FÁCIL DISTINGUIRLOS
Publicado en Jul 24, 2010
FÁCIL DISTINGUIRLOS
Una negra grande, hermosa, coqueta y promiscua compartía con los varones del pueblo su cama y su cuerpo sin distingos políticos, raciales o religiosos. Resultado de estos amores desaforados fueron ocho negritos de diferentes tonalidades y distintos progenitores, pero con un asombroso parecido a la madre, que recorrían el poblado ofreciendo diferentes comestibles: - ¡Las arepas de laja calientes! - ¡Los envueltos de mazorca fresquitos¡ - ¡Las almojábanas! Y es que le mujer amasaba unos panes de maíz y de trigo que eran la delicia de todos. Como cosa curiosa, todos sus vástagos llevaban el mismo nombre: Hermógenes, que le hacía recordar al primer hombre que la hizo mujer. Al ser cuestionada por una trabajadora social el resultado fue algo así: - Carmen Julia, si todos sus hijos se llaman igual, ¡cómo hace para ¿diferenciarlos? - Por el apellido doctora, por el apellido.
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Antonio Umbral
mis saludos Antonio.
Miriam
Felix Antonio Esteves Fuenmayor
Un cuento que me recuerda a los Buendía de Cien Años de Soledad.
Un fuerte abrazo
Félix
leticia salazar alba
feliz
Edgar Tarazona