón creado en la universidad; método que tantos éxitos le había aportado. El detective Luís un experto en el asunto, le  sonrió y se aprestó a informar a Ernesto los errores: pequeños detalles que se obviaban, ignoraban o repetían, durante la obtención de la evidencia, convirtiéndolas en ilícitas.  
         El inspector se acerco al cadáver y le reviso el lado derecho del cuello, se observaba una herida irregular con proyección de arriba hacia abajo. "Posiblemente el arma utilizada fue un cuchillo u otra arma punzo penetrante" dijo entre dientes. El resto del cuerpo no mostraba signos de violencia. Pidió una tiza blanca y marco alrededor del cuerpo, quedando estampada en el piso la forma como quedo el cuerpo al momento de la muerte.
         En el acta  los detectives procedieron anotar la información. Fecha: miércoles 15/04/2008, Lugar: Parroquia Santa Rosalía, Valencia Edo Carabobo. Hora: 8:20 p.m., La escena no muestra signos de violencia, no hubo pelea ni conato de pelea. Toda esta en orden excepto la silla caída al lado de la victima. Hay resto de sangre en la escena del crimen (salpicaduras), sobre el cuerpo de la victima, sobre el mesón de cerámica y sobre el piso. Del lado derecho del cuello una herida de aproximadamente tres centímetros de longitud. Debajo del mismo sangre que se esparció sobre el piso de  forma irregular. Golpe en la frente. Se tomaron huellas dactilares, las mismas fueron llevadas al laboratorio para su análisis, identificación y certificación. Sobre el mesón, se encontró un vaso conteniendo hielo y cierta cantidad de  bebida gaseosa  y al lado la botella de refresco (desechable) destapada. El material descrito se identifico y embaló para su análisis. A las 8:45 p.m. hizo acto de presencia el médico forense, realizo la inspección corporal preliminar. Luego describió: posición semidorsal,  cuerpo ubicado en la cocina con la cabeza hacia sur dando con la puerta de entrada. Seguidamente procedió a evaluar el carácter de la herida: confirmo que fue  realizada por un objeto punzo penetrante. Luego tomo muestra de sangre alrededor de la herida y de la vena del dorso de la mano izquierda, para determinar niveles de alcohol y posible presencia de sustancias estupefacientes. La cubeta de hacer hielo muestra cambio de lugar dentro del frezzer. Se observa la estampa de un recipiente de forma rectangular de mediano tamaño retirado del frezzer. Resto de la nevera en orden. En  toda la casa y al rededor de la misma no se encontró el arma del crimen. Todas sus pertenencias están en orden;  ropa de vestir, reloj, pulsera, cartera con sus documentos y ciento sesenta  bolívares fuertes en efectivo. De sus documentos se extrajo  la cedula para su identificación, la cual se describe a continuación; Nombre: Carlos Andrés Rodríguez Márquez, CI Nº:40 552 023, Fecha de nacimiento: 23/07/75, Edad: 33 años,  Edo. Civil: Soltero. Se colocaron las pertenecías personales en una bolsa, se etiquetaron y guardaron para entregar a sus familiares. A las 9:45 p.m. se procedió a levantar el cuerpo para ser trasladado a la Medicatura forense, para la autopsia, y entrega a sus familiares.
         Llenaron la planilla de remisión Nº 526, en la cual se dejo constancia de los objetos recuperados. El Inspector Tico reviso el acta, dijo algunas palabras, la firmo e igualmente la firmaron el médico forense y los detectives.
_ Esto me huele a un crimen pasional jefe, dijo Luís.
_ Si, la circunstancia y los elementos que la rodean nos conducen  a esa conclusión. Pero no aparece el arma y ya confirmamos que el esposo esta en el trabajo y llego puntualmente, y además utilizo el transporte de la empresa. La coartada perfecta ¿y entonces quien lo hizo? ¿Fue un sicariato? ¿Hubo una discusión de imprevisto entre los amantes y Sofía  en un arrebato de locura lo mato?
_ No lo creo jefe, esa mujer se ve abatida, dijo Luís, Además encontramos una foto de ella en la cartera de la victima, con dedicatoria reciente y en el cuarto sobre la cama esta un regalo con una tarjeta de cumpleaños para él; hoy era su cumpleaños. En cuanto al sicariato no compagina el modus operando.
_ No demos por seguro nada, las personas bajo presión emocional hacen  las cosas mas inverosímiles. Solo la evidencia nos llevara a la verdad. Así que abran bien los ojos y el juicio.
_ Inspector, dijo Luís, por que considera usted importante evaluar hasta el mínimo detalle de la nevera.
_ No se por que tengo el presentimiento de correlacionar refresco, hielo, y arma. Existe mucha posibilidad que el arma la tomaron de la nevera, si observas la planimetría la puerta enmascara la intención y da el ángulo perfecto para ocultar la acción, el momento de dar el golpe mortal.
         Continuaban sacando conclusiones, cuando de repente ofuscado y nervioso entro Wilmer corrales a la sala. El inspector  y los detectives salieron a su encuentro. El hombre balbuceo el nombre de su esposa, mientras nervioso se entrecruzaba los dedos.
_ So...so...Sofía donde está, pregunto. 
         Lo llevaron al cuarto, donde ella se encontraba bajo régimen médico  y los dejaron solos para que se calmaran, apoyaran y pudieran entender la situación que los envolvía y les cambiaba, quizás, para siempre la vida.
