El profesor Tabernas (Relato). Aumentado.
Publicado en Aug 09, 2010
- ¿Comprendes, Andrés, por qué el profesor Tabernas se emborracha y llora cuando se queda solo?.
- ... - Ese hombre, aunque no lo parezca, también tiene alma... pero podrida... - ... - Todas las tardes, después de haber pasado las mañanas en la sede del Opus Dei, se dirige a la Facultad. ¿Sabes qué hace allí?. Impone sus deseos. Por eso cuando entra en el aula se celebra un gran desfile: los estudiantes salen nada más verle llegar. Según se enfunda las "pistolas de profesor" los alumnos se marchan, en tropel y armando algarabía, a tomar un trago al bar. Son pocos,¡escucha Andrés!, son pocos los que quedamos para soportar su duelo. No sé si somos los más valientes o los más cobardes; pero somos muy pocos los que nos quedamos. !No te creas!. No lo hacemos sino porque hemos convenido en sacar, luego, fotocopias de nuestros apuntes para repartirlos entre todos los de la clase. Por eso es por lo que, cuanodo él entra, con la cara dura, congestionada y constreñida de indignación e ira, y sus mudos silencios de siempre, la mayoría de los alumnos se van al bar. Y no lo hacen con la cabeza agachada sino alegremente. ¿No te lo crees, Andrés?. Eso es tan cierto como que es el profesor Tabernas quien se sonroja y agacha la cabeza. - ... - Yo creo que él desearía, en su interior, cambiar sus métodos de enseñanza. Que quisiera variar la forma de impartir sus conocimientos. Pero ¡no puede, Andrés!. Es demasiado orgulloso. Confunde su personalidad. El profesor Tabernas impone sus propias distancias cuando intenta imponer "su ley". Para cambiar tendría que transformar tanto sus principios que se siente impotente. A pesar de su titulación no aprendió la lección más simple de la vida: la fácil lección de la sencillez. Él quiere creer que es superior a sus alumnos y tiene miedo de que éstos le demuestren lo contrario. Por eso no desea compartir. Él siempre arriba y los demás ¡siempre abajo!; él siemrpe en pie y los demás ¡siempre sentados!; él siemrpe hablando y los demás ¡siempre mudos!. - ... - ¿Sabes una cosa, Andrés?. A veces soporta humillaciones como el vuelo de algún avión de papel o de alguna tiza que estalla en la pizarra. Se enfada. Blasfema. Castiga. Pero los aviones siguen volando y las tizas siguen estallando en el pizarrón. Aunqeue lo peor es que él lo sufre en su cerebro. Se enfada. Blasfema. Castiga. - ... - La semana pasada descubrió un panfleto pegado en la puerta del aula. El profesor Tabernas lo leyó e, indignado, no quiso dar clase. Nos llamó sinvergüenzas. ¿Sabes lo que escribieron en el papel, Andrés?. Te lo voy a recitar textualmente: "Si no tuviésemos la obligación impuesta de tener que soportarte, profesor Tabernas, !ni las ratas vendrían a escucharte!". - ... - Quizás no te lo creas, Andrés, pero escucha esta grabación que tomé, el otro día, de una de las lecciones impartidas por el profesor Tabernas. !Escucha qué manera de desperdiciar la tarde dedicada a Antonio Machado!. - "Atención... silencio todo el mundo y a copiar mi dictado!. ¿A dónde va usted, señor Otero?". - "No merece la pena ni explicárselo...". - "Y usted, señor Sánchez, ¿a dónde va?". - "Me voy con Otero". - "Espere, señor Valverde!. ¿Hacia dónde se dirige?. - "Yo sigo los pasos inteligentes de Otero!". - "Pero bueno... ¡esto qué es!. ¡No se vaya usted, señor Vázquez o le abro un expediente!". - "Puede usted abrir todo el expediente que desee... yo me voy con Otero". - "¿Señor Roberto?". - "Yo creo en Otero y me voy con él". - ¿Usted también, señorita Ordóñez?. - Yo también... ¡y le voy a explicar por qué!. Me coy con Otero