Cada mañana los pensamientos
Vuelven a descubrirme
Un mundo nuevo de realidades
La calle hermosa de los paseantes
Junto a la fuente de los otoños
Grave simulan ser solitarios
Se dan la mano se miran solos
Besan sus labios son dos amantes
Nadie los mira, nadie los oye
Pasean tristes se ven marchitos
No son felices sus caras serias
Ella lo toca, le meza tierna
Su barba negra y cuidada
Él acaricia su frente hermosa
Sus rubios rizos de besos llena
Pero se alejan y los olvido
Vuelven callados los pensamientos
Miro tus manos miras las mías
Tu cara triste tus ojos claros
La despedida, la fuente lejos
Mi leve reclamo y tu beso tibio.