_ Cuando la Ley de Murphy entre en acción todo va a estar claro y transparente, dijo Tico.
_ Cual es esa ley y de que trata, refunfuño intrigado Luís.
_ Es un enunciado de lógica y probabilidad que reza "Lo que ha de suceder, sucederá", así que amigo no hay que preocuparse solo hay que tener calma y prestar atención al mínimo detalle.
         Media hora más tarde,  Sofía se encontraba más serena, por los efectos del vestal, tranquilizante medicado por el psicólogo. El Inspector hablo con ella y su esposo. Quiso aprovechar estos momentos donde la mente de algunas personas que obran por emociones descontroladas, guardan reservas de inocencia y moralidad acumuladas durante su vida, Las personas sin malicia obran con deseos de aclarar la situación, los atrapados por el lado oscuro de la mente se esconden bajo otra personalidad y los cobardes se esconden en el silencio y en la mentira. Así que procedió a informarles el derecho que tenían de solicitar un abogado para realizar la declaración. Tal como lo había previsto, la mujer acepto declarar, mientras que el esposo hurañamente  acepto colaborar. Tomó el formato de actas y comenzó  anotar lugar, fecha y hora. Mientras escribía, observaba la actitud y señales corporales de la pareja, a la vez planificaba los pasos a seguir durante el interrogatorio.
         Sofía respiro hondo y comenzó a hablar.
_Carlos era un amigo que nos visitaba de vez en cuando.
         En centésimas de segundos cruzo una mirada inquisidora sobre  su esposo, luego no quiso dar más detalles.
         Minutos más tarde  comenzó a describir el itinerario aproximado en las últimas horas.
_ arreglé la casa hasta las 3 p.m., me  bañé y vestí, luego salí de casa a las 4.15 p.m., ya mi esposo se había ido...........
_Luego, interrumpió el inspector.
_ Luego fui al centro a realizar algunas compras y regresé a las 6:25 p.m.
        Se detuvo un momento y comenzó a gimotear.
_Luego que, la invito a continuar.
_Luego encontré el cadáver en la cocina, entré en crisis y en medio del desespero tomé el teléfono y  llamé al  comando de la policía notificando un asesinato.
_ Y luego se sentó a esperar, concluyó el inspector.
_si, dijo.
        Sofía tomo el pañuelo que le ofreció el inspector y se enjugo las lágrimas.
         El apuntaba notas en su libreta, y por otra parte  su mente razonaba y concluía. "La confesión y las evidencias la describen inocente del crimen, mas oculta una información que esta clarita como el agua de montaña de las "Garcitas".
          Ella era amante de la victima y por lógica el esposo lo supo y de alguna manera planifico el crimen sin despertar la mínima sospecha. ¿Lo asesino él o fue un sicariato? Era la pregunta de la sesenta mil lochas, pensó". "Mañana cuando se presente en la sede a declarar, ella lo admitirá y lo justificara, volvió a dilucidar". Su mente trabajaba, a la par que sus ojos escudriñaban los gestos. Su experiencia le permitía vaticinar hechos basados en la naturaleza de las personas.
         El esposo aportó lo que ya sabía por evidencias y por razón. Se declaro inocente y reconoció a la victima como amigo de la familia y que los visitaba de vez en cuando. Mientras la mano del inspector llenaba las hojas de letras y números, sus ojos y oídos prestaban hasta el más mínimo detalle del hablante. Su mente trataba de encontrar su perfil psicológico, los reflejos sico- emocionales, en los arquetipos establecidos por los grandes sicólogos y siquiatras  que estudiaron la conducta humana y su  influencia en la sociedad. Por su pericia podía percibir, sin lugar a dudas, en el esposo de Sofía al asesino de Carlos, escondido en una doble personalidad, que quizás nació de improvisto cuando los celos y la rabia rumiaron su cerebro buscando salida al dolor emocional que apretaba su alma. Lo comprimió tanto que lo convirtió en un asesino, quedando atrapado en sus redes y escondiéndose en la personalidad honesta y trabajadora de Wilmer corrales. "Quizás como seres humanos no lleguemos nunca a conocernos, sino vivimos la crudeza del lado oscuro de nuestra mente y tener la firme voluntad y fortaleza para salir de allí con sabiduría, sin caer en tentaciones y libre de culpa, con la mente limpia" escribía, analizaba, reflexionaba, mientras oía dar sus declaraciones. .
         Las palabras y los gestos eran analizados en segundos, al tanto que desmenuzaba sus pensamientos "Su conducta operante refleja el perfil del asesino que comienza a desarrollarse y a tomar personalidad y espacio en su mente. Sin saberlo, él, cruzó la delgada línea entre los que se atreven a matar  y los que no se atreven a matar. Al planificar la muerte de Carlos y ejecutarla, quedando limpio y sin dejar rastro, lo califica como un potencial asesino en serie, que volverá  a matar en cualquier momento. Tenemos que pararlo o de lo contrario las cosas se complicaran". Se le quedo mirando fijamente y mientras lo detallaba, le realizo tres preguntas las cuales fueron contestadas despectiva y fríamente. "Encontré lo que buscaba", dijo para sí.
        Dio por concluido el interrogatorio, llamo al detective Luís le entregó algunas cosas y le dijo: "Debemos trabajar juiciosamente y repasar la escena del crimen si es necesario. Nuestra prioridad mañana es encontrar el arma utilizada en el homicidio, debe estar en un lugar fuera de la casa, enviaremos a alguien que lo vigile por si trata de hacer alguna maniobra". Terminó de escribir el acta  que luego fue firmada por los esposos.