porque, al menos, con él aprendo lo que es sentir las cosas que queremos interpretar. Es un ser de carne y hueno y no lo disimula como usted. Sabe enseñar sentimientos humanos sin tener que subirse a ningún estrado y, además, interpreta pero deja interpretar libremente a cada uno, Es nuestro líder... no porque él lo haya querido... ni tan siquiera lo ha buscado. Es nuestro líder porque nosotros lo hemos elegido libremente. Ni él mismo sabe cuánta cantidad de liderazgo hemos despositado en él. Yo me voy con Otero porque no deseo ser una persona pasiva y sin personalidad. No quiero seguir ni un minuto más escuchando su ignorante prepotencia. Para mí, quedarme a escuchar su mal llamada lección discursiva, es perder una tarde de enriquecimiento personal. Me voy con él y ya puede usted tomar toda clase de represión contra nosotros o, tal vez, contra él... porque seguiremos teniéndole como líder y seguiremos sus pasos y no los de usted ni los de ningún falso maestro". - "Pero... ¿qué título tiene ese dichoso señor Otero?". - "Tiene el título de la honradez, de la nobleza, de la libertad, de la sencillez, de la humildad, de tantas cosas que usted no alcanza a comprender". - "Pues quedarán todos ustedes suspendidos en esta primer convocatoria... ¡A ver si él es capaz de salvarles!". - "Él es capaz de salvarnos aunque usted nos suspenda todas las convocatorias que se le antojen!. ¡Preferimos supender con él que aprobar con usted!". - "!Necia!". - "!Pero libre!". - "¿Alguien más quiere salir de la clase?. ¿Acaso, usted, señorita Garre?". - "Yo también". - "!Confiaba mucho en usted!". - "No le voy a engañar. Prefiero a Otero". - "¡Quien se quede hoy en clase queda aprobado!". - "De todas formas, yo me voy". - "¿Alguien más?". - "Yo también me voy". - "¿Usted también ,señor Pelayo?. !Eso sí que es una sorpresa para mí!". - "Pero no una sorpresa para mí. Conozco a Otero. Sé que es sincero" - Bueno, ¡ya no permito que nadie más se vaya del aula!". "Según el libro de Leopoldo de Luis y Angel Valbuena, Antonio Machado Ruiz nació el 26 de julio de 1875, en Sevilla. Hijo de Antonio Machado Álvarez y de la confitera Ana Ruiz, los cuales habíanse casado en 1870, y nieto de Antonio Machado Núñez, graduado en Leyes y Letras, y de Cipriana Álvarez. Su hermano Manuel había nacido el 26 de agosto de 1874. Tuvo otros hermanos que se llamaron José, que fue pintor, Joaquín, Francisco y Cipriana". (Una tarde parda y fría de invierno,. Los colegiales estudian. Monotonía tras los cristales). "Tales son círculo familiar y contorno social del niño, formativos, sin duda como cuanto envuelve la infancia: con marca no desmentida en el curso de los sesenta y cuatro años de su vivir y en los cuarenta de su escribir". (Es la clase. En un cartel se representa a Caín fugitivo, y muerto Abel junto a una mancha carmín). "Colegio seglar en Sevilla, desde las cinco a las ocho, porque en 1833 el clan Machado se trasladaba a Madrid. La mano formativa será desde entonces la Institución Libre de Enseñanza, otra marca inolvidable en el hombre y en el poeta. Nueva década de familair círculo ileso que se quiebra con la marcha del padre a Puerto Rico -todavía español- para ejercer de registrador de la Propiedad, carrera más lucrativa, entonces como ahora, que la de Letras. Y una sombra dolorosa, acaso la primera: no volverán los niños a verlo más, porque regresa tuberculoso y muere en Sevilla el año de 1892, mientras los pequeños permanecen en la capital". (Con timbre sonoro y hueco truena el maestro, un anciano mal vestido, enjuto y seco, que lleva un libro en la mano). "Machado se forma intelectualmetne en la