Al caer del día.
Publicado en Aug 25, 2010
Con frecuencia le veo fijo frente a la catedral.
Su utensilio es una lata vacía. Pide para comer. Harapiento, con zapatos rajados y como un zombi. ¡Está curtido por el Sol! Muchos desfilan indiferentes. Otros expresan que es un escollo público. Su hedor les ofende. Una ilustre señora le da unas cuantas monedas. Un anciano le regala un trozo de pan. Para otros pasa inadvertido, oculto… Ya es la caída de la tarde y tratar de cambiar sus pocas monedas en “el punto”. Saciará su sed de droga. Mañana será otro día…
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Verano Brisas
José Luis Marrero
MAVAL
los corruptos...los hijos de la oscuridad...
tanto delincuente haciéndose rico con la degradación de su hermano ,como si por su cuerpo no corriera sangre...
Aún tenemos mucho que padecer por razón de esos sin corazón!...
saludos.
José Luis Marrero