         Antes de marcharse, les recordó que al día siguiente debían presentarse al CICPC: División contra  homicidios, les recomendó asistir con su abogado para el interrogatorio final. Les entregó copia del acta y salio acompañado por dos oficiales que los esperaban en la puerta.
        
Jueves 16 de abril.
  
         El interrogatorio empezó a las 9:05 a.m., las declaraciones no aportaron nada nuevo al caso, salvo que Sofía admitió el romance que tenía con la victima, lo que estableció el móvil pasional como elemento principal del homicidio. Solo faltaba conectar a Wilmer con el arma y esta no aparecía por ninguna parte. Se descarto definitivamente el sicariato por las características  del crimen.
         A las 2.15 p.m., Alberto Maroja, comisario jefe de la división contra homicidios convoco a una reunión en su oficina.
_ Vamos a ver que tenemos, dijo.
         El Inspector Tico tomó la palabra y comenzó a exponer el caso "primero: dijo, el interrogatorio a  la señora Sofía Rodríguez y a su esposo arrojó el móvil pasional como la causa del homicidio. Segundo: Todo apunta que el asesino es el señor Wilmer corrales, pero hasta ahora aparece limpio; nada lo compromete con el crimen. Tercero: con la orden de allanamiento solicitada al juez de control a primeras horas de la mañana, el detective Luís y un equipo especial revisaron el recorrido hecho por el señor corrales desde que salio de su casa, y toda la ruta del transporte, se reviso el techo y los patios de las casa y los establecimientos comerciales que están en ese trayecto. Se revisó igualmente el transporte y el área donde trabaja el señor Wilmer, así como su locker y áreas circunvecinas. El resultado fue negativo, no se encontró el arma ni evidencias. Cuarto: a las 11: 21 a.m., de hoy recibí copia del informe medico de la autopsia practicada en el cadáver de Carlos Rodríguez. Se diagnosticó herida punzo-corto-penetrante producida por arma desconocida. Contenido gástrico con moderada presencia de alcohol etílico, corroborado en el examen de sangre, él cual no arrojo ninguna evidencia".
        
         Se detuvo un momento para sacar del bolsillo de la camisa el informe medico, lo desdoblo y procedió a leérselos. "Las conclusiones son las siguientes; primero: herida punzo-corto-penetrante, localizada en la región latero-externa media derecha del cuello, que despedazo vena yugular y arteria carótida produciendo una hemorragia externa profusa que causo el deceso de la victima. Segundo: la herida presenta características no comunes a las encontradas en los casos estudiados en medicina forense en cuanto a heridas punzo penetrantes. Tercero: se observa una expansión explosiva en la superficie interna de la herida con ligero desprendimiento de tejido y cierta quemadura. Cuarto: no presenta olores extraños ni restos de sustancias extrañas".
         Termino de realizar la exposición, caminó hasta el comisario jefe y le entrego el informe.  Al punto, finalizó diciendo:
_Tenemos un caso sustentado hasta ahora en especulaciones, las pocas evidencias no conectan al señor Wilmer con la victima. Aunado a esto tenemos ahora un cuchillo o un chuzo explosivo, pero sin pólvora. Mi pregunta es ¿Qué tipo de arma tiene esta doble   particularidad? ¡Esto es nuevo!
_ ¡y el condenado está limpio completamente! Exclamó Luis, peinamos su residencia con el "saca piojos" y no encontramos nada que lo comprometa. ¡Ni siquiera un libro o una página de internet!
         El comisario jefe se rasco una oreja, se paso la mano por la barba y luego dijo:
_ ¡Esto se pone peor!
         Hubo un momento de silencio, quebrado segundo después por el mismo comisario.
_ Caramba Inspector en su primer caso se la pusieron facilita.
_ ¡Sí! Yo veo este caso como el novel criminal y el novel inspector, con la diferencia que yo cuento con ustedes, veremos con quien cuenta él.
         Las risas llenaron el ambiente, permitiendo liberar tensión  y generar nuevas ideas en procura de pescar las evidencias que necesitaban. Durante una hora y media discutieron y propusieron un plan para lograr desarrollar el caso hasta llevarlo a la fiscalía. El Inspector Tico y su equipo se comprometieron  a cumplirlo al pie de la letra.
         Seis semanas después el caso continuaba estancado, avanzaba y retrocedía por igual. Lo clasificaron como Cangrejo, disponiendo de la mayoría del personal para otros casos. El señor Wilmer corrales gozaba de su libertad, luego de la indagatoria su abogado defensor pidió que lo declararan inocente y que cerraran el caso. El comisario jefe arrugo la cara, dio un golpecito a la mesa, mostrándose irascible. "el es inocente hasta que se demuestre lo contrario, y ese es nuestro trabajo" le recordó. El fiscal carraspeo la garganta serenando las cosas, dando indicaciones.
_ De no haber evidencias en los próximos tres días el caso se considerara cerrado. Dijo.
         Igualmente giro disposiciones a la solicitud de protección pedida por la señora Sofía, por temor a represalias.
          Después  de los últimos acontecimientos la mujer solicitó el divorcio y se marcho a vivir a su casa natal, el aire de la ciudad ahogaba sus pensamientos. Buscaba nuevos aires,  rehacer su vida de nuevo y nada mejor que el aire de las montañas para comenzar a olvidar el pasado.
