"No importa que te llamen dominguero airados los taxistas al pasar. Mañana es fiesta y no recuperable; ha de lucir un sol primaveral. San Marcus Welbis en la televisión,
milagroso un infarto curará. Atentos al pronóstico del tiempo; aguaceros, chubasco y temporal. Adelante hombre del seiscientos la carretera nacional es tuya. (doble bis)Ya se levanta el héroe del domingo, ya ruge su caballo de metal, ya se cala la gorra y acelera, la ciudad queda atrás.. Unas gotas de lluvia en la comida, no te preocupes pronto escampará. Concha coge a los niños que parece que la cosa va a más. Adelante hombre del seiscientos la carretera nacional es tuya. (doble bis)".

Todos los que hemos pasado el Ecuador de las vivencias patrias, recordamos cuando los del 600 éramos dueños de las carreteras nacionales. Y es que entonces con 600 pesetas de sueldo mensual podíamos perfectamente vivir y permitirnos el lujo de gozar ampliamente del ocio. Como verdaderos reyes. Sí. De acuerdo que eran sencillos 600 nada más pero las carreteras con el Toro de Domecq eran testigas de que vivíamos fiestas plenas en familia y hasta sobraba para vestir más o menos bien a todos los componentes familiares de aquella España de entonces. Se nos veía como a verdaderos caballeros.

Hoy, gracias a la gobernatura de un zapatero acosado por una bruja, nos dan solamente 600 euros. Con 600 euros, desde luego, los humildes pensionistas, jubilados, inválidos y emigrantes retornados, no pueden más que tomarse un carajillo a la semana porque con 600 euros (que deberían valer más que 600 sencillas pesetas) no se pueden hacer grandes cosas como antes, sino esperar a que milagrosamente lleguemos a final de mes. Los Rodríguez y Fernández del PSOE no son los Rodríguez y los Fernández de aquellos tiempos pasados en que todos los de la Tercera España sonreíamos a la vida. Los Rodríguez y Fernández del gobierno actual nos están prohibiendo hasta la propia sonrisa. 600 pesetas al mes eran un sueldazo hace muy poco tiempo. 600 euros hoy son una miseria nada más. Entre los apaños de Zapatero y Correa nos quieren amargar la existencia a los pensionistas, jubilados, inválidos y emigrantes retornados que dejamos en cada gota de nuestros inmensos esfuerzos, un "hacer patria" allá donde tuvimos que irnos para conquistar un poco de gloria. Así trata el gobierno del PSOE a sus propios compatriotas y encima quieren más. Encima quieren nuestros votos para eternizarse en el poder.

A la Tercera España, plagada ya, además, con el 20 por ciento de desempleados y "lo que te rondaré morena", la quieren hundir en el Pozo de la Tercera División Social, como si fuésemos simplemente un Don Benito cualquiera. Pero no. Están muy confundidos el señor José Luis Rodríguez Zapatero y la señora Teresa Fernández de la Vega (a cuyas vidas privadas por supuesto que respetamos) pero que no nos hagan comulgar con "ruedas de molino" porque no andan los tiempos como para andar dando vueltas a la noria como si la vida se volviese a convertir, de nuevo, en una tómbola como cantaba Marisol. La vida es una tómbola tom tom tómbola... parece que se están creyendo nuestros actuales gobernantes. Ni estoy a favor del PSOE ni estoy en contra del PSOE pero ganar 600 euros al mes es una miseria. Con 600 pesetas teníamos, por lo menos, para comprarnos un 600... pero con 600 euros sólo podemos aspirar a vivir 600 momentos nada más: los momentos de las angustias de poder llegar hasta el final de mes: 50 angustias mensuales exactamente que nos está costando salir a flote.

Parecemos una canoa medio hundida en el lago de Titicaca o en el mar Muerto y ya nadie sabe si reír o llorar viéndoles prometer y prometer y prometer... ¿prometer qué?... nos preguntamos los que no somos de ningún partido político y añoramos aquellos sueldos de 600 pesetas con los que, cada domingo, era una verdadera fiesta familiar con sandía incluida puesta a remojo en las aguas de los ríos que entonces sí que bajaban caudalosos; porque mientras 600 pesetas al mes eran todo un caudal, 600 euros al mes son toda una calamidad.