Institución Libre de Enseñanza, y sus lecturas son las mismas de los escritores típicos del 98: Kant, Schopenhauer, en filosofía, como en Baroja el novelista, como el primer Maeztu, como en "Azorín". Al propio Giner dedicó un poema-epitafio típico del laicismo franciscano de sus ideas y su época, de la que es típico a la vez como fervor y como limitación e intención al verso: "Yunques, sonad, enmudeced, campanas". Antonio Machado murió, en Francia, en 1989". (Y todo un coro infantil va cantando la lección: mil veces mil, un millón). "Las obras más principales de Antonio Machado son: Soledades (1899-1902), Campos de Castilla (1912), Nuevas Canciones (1924), Del camino, Galerías; Humorismos, fantasías, apuntes; Elogios a Juan de Mairena, sentencias, donaires, apuntes y recurdos de un profesor apócrifo(1936)... y, compartidas con su hemrano Manuel: Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel, Las adelfas, La Lola se va a los Puertos, la duquesa de Benamejí, la prima Fernanda y El hombre que murió en la guerra". (Una tarde parda y fría de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de lluvia tras los cristales). "¡Y ya lo saben ustedes!. !Si se presentan al examen final, sólo por haber acudido a todas mis clases están ustedes aprobados!". - ... - Hay más, Andrés. El profesor Tabernas, ayer, expulsó a uno de sus alumnos por intentar copiar en un examen parcial. Y... como es tan orgulloso... le va suspender en junio como sea y a como dé lugar. Quizás también en septiembre. Se trata de su alumno más intleigente, Otero. - ... - ¿Coprendes ahora, Andrés, por qué el profesor Tabernas se emborracha y llora cuando se queda solo?. - Si. Lo he copmprendido todo menos una cosa. - ¿Qué es lo que no has comprendido?. - Lo de las sewñoritas Ordóñez y Garre. - Andres. La vida es un sentimiento demasiado difícil para ti. Debes aprender a ser algo más que un simple humano. Debes aprender a ser una persona. - Pero... ¿qué tiene que ver eso con lo que te he preguntado?. - Hay dudas que parecen dudas, Andrés... y hay dudas que son dudas de verdad. ¿Dónde está la verdad o la mentira delas dudas, Andrés?. - No lo sé, Otero, no lo sé. - Yo tampoco lo puedo saber todo. Sólo dejo que las circunstancias del futuro me expliquen ciertas acciones humanas del presente y ¿sabes algo más?, del pasado he aprendido también cosas personales, cosas tan personales que llegan a ser absurdas muchas veces, Andrés, verdaderamente absurdas. - ¿Es que las mujeres son absurdas, Otero?. - No Andrés, no. Las cosas que hacen ciertos hombres que se llaman humanos pero no lo son, y mujeres también aunque no sean las culpables, son absurdas que es algo muy diferente. - Por fin. Ahora por fin lo he comprendido. - Entonces deja de engañarte a ti mismo no sea que te conviertas, mañana, en otro profesor Tabernas, Andrés. Y termines emborrachándote y llorando a solas, cosas que por supuesto no te lo deseo. Escucha, compañero: al dolor no se le combate con el dolor... al dolor se le combate con el saufrimiento. - Ahora es más difícil comprenderte. - Pues es muy sencillo de saber. Preguntáselo a ellas. - ¿A quiénes?. - A las mujeres que vayas encontrado por la vida bajo cirucnstancias ajenas a su voluntad. Quizás así comprendas ya lo que es ser un profesor Tabernas y entender lo que es ser una mujer de verdad. La luz del sol se apaga... se paga... y llega la Luna... - Adiós Andrés... - ¿Hasta luego o hasta nunca?. - Un adiós es únicamente un adiós. No le des demasiadas vueltas a esta frase y descansa. Quizás mañana, ya de verdad, lo hayas comprendido todo.
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