Sábado, veintiuno de junio. Hora  3:30 de la tarde.
  
         Sofía caminaba por la calle de su pueblo, detrás la seguía "Química" un perro color blanco lechoso, que cuatro años atrás le regalo su abuelo. El can llego a sus brazos, un día que se rompía la cabeza estudiando química orgánica, una de las tres marías, que siempre aplazaban los muchachos en el liceo. Ella joven y risueña se entregó momentáneamente a jugar con el cachorrito, mientras su subconsciente se encargaba de armar el rompecabezas  de dos estructuras carbónicas semejantes, estudiaba isomería óptica. De repente dijo trans, y se quedó mirando al perrito. Luego reviso sus apuntes y finalmente gritó.
_ ¡trans 1,2 tricloroetileno!
       Había encontrado la respuesta y la pieza que le faltaba al rompecabezas. Alegre tomo al perrito entre sus brazos y comenzó a gritar ¡Química! ¡Química, por finnnn se químicaaa! Luego entre sus manos lo elevo a la altura de su cara y le dijo:
_ Te llamaras Química, por que serás un perro muy inteligente.
      A partir de allí el siempre la acompaño en sus momentos de estudios y a donde fuera.
         La mujer volteo hacia atrás, algo le molestaba a su espalda, podía sentir que alguien la miraba profundamente. Recorrió la calle con su mirada, y notó que nada extraño ocurría a su alrededor, quizás los nervios y los reflejos atemorizantes de su ex marido la estaban sacando de sus cabales. Últimamente abrigaba deseos de huir lejos del pueblo, una sensación de intranquilidad la mantenía en suspenso. Trato de alejar esas sombras que la agobiaban, saliendo a recorrer el pueblo, sentía seguridad policial las veinticuatro horas del día y eso le dio confianza para pasear y visitar a los familiares y amigos.
           Química ladró y se sintió mucho mejor al recordar que  ya no era su cachorrito, era un perrazo de fuerte contextura y para su bienestar el can nunca la olvido a pesar de los años ausentes. Tocó su hocico con cariño y se sintió mucho mejor y con más confianza.
           Al cruzar la esquina una unidad de la policía municipal se desplazaba lentamente, los oficiales que la protegían la saludaron con un ligero movimiento de cabeza. Ella correspondió el saludo con una leve sonrisa. Cincuenta metros más adelante un carro Fiat Uno, estacionado del lado izquierdo emprendió espaciosamente la marcha, en sentido contrario. Llamaba la atención el mal estado de la latonería y los vidrios totalmente cubiertos de papel ahumado. El perro comenzó a correr y a ladrar al avistar un gato de pelaje gris que cruzaba la calle con un trozo de pescado en la boca.
El minino se erizo al sentir, las vibraciones del can tan cerca, y como un celaje se introdujo en un terreno baldío, internándose en los arbustos,  en cuestiones de segundos.
        Sofía a la vez que reía, lo llamaba con determinación.
-¡Química! Ven acá. ¡Química, deja ese gato tranquilo!
         La persecución continuó hasta que lo acorraló dentro de un tambor de hojalata viejo y oxidado. Desde el fondo, el felino,  propagaba sus maullidos profundos y desafiantes, mientras su pata delantera mostraba las pezuñas en forma agresiva.
          Sofía cruzo el terreno baldío en su búsqueda. La nostalgia la embargo al reconocer lo que en su niñez fue el parque recreativo del pueblo. Ahora solo era un basurero, lleno de escombros y quizás guarida de antisociales. Desplazo su mirada y pudo notar que de los columpios solo quedaban los marcos de hierros que una vez sostuvieron las cadenas; del tobogán solo la escalera torcida y oxidada se mantenía en pie; de la rueda y el subibaja no quedaba absolutamente nada.  Camino hacia la derecha siguiendo los ladridos del can, de pronto su pie  tropezó con un alambre cayendo de rodillas, al incorporarse lo vio bajarse del auto Fiat Uno y caminar en dirección a ella. Inmediatamente tomo el celular y marco el número de emergencia tratando de  localizar a los oficiales de protección. Wilmer corrales apresuro el paso y llego junto a su cuerpo tendiéndole la mano.
_tranquila solo quiero conversar contigo, le dijo.
Ella mostro pánico al observar que estaba sola e indefensa en los matorrales. El perro ladraba incesantemente, y el gato maullaba a cada instante, envueltos en su naturaleza de perseguirse y atacarse.
_ ¡déjame!, ¡vete que no te quiero ver!, le gritó.
_ ¡no puedo Sofía! tu recuerdo me persigue, tenemos que estar juntos de nuevo, yo te perdono, le dijo mordiéndose los labios.
_ ¡no, eso jamás!  Eres un asesino, mataste a Carlos. ¡Asesino, criminal!
Sintió el frio de sus manos al apretar su cuello y sintió que la muerte estaba cerca. Los ojos de Wilmer le brillaban de rabia y su boca destilaba espuma por la comisura de los labios.
De pronto la soltó y dibujo una sonrisa grotesca en su rostro. Los ladridos del perro lo hicieron girar en redondo y sacar un revolver de su chaleco, mientras química ladraba más fuerte y tomaba posición de ataque. Wilmer Corrales, con mucha calma y frialdad se levantó del suelo, metió el revolver en la chaqueta y retrocedió lentamente sin perder de vista los colmillos que se acercaban con deseos de rasgar su carne. A lo lejos se escuchó la sirena policial y Wilmer Corrales emprendió la fuga acelerando el vehículo a toda marcha.
