Quiero llegar a mi playa soñada
Quiero atreverme a escuchar mi corazón que protesta desesperado.
Quiero oír mi propia voz que me pide libertad.
Quiero cerrar mis oídos a la razón; que sólo me enlaza y me atrapa.
Quiero buscar nuevas señales… Tener la bravura para enfrentar mis fantasmas.
Quiero quitarme los vendajes que yo mismo me fui sellando.
Quiero ser capaz de ser tal como soy; sin ser alguien que se oculta detrás de atroces falsedades.
Estuve tan cerca y tan lejos del amor…
¡Pero no me aventuré a encontrarle!
Sólo supe cobijarme bajo las tinieblas de la ofuscación y el temor.
Hoy quiero mudar mi alma y mi piel.
Quiero apaciguar mi cuerpo que está  hecho trizas con la espera.
Quiero comprender mis tantas soledades; caminar por mis estados del silencio y volver  a recobrar mi armonía y mis quimeras.
Quiero redimir al niño que quedó atrapado en las aguas revoltosas de un rio desbocado; entre la suave arena de una  playa solitaria.
 
Quiero  descoser mis vapores de hombre; dejar de batallar contra todos los ilusorios moralismos. Darle cara al pesimismo; enseñarme a respetarme a mí mismo.
¡Quiero buscar mi liberación perdida!
Quiero transformar mis desconsuelos en alegrías.
Quiero retorcerme entre su afelpado pecho; así como las serpientes se enroscan a sus crías…
Quiero adéntrame en su broceado cuerpo y dejar mi savia, mi fruto…
Pero también, quiero  descubrirme  sobre su sexo; agonizar y hallarme entre sus forzudos brazos; nacer con sus caricias, sus besos, su tacto…
Quiero sentir muy  adentro  su virilidad y así desgarrar los mitos… Esos falsos cuentos del macho…
Madrugar en su piel para sacudir los miedos,  los pecados, mis vergüenzas…
Quiero que seamos dos hombres; sin perder nuestra esencia.
Quiero poder entender que únicamente somos dos seres que se aman…
Entonces sabré que he ganado mi batalla…