Eramos nosotros los fantasmas
escapando del encierro,
eclipsando a los sabuesos
ávidos de sangre.
Eramos octubre en los huesos,
un guiso para el hambre,
un verso justiciero.
Décadas infámes,
patas en las fuentes,
digno caminar por la vereda
de la patria.
Eramos presente molestando
a los poderes constituidos,
general y actriz en amalgama
cual demonio intolerante.
Eramos los gritos,
el hecho maldito,
el mal de extenderse,
contagio jaqueando la paz,
tradiciones, poniendo en peligro
un estilo.
Eramos primarios olores,
costumbres que fuimos gestando,
cosiendo banderas,
luchando al compás de
victorias febriles, sentidas
leales.
Y no tardó el odio reacción
por señales, fusiles, aviones,
matar desde el aire,
instalar la barbarie,
humillar con sustento,
lastimar escarmiento,
exiliar el desprecio,
sin pensar que semillas
habían crecido,
batallando en el ruido
de los pensamientos,
preguntando a destiempo
por el hombre prohibido.
Y la espera fue larga,
se murieron poetas,
otros tantos nacieron,
sucumbieron nostalgias,
resurgieron las metas.
Devoción por las armas,
otra lucha es posible,
imaginen un mundo
que se prende y apaga,
que empecina su rumbo,
juventud maravilla
y el caudillo regresa,
débil su fortaleza
con sus hijos crecidos,
heredando la tierra,
mano a mano la guerra
por poder y certezas
que enterraron sin penas
ni olvido o entregaron
vencidos al feroz asesino
que diezmó presuroso
los vestigios mas puros,
las señales de auxilio,
entregando los niños,
condenando el futuro,
amparados sus gestos,
bendiciones divinas
y a templar la cocina
calentando mitos.
Eramos derivas, timones
astillados,
voluntad de aprender,
chicos pronto a ser soldados.
Llegarían las guirnaldas,
carnaval de las guitarras,
el fragor de nuevas sendas,
los amores, las palabras.
Eramos un sol para quemar
impurezas solitarias,
festejar carnales cópulas
con los amos imperiales
renegar de los orígenes,
transitar por los mandatos,
atrasando los relojes,
emulando a un tal Pilatos,
si total vendrán un día
erigiendo monumentos
y quizas tengan atentos
signos de delicadeza.
Y despues el acabose
2001 a troche y moche,
invocando represión,
fuga, techos, descontrol,
esperanzas, transición,
aunque haya tumbos
y un camino de verdades
cara al siglo nos acecha,
buscando respuestas
como destinos.