Los oficiales bajaron a toda carrera del vehículo, prestando ayuda a la mujer que lloraba sentada en el suelo.
_discúlpenos Sofía -se excusaron- que la gasolinera estaba full de carros y perdimos mucho tiempo en la cola.
_ ¿fue Wilmer corrales verdad?
Ella no hablo solo asintió con la cabeza.
_ inmediatamente solicitaremos su presencia ante el juez, desacató la orden de estar a cien metros de usted, de seguro mañana lo sentencien por el hecho.
         Asintió de nuevo con la cabeza, y esbozo una ligera sonrisa de conformidad. La ayudaron a levantarse, se arregló un poco la ropa y luego entró a la unidad policial. En silencio y pensativa se mantuvo mientras los oficiales conducían hasta su casa.
         Le dio las gracias al llegar. Intercambiaron algunas palabras y le aseguraron redoblar el trabajo para garantizar que estuviera totalmente segura.
         A doce kilómetros a las afueras del pueblo Wilmer, dejó el carro al fondo del estacionamiento y luego se reunió con sus compañeros de trabajo, en la sala de baile del  parador turístico "Carta roja". Había programado aquel encuentro dos días antes, como una despedida con sus compinches de tragos. Pronto se marcharía de la empresa y se establecería en una fábrica de partes eléctricas, donde le ofrecieron mejor sueldo.
       Sus amigos se entretenían jugando a las cartas, bailando y tomando cervezas. Él apoyado de una columna de concreto, se sumía en sus pensamientos.
_Que pasa viejo que no te unes al grupo, estas como ido en el tiempo, le dijo pedro.
_ Con la mirada vidriosa y desenfocada le dijo, que pronto estaría con los demás, estaba pensando un asunto importante y luego regresaría con los amigos a beber y emborracharse.
_a si es que me gusta, este es el Wilmer que yo conozco, le dijo en broma y se marchó a la sala de diversión.
 Vio el reloj eran las seis  de la tarde. Sacó el arma del chaleco, revisó la carga, le pasó el seguro  y la guardo en su cintura.
Paralelamente a esa misma hora Sofía ya más calmada y tranquila y con la seguridad de los salvaguardias al frente de su casa y prestos a seguirla a cualquier lugar. Decidió  con su hermana y su madre, realizar la visita sabatina que rutinaria y religiosamente  cumplían desde su llegada.
CAPITULO II
Domingo 22 de Junio.
          Dos meses habían transcurrido desde el homicidio y las cosas continuaban igual, en la sede de la división policial criminalística.  En la oficina el inspector detallaba minuciosamente a cada momento los informes del caso. La monotonía y los acontecimientos de los días retomaban sus actividades sociales de hombre de familia.
         Horas más tarde, En la casa, con el detective Luis vigilaba y daba vueltas a la carne que se asaba en la parrilla, las gotas de grasa caían sobre la brasa rojiza, manando un olor que abría el apetito.
         Era el tercer domingo de junio, día de los padres, y en familia celebraban el acontecimiento. Los niños correteaban por el patio mientras las esposas conversaban animosamente bajo la sombra de un árbol de mamon. Al fondo la música de Óscar de león "el diablo de la salsa"  ambientaba el lugar. Algunas parejas bailaban al ritmo del "cachumbambé", mientras otras hablaban; contándose anécdotas.
_ ¿una cerveza jefe? Le ofreció Luis.
_ Gracias compadre, es la segunda.  No hay que beber mucho, en este trabajo uno no sabe cuándo lo llama el deber.
_ Es cierto compadre, pero hoy es nuestro día y hay que celebrarlo.
_ Es verdad, pero este caso me consume las energías pensando en el arma y en el modus operandi.
_ ¡hoy debemos olvidarnos! Mañana es otro día.
        Tomándose un trago,  el Inspector le dijo: "De seguir las cosas como van el condenado finalmente quedara en libertad, y yo fallare en atraparlo".
_No lo vea de esa manera jefe, usted a hecho todo lo humano y técnico posible por atraparlo, estas son cosas que ocurren.
        Lo reconfortó el amigo con un golpecito en la espalda. El timbre del celular lo saco de la conversación, tomó el móvil y contestó la llamada, del otro lado le informaban algo serio por que su rostro reflejo signos de preocupación.
_ ¡No puede ser!, dijo, que paso con la protección brindada si yo envié los recaudos al comisario jefe, para el procedimiento administrativo.
         Se le notaba molesto y ofuscado, intercambiaron frases y luego colgó la llamada.
_ ¡Qué te parece Luís! asesinaron a Sofía en nuestras narices, y los agentes no se percataron si no en la mañana.
_ ¡Qué vaina!, jefe, tiene que ser Wilmer. ¡Se puso loco el hombre!
_ Tiene que ser él. ¡Me quito el nombre sino es él!, clamo con rabia.
        Las mujeres se acercaran al oír el timbre de voz, enérgico, del inspector, molesto se quitaba el sombrero y entraba a la casa para cambiarse la bermuda por un pantalón,  buscar sus credenciales y el arma de reglamento. Luis les informaba lo necesario a sus familiares y amigos para que se quedaran tranquilos.
