La vida se ha convertido en una vorágine de inaplazables premuras. Un transitar de aspiraciones individuales y colectivas que nos llenan de afanes permanentes (a veces hasta esperpénticos) donde proyectar nuestros anhelos y la ineludible necesidad (muchas veces creada de manera aritificiosa y no precisamente natural) de apresar oportunidades. Y todos corremos como locos con la voluntad de superar obstáculos.
En este maratón en que se ha convertido la vida (una especie de MAPOMA infernal) es muy importante y necesario para nuestra salud mental darnos pausas para vivir y valorar adecuadamente el mundo de nuestras relaciones interpersonales. Es ese entorno de los amigos y las amigas. Un vino añejo que nació en una caverna de la prehistoria (a la luz de un fuego ardiente) y que sigue su existencia a través de millones de años.
Me emociona recordar a los amigos y las amigas de la infancia y la juventud y me emociona vivir la amistad en mi vida presente... porque la amistad es tan importante para nuestra felicidad personal que hasta leo un pensamiento de Antonio Gala, que está grabado en estas páginas del Vorem, donde el escritor dice: "El amor es una relación de amistad con algunos momentos de erotismo".
Es mío el pensamiento que dice "El compañerismo se busca, la amistad se encuentra y el amor nos sorprende pero ninguno de estos tres sentimientos se debe mendigar". Acertado pensamiento de donde entresaco que, en lo referente a la amistad, que no se mendiga sino que se encuentra y se enlaza en nuestro sentimiento de forma natural, es importantísimo que nunca, bajo ningún concepto, la rompamos. Es como el vino. Cuánto más añejo mejor sabor deja en nuestro ánimo. Sin la amistad nos volveríamos locos de tristeza y sería imposible sentir el compañerismo y el amor.
Existe en el sentimiento de la amistad un paso muy importante para llegar a descubrir la sopresa del amor. Desde un compañerismo que siempre se debe buscar, hasta ese amor hombre/mujer que nos sorprende porque es el verdadero, hay un paso evidentemente razonable: la amistad. No puede existir amor si no existe amistad y no puede existir amistad si no existe compañerismo. Esto para que mediten muchos y muchas que han despreciado tanto al compañerismo, como a la amistad como al amor... y hablo del verdadero compañerismo, de la verdadera amistad y del verdadero amor sin subterfugio alguno, sin apariencia alguna, sin estafa alguna y sin ninguna clase de engreimiento. Porque los engreídos son, al mismo tiempo, también vanidosos y, por supuesto, envidiosos... sólo que lo intentan tapar con una amistad más falsa que un dólar de madera.
Bien. Es de noche. Acaba el día y mañana volveremos a levantarnos otra vez los que creemos en la vida. Algunos no. Algunos han decidido creer en la muerte. Grave problema, amigos y amigas, grave problema. Deberían ser ellos los que tuviesen que visitar a los psicólogos y psiquiatras (sobre todo a los psiquiatras para ser más sinceros) porque no hay cosa peor que una amistad falsa. Si la amistad es falsa el compañerismo no existe y el amor se va al garete. Es lo que está pasando continuamente... pero lo peor de todo esto es la "ceguera"... "ciegos" van por la vida... bueno... hasta mañana... ya he reflexionado lo suficiente como par ir a la cama con la conciencia bien tranquila.