Ray junto al cadver
Publicado en Jun 09, 2009
Una vez apareció en su casa, de forma misteriosa. Nunca supo de dónde llegó ni quién era, pero le parecía que tenía algo familiar. Le dejó en su casa durante algún tiempo, le guardaba bajo la cama y todas las tardes lo atendía, procurando que los gusanos no se lo comieran.
Pero hubo un momento en que empezó a apestar de manera intolerable. Cada vez que Ray regresaba a su casa, el hedor del cadáver le atormentaba durante la tarde y con mayor intensidad en la noche. Ray trataba de no pensar en ello, pero con semejante pestilencia tal cosa era imposible. Lo sacó de su cama y lo mandó a otra habitación. Después prefirió mandarlo al armario y por último lo encerró en el sótano. Pero el cadáver se anunciaba desde allí, exhibiendo su putrefacción. Una noche, al borde de la desesperación, Ray tomó su música y se marchó de aquella casa para nunca más volver. El cadáver lamentó que lo hiciera. En un par de semanas, habría dejado de apestar.
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Laura Alejandra Garca Tavera
inocencio rex
Laura Alejandra Garca Tavera