        Salió de la casa aprisa despidiéndose de su esposa e hija.
_ ¡cuídate! Le susurro ella con un beso.
        Ambos montaron en la camioneta y tomaron rumbo a las afueras de la ciudad. Debían recorrer veinte kilómetros para llegar al lugar. Un trayecto de embarazosas curvas y empinadas cuestas, para luego descender y llegar al poblado.
_ Regreso a su pueblo natal a comenzar de nuevo y olvidarse de su pasado y ¡pobre! Jamás pensó que allí encontraría la muerte, comento el inspector mientras conducía.
         Llegaron a la dirección señalada y  se bajaron  rápidamente, la casa estaba rodeada de agentes policiales y una comisión del CICPC. Entraron a la sala y saludaron al detective Ernesto, luego se dirigieron al cuarto y encontraron al medico forense comenzando sus labores. Se colocaron sus guantes de látex y comenzaron a trabajar. Sofía lucia rígida, sobre la cama, en posición boca arriba.
__Murió por desangrado, señaló el medico, resultado de la herida punzo-corto-penetrante que le secciono la yugular izquierda, murió al igual que su amante.
_ Luís necesito que vayas de inmediato, ubiques a Wilmer corrales y establezcas su itinerario desde ayer al mediodía hasta hoy en la mañana, ordenó el Inspector.
         Luís salio y él procedió a levantar el acta conjuntamente con el detective Ernesto. El medico forense le entrego la información necesaria y estableció la muerte de Sofía entre once y doce de la noche, enseguida montaron el cuerpo en la unidad y la trasladaron al hospital general del municipio para realizarle la autopsia correspondiente. El Inspector continúo rastreando la casa y el traspatio en la búsqueda de evidencias que no aparecieron.
_Otra vez limpio el condenado, dijo,  está mejorando la técnica, pero tengo la corazonada que de esta no se salva, le susurro al detective.
         El grito angustiado de la hermana les llamo la atención y salieron a ver qué pasaba, encontraron a la muchacha con una crisis de nervios señalando el cesto de la ropa sucia.
_ ¡Ahí!..¡Ahí!..¡Ahí!....
 Al remover la ropa encontraron al perro de la casa, muerto, presentaba rigor mortis bien avanzado.
_Eliminó al perro para evitar ser sorprendido por el animal a la hora de escapar, comentó el Inspector.
         Una vez que conversaron con los agentes que protegían a Sofía llegaron a la conclusión que el asesino entro a la casa entre la seis y las nueve de la noche, en el momento que la familia salio a visitar a unos parientes. Encontró la casa sola, entro al cuarto de la víctima y allí se escondió y aguardo que mostrara un lado inofensivo al ataque planificado. Luego la desmayo con cloroformo. La coloco sobre la cama como si estuviera durmiendo y luego le dio el golpe mortal sin dejar el más mínimo rastro. En seguida salió del lugar sin levantar sospecha, aprovechando las sombras de la noche y los amplios matorrales del patio. El perro de la casa aquella noche no pudo salir a ladrar al intruso, por que este lo había matado en la tarde y guardado en el cesto de la ropa sucia.
Seis de la tarde.
          El comisario jefe Alberto Maroja los convoco a su oficina, después de reunir nuevamente el equipo y toda la información del caso de Sofía. Les solicitó no ignorar ningún detalle en la búsqueda de esclarecer el crimen, luego dijo:
_En resumen el informe medico legal de la autopsia señala que uso  cloroformo para desmayarla y la herida punzo-penetrante que provoco su muerte presenta características idénticas a las de su ex amante, por lo tanto el arma utilizada fue la misma con la cual asesinaron a Carlos Rodríguez.
_ Por lo que el móvil sigue siendo igual y la sospecha recae ahora con mucho mas fuerza sobre Wilmer corrales, concluyó el inspector.
 _ ¡Aja! pero no podemos vincularlo con el crimen, hasta ahora, según la pesquisa efectuada por Luís tiene nuevamente coartada perfecta; salio del primer turno a las 2.00 p.m., entre las 3:30 y las 4:0 pm tuvo el encuentro con Sofía en el pueblo,  luego se tomó unos tragos con unos amigos a partir de las seis de la tarde en el parador turístico, amanecieron en el bar y luego se fueron a dormir, objetó él comisario.
_Jefe, interrumpió el inspector Tico, pero entre las 6:00 p.m. y hasta que se despidió de sus amigos el  tiempo es relativo para él. Unos minutos quizás fueron horas para ellos.
_Claro que sí, explicó Luís, se a que se refiere el inspector, durante el interrogatorio los tres manifestaban fuertes dolores de cabeza y malestar en general. Ellos se lo atribuyeron a los tragos, pero nosotros sabemos que su amigo los necesitaba como coartada, así que lo más probable fue que les suministro en la bebida una pequeña dosis de algún narcótico, trastornándole la percepción del tiempo y el ambiente.
_Cierto, y según el informe de los agentes que la protegían Wilmer se paseaba por el pueblo casi todos los días. Guardando la distancia que se le estableció en los tribunales. Pero estoy seguro que en su mente buscaba establecer la rutina  de Sofía para elegir el momento más oportuno para actuar. Y de allí determinó que el sábado era el día preciso, acotó el inspector Tico.
_ ¿pero porqué la busco el sábado en la tarde, y según declaraciones de Sofía a los guardias de seguridad, le pidió que volviera con ella? Indago Luis.
