Gracias amigo Felix, un abrazo
Jorge

Nydia, un poco de descanso por las sierras, pero lo bueno dura poco.
Besos

Daih, ni paraisos perdidos, ni crisis de panico, apenas adentramientos, ensimismamientos como oscuridades que piden ayuda
Besos

Sachy, por suerte es solo un texto, pero tuve esos momentos de asfixa, creo que todos hemos pasado por ahi alguna vez.
Gracias por tus reflexiones
Cariños

Roberto, instintos implacables como el mundo de los ciegos que investiga paranoicamente Fernando Vidal Olmos al considerarlos parientes de los sapos, los saurios y otros
animales semejantes. El misterio y lo trascendente tal vez sean herencias de Don Ernesto y aquellas primeras lecturas de Sobre Heroes y Abbadon.
Me tengo que ir mas seguido, es bueno saber que a uno lo extrañan, jaja!!
Un abrazo

El miedo nos paraliza, pero también y en la mayoría de los casos intensifica los instintos, así la supevivencia del reino... de lo humano... depende de los temores, de esa asfixiante incertidumbre de no saber a donde vamos.
Un poema excelente.
Saludos
Félix

Yo empiezo a respirar Jorge querido..el amor, de nuevo a mi ...
te he extrañado donde te metes!
besos siempre amigo lindo!

Como devolvernos al paraiso perdido, y la tan atual enfermedad de las crisis de panico, parece que el hobre ya no se la pudo consigo mismo. Uy! apocaliptico mensaje, hermos Jorge como siempre las estrellas del sur bien merecidas

Jorge muy bien explicada la forma cuando uno se siente asfixiado, cuando ves que las esperanzas
se terminan y que nada pero nada te indica que puedas salir de ese estado....................
espero solo sea una poesía y no te sientas así hoy en tu vida, excelente texto.
Te dejo mis saludos
Sachy

Sábato habla de alguien en "Sobre Héroes y Tumbas", un antropólogo, creo, que dedicó su vida a intentar comprobar que la civilización gradualmente iba matando al instinto, en el hombre, y fracasó. Me encantó el poema. Siempre se te extraña, amigo.