Genoma y feromonas: gualicho
Publicado en Jul 24, 2010
"Pisa el salitre de la Pía
y piérdete en la basílica la de la Santa Madre de la Mano Negra" Fue el mensaje de texto recibido por Isabel a medianoche, cosa que la aterró y la hizo afirmar que se trataba de un gualicho. Empezó a enumerar a envidiosas de siempre, después lo atribuyó a alguna de mis ex novias, para más tarde prender una vela y nombrarlas a todas juntas con un lenguaje que yo le desconocía hasta el momento. Decidí no hacerle caso más que con un "ajá" automático y enajenado en ese acorde que aún se me encaprichaba en no encajar con un previo bemol. Y sólo en horas, el retrovisor reflejaba ojos saltones y atentos al drama suscitado entre sus pasajeros, ojos más empecinados en escucharnos que en clavar pupilas sobre pavimento que, anegado tras el parabrisas empañado, reflejaba cítricas simetrías y ocultaba críticos obstáculos, peligros tras el pálido telón de una llovizna que pendía de la penumbra, esporádicamente rasgada por relámpagos. -¿puede mirar hacia la calle, por dios?-, le dije al entrometido mientras volvíamos a casa.
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inocencio rex
inocencio rex
Roberto Langella de Reyes Pea
Roberto Langella de Reyes Pea
Che... ¿otro retacito?, ¿y pa' cuándo otro capítulo entero?
Roberto Langella de Reyes Pea