_ya lo tenía todo programado para ese día, el encuentro con ella fue un reflejo emocional, el deseo de tenerla entre sus brazos nuevamente, en el fondo, el bien sabía que ella nunca más lo aceptaría, señaló el inspector.
_ OK, podemos decir que el sábado al salir del trabajo, invito a sus amigo a un trago de aguardiente, luego drogó a sus compañeros, montó en su carro, llego al pueblo y estacionó en algún lugar no sospechoso para los agentes. Se metió a la casa, mato al perro lo escondió en el cesto de la ropa sucia y el resto de la historia ya la sabemos. ¡Pero el arma, el modus operandi! ¡Como lo enlazamos con el crimen!, finiquitó el comisario golpeando la mesa.
        Hubo un momento de tensión, quizás por la angustia de saber que un criminal quedaría en libertad, a pesar del esfuerzo realizado.
_ Así es jefe, dijo Luis con cierto malestar que reflejaba en su rostro,  al igual que en el caso de Carlos actuó rápido y pulcramente,  dejando la escena del crimen libre de evidencias. Vendería mi alma para saber cómo esconde el arma. El desgraciado ha cometido un doble asesinato y no lo hemos podido atrapar, reflexionó Luís.
         El comisario percibió la emoción reflejada en el detective lo cual era bueno siempre y cuando no llegara a niveles de ensañarse contra el sospechoso. "Así son las cosas, expuso apaciguadamente, uno no sabe cuando se despierta una mente criminal habilidosa, quizás en el pasado fue una buena persona, pero algunas cosas influyeron en su psiquis, para que se convirtiera en lo que es ahora, un asesino serial. El amor duele cuando se convierte en odio".
_ Y nuestra misión es atraparlo a como de lugar, Así tengamos que quitarnos el nombre, si no es Wilmer, ¡verdad inspector! intervino nuevamente  Luís.
         ¡Así es! Respondió con una leve sonrisa, se encontraba ensimismado asociando pensamientos e imágenes grabadas en su mente. Carraspeó la garganta y soltó un pensamiento que desmenuzaba en su cabeza en la última semana.
_Esto se me parece al caso del asesinato con el estilete de hielo, donde no quedó rastro del arma utilizada en ninguna parte, salvo la sangre diluida sobre el pecho y restos de agua sobre el piso cerca de víctima.
_Lo recuerdo, dijo él comisario, con esto armaron el caso y el fiscal condujo al sospechoso a declararse culpable.
_Pero, en este asunto los análisis que le hicieron a Carlos y a Sofía, no evidenciaron nada y el rastro del arma no encaja en ningún caso anterior, agregó Luis.
_ y lo que es peor, tenemos una nueva arma en escena, señalo Tico.
_ ¡Se nos volvió a trancar el serrucho jefe!, Exclamo Luís.
         De repente el inspector saltó y gritó ¡Lo encontré! ¡Lo tengo!
_ ¡Que es lo que tiene! le dijo Luís.
_ ¡El caso, tenemos el caso! ¡Entro en acción la ley de Murphy!.... Déjenme reunir la evidencia y luego les explico.
_ ¿Cuál ley de Murphy? ¡Ahora si se subió la gata a la batea! Exclamó el comisario.
         Como un ciclón salió de la oficina, dejando a sus compañeros llenos de incertidumbre e incrédulos ante la situación. El detective Ernesto se asomo a la puerta y  lo vio alejarse por el pasillo central buscando la salida.
Lunes 18 de mayo.
         Al día siguiente, en la tarde,  el comisario jefe Alberto Maroja llamo nuevamente de urgencia al equipo asignado al caso.
        Existía una hipótesis basada en los hechos, con la cual se lograría atrapar al criminal. Ante sus compañeros de trabajo el Inspector comenzó a hilvanar su teoría.
_Ayer cuando conversábamos en la oficina les dije que existía mucha similitud de este caso con el caso del asesinato con el estilete de hielo. ¡Y claro! que poseía similitud, el señor Wilmer corrales asesinó a Carlos Rodríguez y a su mujer  con un arma punzo penetrante fabricada de hielo ¡Pero de hielo seco¡
         Todos lo miraron atónitamente, sin decir ni una palabra.
         "La idea me vino a la mente, cuando recordé la camisa que llevaba puesta el señor Corrales al presentarse a la escena del crimen el día 15 de abril, también la llevaba puesta el día del interrogatorio que le realizamos aquí, y ayer durante nuestra rutina de vigilancia, se la ví  puesta, porque venía del trabajo. Ella tenía impreso el nombre América soplado criogénico, S.C. Esto me llamo la atención porque la palabra criogénico trata de frío, fui a investigar y descubrí que la empresa se dedica a la producción de hielo seco y a la limpieza criogén. El hielo seco es dióxido de carbono en estado solidó y a bajas temperaturas se evapora por sublimación y pasa al estado gaseoso sin dejar residuo ni humedad".
_ ¡El arma perfecta! ¿Pero cómo se nos paso por alto relacionar la empresa con el perfil del crimen? Exclamó Luis.
_Son cosas que pasan, muchas veces obviamos detalles que encierran la llave para dar con el caso, respondió el comisario Maroja.
_Nos enfocamos tanto en buscar un arma convencional y nos olvidamos que los criminales no comunes, tienen la capacidad de inventar las armas más inverosímiles con tal de no ser atrapados. En ellos las emociones viscerales no existen, reconoció el inspector Tico.
