Un fin de semana de un escritor
Publicado en Aug 22, 2010
Será que estoy perdiendo el tiempo, pues mis crónicas son de una persona común formadas por instantes del pasado. Y cuando el lugar de la ceniza llega, levanto mi desilusión de mi silla con el desperdicio de ese momento que fue el día. Entonces, recuesto mi volumen corporal en un período de cansancio y no me queda más que dejar dormir mi alma. Pero, alcoholizado por el sueño en un minuto me levanto , porque el soplo del órgano que controla mi orina, me despierta. Después de esa etapa, intento soltar el descanso nuevamente, pero las ocurrencias de ese segundo, me traen los fantasmas de mis cuentos, y por eso, los plazos de mi cerebro son más rápidos que los movimientos de mis dedos, los cuales no lograron moverse en el espacio ni un centímetro ni siquiera para escribir una consonante. Entonces, la etapa del fracaso aparece, que acompaña con su burla los dolores de los costados de mi espalda y la rabia de mis ojos rojos que han observado a través de una superficie transparente la velocidad de la luz, anunciando el término de la madrugada, y el derroche de esas horas que fueron parte de esa noche. El proceso de dormir nuevamente ha llegado, enciendo la televisión que me aburre con noticias de embustes y comadreos de los políticos y la farándula. Mi mano se desplaza hacia un libro de un escritor famoso. La lectura me somete a un período de agotamiento, mis parpados se cierran durante ciento ochenta minutos, porque, aunque parece ser que estoy perdiendo el tiempo con las historia de mis sentimientos que no interesan, me levanto de nuevo para tratar de escribirlas ese fin de semana...
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Carlos Campos Serna
Mar Sal
Mara Ester Rinaldi
Gracias por el texto, me gustò leerlo.
Un abrazo...Maritè.