Bienvenida.
Publicado en Jul 31, 2010
Errática caminó hacia la luz, que se desvanecía con cada paso. Pensó lo feliz que había sido en su niñez, en lo mágico del árbol, que gigante y frondoso, cubría la ventana de su dormitorio, y que con la llegada de la noche, le permitía ver cantidad de figuras contrastadas a la luz de la luna.
Seguía por su camino, y vio de repente, al rostro de aquella niña simpática que vivía junto a su casa, recordó las tardes que la miró en el patio, y deseo ser su vestido, ese trajecito celeste, muy vaporoso para una niña tan chiquita. Ella quiso ser ese vestido para acompañar al cuerpo de aquella vecinita, tan menudita, tan alegre, tan bella, tan libre. Ya se acercaba al foco fantasmagórico, a aquella luz incandescente, media natural y media plástica, y miró a un costado de su perspectiva, a aquel rostro que marcó su existencia, lo vio a él, ahí estaba Manuel mirándola, sonriéndole. Ella lo vio y entrecerró lo ojos para poder apreciar con claridad las imágenes que aparecían cinematográficamente frente a ella. Logró divisar aquel día, en que bromeando le dijo: ¿me trajo lo que me prometió?, y ella descolocada, solo se rio nerviosa y dijo: yo no prometí nada. Inmediatamente desenfocó la proyección y reapareció otro momento, cuando se quedaron a solas, y ella con un dolor desesperado quiso terminar con la charla absurda y abalanzarse a sus brazos, pero se contuvo, por una vida se contuvo. ¡Estamos listos! -oyó a lo lejos. Ella con miedo con sus manos se aferro a las paredes que la rodeaban, no podía evitar la presión y como algo la tomaba de los pies y la jalaba. ¡Uno más, el último! -escuchó -¡Aaaaaah! ¡Nació una linda niña!¡Bienvenida!
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Malena
juanfra