Abrázame, mi amor… Tronaron los pilares
de nuestro nido
Los dolores se sumergieron lacerantes
acumulados en tus silencios
Orbitaron cual lágrima aterida
hasta rebasar los cristales
y magullar tu savia
Con torpes actitudes
quise blindar nuestras fronteras
para resguardarte
Pero recibiste el embate
de vientos tempestuosos
de cuchillas invisibles
de penas inconclusas
de duelos jamás expresados
Aprecié mi debilidad
Insomne deambulé por la pena
Apacenté fuerza para acompañarte
Tiritando ante la probabilidad
Intentando estrujar la fe
para reencontrarme con Dios
Rogando por ti
Rogando por mi
Suplicando
poder amarte
eternamente
9 Diciembre 2004, incluido en libro Cable a Tierra, 2010.
María Ester Rinaldi
Saludos...
Marìa Ester.