Creer y volar II
Publicado en Sep 01, 2010
La muerte siempre me atormentó y fué ella quien partió antes. Raíces perversas, silenciosa la socabaron por dentro. Fué esa mañana, Tomé su mano dije que nos iríamos juntos me hizo prometer que continuaría en este ciclo por ella. Me dió un beso (amanece) Dijo que me esperaría que nos encontraríamos en un nuevo ciclo. Cerró sus ojos (anochece), Ví como se elevó. Permanecí junto a lo que fué intentando asumir el devenir de la existencia sin ella. Intentando asumir que los árboles que cobijaron sus juegos de niña continuarían creciendo sin ella que los campos en los que se sintió amada continuarían floreciendo sin ella que los lugares donde necesitó ocultarse de aquello que siempre la lastimó continuarían vacíos sin ella que el sol que acarició su rostro en nuestro amanecer continuaría emergiendo desde las montañas sin ella. Permanecí junto a lo que fué intentando asumir lo imposible que sería para mí creer y volar sin ella lo díficil que sería para mí completar este ciclo sin ella. Permanecí junto a lo que fué tres lunas seguidas hasta que la tierra la acogió en su regazo. Y todo lo que me mantuvo en pie hasta entonces simplemente cayó. Y me dí cuenta que ya estaba solo por culpa de la maldita promesa hasta el fin de este ciclo. Ya estaba solo frente al mundo sin ella.
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Migel Durn Tapia
Saludos.