Volvemos a Grecia,
Somos, lo que fueron Atenas y Esparta.
Dos guerras mundiales,
y se habla, de que hubo una tercera,
pues entonces, nosotros dos,
estamos en la cuarta.
Sólo te pido,
que me quieras,
pero mi pedido sigue,
en la lista de espera.
No quiero sufrir más,
Pero no planto bandera.
Tú me atacas, con el mejor armamento,
y no entiendo la razón.
Yo sólo tengo un arma,
mi pobre e ingenuo corazón,
que también lo usé como escudo,
cuando tú me disparaste, cien balas.
A mis heridos sentimientos,
les clavaste tu espada.
Y sin embargo, en pie sigo,
sé lo que quiero,
el fin de esta guerra,
y la paz contigo.
Pero aún este dolor soporto,
ni yo misma me importo,
sólo lucho por vos.
Como una tonta, margaritas deshojo.
Siempre tan ciega,
pues aún tengo pestañas y cejas,
pero tú no me has devuelto los ojos.
No encuentro manera,
de contarte esta locura que siento,
quisiera ser tu dueña,
pero oculto mis sentimientos.
Ya no sé qué hacer con mi tiempo.
Sigo contra marea y viento,
pero no sé de dónde saco el valor.
Y por todo esto que siento,
lucho, y seguiré luchando,
por tu amor.
 
Isabella C Roitman.