Nueva familia
Publicado en Jul 18, 2010
Muchos recuerdos se han guardado en mi memoria, algunos tristes y otros alegres, pero quizas el que más recuerdo vividamente es el día que él se marcho sin siquiera decir adios.
Esa mañana nada fue normal, los gritos habituales que solian profesarse no retumbaban entre las paredes de la casa, pense que papá no se había ido a quedar, grande fue mi sorpresa cuando al salir de mi cuarto encontre la puerta abierta de la habitación de mis padres, él metia su ropa con cuidado a una maleta. Mis ojos viajaron hasta otra maleta rechoncha acomodada junto a la cama, le mire todo el rato que estuvo ahi dando vueltas alzando sus cosas, en silencio. A mamá la podia escuchar en la cocina sollozar, dejando en momentos un grito de insultos, para volver a llorar. Papá paso a mi lado como si no existiera, bajo las escaleras y salio con sus dos maletas, fui hasta el portico donde le vi meter en el maletero su equipaje con gran fuerza. Subio al auto, saco un sobre, se dirigio recto y serio hasta la casa, dejo el sobre en la mesa del comedor y sin decir nada nuevamente salio. Me quede viendo como su espalda ancha se dirigia al auto y como éste se empequeñecia hasta desaparecer en una vuelta. Me quede ahí hasta que mis ojos se aguaron, hasta que mi pequeña mente abria paso a lo que tanto temía y fui escuchando. Esa fue la ultima vez que vi a mi padre, mi madre poco despues tambien se fue en medio de la noche, dejandome con mis abuelos. Ellos siempre fueron buenos. Fueron los que por primera ves en medio de la noche me abrazaron, limpiando mis lagrimas y alejando los miedos que se anidaban dentro de mi pecho. Ahora veo la misma imagen de un auto alejandose, perdiendose de mi vista, pero esta vez se que el pequeño que va ahí regresara. Ahora a mi lado esta una mujer fuerte, amable, cariñosa que sostiene mi mano con dulzura. Los días grices no se borran, como tampoco los dias llenos de colores, lo unico cierto es que solo nosotros sabemos que clase de presente construiremos, solo nosotros tenemos el poder de saber cual de esos dos recuerdos tomaremos como tesoro y como base para volvernos lo suficienteente fuertes para continuar hacía adelante.
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MARIANO DOROLA
UNA HERIDA INCURABLE O IMBORRABLE COMO ESTA, FUE LA PRIMERA DE MI CORAZÓN CUANDO TENIA 4 AÑOS.
TE ABRAZO... SIN MUCHA ENERGÍA... SIN PODER CAMBIAR NADA DE NADA...
HUMILDE...
RESPETANDO TU DOLOR, CONOCIÉNDOLO A LA PERFECCIÓN POR HABERLO EXPERIMENTADO.
MARIANO