Ancdota Cristiana (Reflexin)
Publicado en Aug 22, 2010
En cierta ocasión me dirigí a un grupo de creyentes y con voz clara y perfectamente tan entendible como siempre ha sido, a pesar de las mentiras de quienes dicen, por disimular, que no me entienden, les aseguré: !Yo que soy un verdadero cristiano os digo que Jesucristo no era el Hijo de Dios!. Todos los oyentes, de esos creyentes que no saben oír y aún menos leer o creer lo que leen de la Biblia; se echaron las manos a la cabeza y comenzaron a insultarme. Yo, con toda tranquilidad, les volví a decir de manera totalmente entendible: !Yo que soy un verdadro cristiano os afirmo rotundamente que Jesucristo no era el Hijo de Dios!. Aquellos hipócritas santurrones y santurronas decidieron expulsarme de su iglesia. !No os preocupéis por mí pero os sigo afirmando que Jesucristo no era el Hijo de Dios porque Jesucristo es el Hijo de Dios o no os dáis cuenta, necios y necias, que Jesucristo está Vivo!. Me marché de allí. No me interesaban para nada los creyentes que no tienen fe en lo que leen, en lo que escuchan, en lo que hablan. Y preferí irme a predicar la palabra de Dios a las tabernas donde me escuchaban los borrachos, a las casas de citas donde me ponían atención las prostitutas, a los barrios bajos de la ciudad en cuyas noches me adentraba para decir solo la Verdad a aquellos seres embrutecidos que se quedaban oyéndome con total atención... y éestos, los borrachos, las prostitutas, los seres humanos embrutecidos por culpa de los poderes fácticos, sí me supieron escuchar y entender lo que les estaba diciendo.
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