Vida cotidiana
Publicado en Jul 15, 2010
El despertador sonó a las 6.30 de la mañana. La pareja no quería levantarse, ya que habían llegado de madrugada a casa. Unos de ellos era actor y esa noche se había estrenado una obra de teatro llamada ¨La Tregua¨. Él interpretaba el drama de Jaime, luego de que su papá se enterara sobre ¨el no gusto por las mujeres¨ de su descendiente y, aunque antes de esto fue el preferido de su progenitor, tuvo que abandonar completamente a su familia por los prejuicios de sus hermano y el odio de su padre a los homosexuales.
Cuando la obra terminó, el auditorio quedó en silencio, sólo por algunos segundos, hasta que la primera persona, erguido, empezó a sonar sus manos fuertemente. Entonces, uno por uno se fueron poniendo de pie mientras aplaudían. Tuvieron que salir más de tres veces al escenario para recibir esa calurosa ovación. En consecuencia, la obra fue todo un éxito desde su primera presentación hasta el final cuando recibieron una placa de reconocimiento por las doscientas representaciones en escena. Después de la primera actuación, naturalmente, hubo un brindis. Esa noche, él no pudo inmediatamente festejar ese triunfo con su pareja, pues muchos de los invitados querían sacarse la foto con él. Su actuación había sido ¨excelente y natural¨, así que varios medios de comunicación querían entrevistarlo. Luego de algunas horas, el salón se fue vaciando lentamente. Fue entonces que se acercó coqueteando a su pareja con dos copas de vino, como para disculparse de haberla abandonado todo ese tiempo. El grupo de actores y sus respectivos acompañantes fueron los últimos en salir del lugar. Ellos se dirigieron a su carro: ¨un escarabajo¨ que compraron con colores de blanco y verde. Puesto que no querían que siempre les hicieran la señal de parada, pues el vehículo era confundido por un taxi, lo pintaron de rosa. Cuando sus dos pequeños "hijos adoptivos" lo vieron, soltaron tremenda carcajada, pues sólo a ellos se les hubiera ocurrido ponerle ese color. ¨La pantera rosa¨ - así lo habían nombrado los pequeños- esa noche no quiso arrancar. Por suerte lo dejaron en el estacionamiento del teatro y no expuesto en la calle para que los ¨propietarios de lo ajeno¨ no se lo llevaran, pues era unos de los autos preferidos en el mercado negro de autopartes. En el taxi, uno de ellos bostezó con fastidio porque todavía era jueves y faltaba sólo tres horas para levantar a los niños, preparar el desayuno y ¨ la lonchera¨ que siempre los acompañaban a la escuela para evitar que ellos comieran ¨la comida chatarra¨ que vendían en los puestos ambulantes que se encontraban afuera de la institución... •- No te preocupes, que en lamañana te voy ayudar con los niños porque tengo que llevar el auto al mecánico y de paso los llevo a la escuela. •- Pero, tú también debes estar cansado después de haber puesto toda tu energía en la actuación de hoy. Deja reparar el auto para el sábado. •- Lo quiero llevar mañana para que el fin de semana esté listo. El sábado tenemos que dejar a ¨Pepito¨ en la escuela de Fútbol y ¨la Panchita¨ tiene ballet en la academia que está al otro lado de la ciudad. •- Yo creo que si ellos faltan, no pasa nada. Hasta nos podemos ahorrar la cuota y con eso puedes reparar el auto. •- Ya sé que tú prefieres que se la pasen viendo ¨la tele¨ todo el día. •- Esta vez, no es eso, sino que estoy pensando en ti, pues en los últimos días no has dormido bien, pensando en tu obra de teatro. Continuando, sobre el tema de la tele. Yo creo que si controlamos los programas que ellos ven, pueden también aprender. Pero como te crees un ¨intelectual¨, quieres que ellos nunca se distraigan... •- Sabes qué, esta vez no quiero discutir sobre la educación de nuestros hijos. Hoy, sólo quiero festejar contigo el éxito que tuvo la obra sobre la cama, después podemos dormirnos como ¨angelitos¨ hasta que despertemos a nuestro ¨diablitos¨. •- ¿Entonces, tú los llevas a la escuela? Y por favor, tienes que prepararles ¨la lonchera¨, pues a ti no te importa, si comen palomitas y toman Coca Cola. •- Ya lo sé, " Charlie". Finalmente, los dos se quedaron callados al escuchar el texto de una canción que estaba en la radio> " Cada loco con su tema, contra gusto no hay disgusto"... Al término de ésta se miraron y solamente sonrieron...
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Jos Luis Marrero
ROSY
PARA QUE ESCONDER LA CABEZA ...PARA QUE DARLES LA ESPALDA...POR EL CONTRARIO CUANDO YA NO HAY REMEDIO HAY QUE BRINDARLES NUESTRO APOYO...SON NUESTROS AMIGOS...NUESTROS HERMANOS...NUESTROS HIJOS Y NECESITAN MUCHO AMOR Y POR SOBRE TODO COMPRENSION.
CARIÑOS...ROSY
Carlos Campos Serna
Saludos
Felix Antonio Esteves Fuenmayor
Un relato interesante y contado con inteligencia.
Saludos
Félix
Elvira Domnguez Saavedra
Cordiales saludos