          Luego continúo exponiendo su teoría y de pronto se detuvo por un momento para aclarar la palabrería técnica que estaba utilizando y que no entendían sus compañeros. Seguidamente finalizó diciendo:"De esta manera el señor Wilmer basándose en esos conocimientos y sabiendo que su esposa le era infiel, planifico y ejecuto la muerte de Carlos por considerarlo el obstáculo entre los dos y luego la asesino a ella al solicitarle el divorcio".
_ ¡aja! y como consiguió el arma, indago el comisario jefe.
_ Converse con el jefe de desarrollo e investigación de la empresa, fuimos al laboratorio y me mostró como se puede fabricar un arma semejante a un cuchillo. Allí, tomó cierta cantidad de nieve carbónica blanca, que se obtiene por expansión del CO2 y la prensó hasta obtener el arma, filosa y dura, que presentaremos como evidencia.
_ Pero, si él sr. Wilmer pertenece al departamento  de mantenimiento, como es que trabajaba en el laboratorio, ¡explíquese! exigió el comisario Maroja.
_Es cierto él trabaja en mantenimiento, pero tiene acceso al laboratorio por que es política de la empresa que todos los empleados y obreros conozcan los procesos.
         También dejo saber que el hielo seco se podía conservar, por cortos periodos de tiempo, en el frezzer de una nevera en buenas condiciones. Le preguntaron como podía trasladarse sin que se evaporara rápidamente. En seguida les mostró unas cajitas de forma rectangular, que se utilizaban para transportar muestras. El recipiente se fabricaba con un aislante térmico de alta calidad.
         El detective Luis automáticamente recordó la figura rectangular estampada sobre el hielo del frezzer de la nevera y todos acordaron que una vez fabricada el arma, utilizo el recipiente para transportarla hasta la casa y esperar el momento para usarla.
          En la sala se escuchaba un dialogo entretejido y el ruido provocado por una avispa que tercamente buscaba la salida a través del vidrio. Afuera de la sala el personal del cuerpo policial trabajaba afanosamente en procura de hacer justicia.         
          El teléfono de la oficina repicó y la conversación se detuvo por un momento, la cual se reanudo al comisario dar unas indicaciones y colgar el auricular. La voz del Inspector llenó nuevamente la sala de vibraciones. "Por indicación del ingeniero fui al medico forense y le pedí que realizara en las muestras de sangre un examen de CO2. Después de efectuado el análisis me informo los resultados y me los entrego certificados. La muestra tomada del dorso de la mano de Carlos mostró niveles de CO2 de 21 mEq/L, el cual estaba dentro del rango normal. La muestra de sangre analizada a nivel de la herida mostraba niveles de CO2  de 87 mEq/L. Las muestras de Sofía mostraron valores con la misma tendencia. Lo cual indicaba que el CO2 en exceso provenía de una fuente exógena, es decir el puñal de hielo seco.  Además me metí en Internet e investigue que el hielo seco al entrar en contacto con una superficie de altas temperatura, recordemos que la sangre tiene 37 grados centígrados, crea una explosión  por el cambio violento de estado, lo cual dejó en la herida apariencias de quemaduras y desprendimiento de tejido. Así fue como los asesinó con el arma perfecta porque aparentemente no dejó rastro, pero al igual que el crimen perfecto no existe, tampoco existe el arma perfecta porque todas dejan su huella, lo que hay es que buscar en los detalles"
         Exhausto el inspector termino de presentar su hipótesis y entrego las evidencias, así como un acuerdo firmado con el ingeniero Eustaquio Manríquez donde señaló estar dispuesto a declarar cuando el juez a si lo decidiera,  como experto en el tema criogénico.
         A los tres días siguientes, el juez recibió las pruebas y escucho la exposición sucinta de los hechos. Acordó que existían suficientes motivos y ordenó la apertura del juicio oral y publico.
         Luego que el fiscal presentara la hipótesis del inspector. Se vinculara con el examen de CO2, y  el Ingeniero Eustaquio Manríquez rindiera su declaración. El homicida se declaró culpable.
        Una vez leído la decisión de los doce miembros del jurado, el juez fijo la sentencia condenatoria a cadena perpetua.
         A final de año el Inspector Tico recibió el premio el "Cangrejo de oro" por ayudar a resolver el crimen que durante más de un mes tuvo tintes de cangrejo "Cocoroteño", crustáceos del río Cocorote que eran grandes, de caparazón oscuro y fieros
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Descripción

eL N OVEN INSPECTOR TICO SE ENFRENTA EN SU PRIMER CASO, AL TIPICO ASESINO SREIAL, LAS EVIDENCIAS NO APARECEN MIENTRAS LOS CRIMENES SE SUMAN A SU LISTA.

Palabras Clave: INSPECTOR TICO CRIMEN PERFECTO

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Creditos: FLORENCIO MALPICA

Derechos de Autor: FLORENCIO MALPICA


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florencio

hola daniel y gracias por tus palabras............
Responder
July 03, 2010
 

Daniel Florentino Lpez

Muy bien narrado,
con elementos personales
inconfundibles: el perro,
la descripción costumbrista,
los conocimientos de ciencias
naturales.
Una trama inteligente,
lectura agil y amena
Felicitaciones!
Un gusto volver a leer tus trabajos
Un abrazo
Daniel


Responder
July 01, 2010
 

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busy