Aoranza
Publicado en Aug 05, 2010
Cúantas veces volví, sin darme cuenta,
sin conducir mis pasos, ni guiarlos, sin que mi voluntad se interpusiera, al lugar de mis días encantados En la calle, ancha, tranquila, luminosa, busqué las risas, los llantos, las palabras, El eco del pasado ya no estaba, aunque en mi corazón, siguiera intacto La casa del abuelo, sus portones, sus altos ventanales y sus plantas, la madreselva que envolvía al muro, en abrazo de amante, enamorada. Un poco, más allá, mi propia casa, donde la infancia transcurrió, sin penas, como el muro, que envuelve acariciante y protege frondosa madreselva. Y aquél primer amor, el más ingenuo, el más dulce, el más tierno, el más osado, entre risas y juegos infantiles, el misterio de un beso, ha develado. Es aquí, en esta calle, entre estos muros, silenciosos, ajenos, donde yacen, mis sueños de la infancia, los afectos de siempre y mi añoranza.
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haydee
Las citas de los magníficos poetas que rescatan el pasado para inspirarse, en los que encuentras puntos de coincidencia con el poema que escribí, me halaga sobremanera, aunque la similitud radique sólo en la temática.
Como bien dices, el pasado es fuente inagotable de inspiración porque allí quedaron los seres amados y todo aquello que formó y dió sentido a nuestra vida. Sólo para recordarlo con algo de nostalgia, es más positivo vivir y gozar del presente.
Saludos
raymundo
juanfra
haydee
Felix Antonio Esteves Fuenmayor
Un fuerte abrazo
Félix
haydee
Un gran abrazo, querido Amigo.