Yo imagino, tú imaginas, él o ella imagina; nosotros imaginamos, vosotros imagináis y ellos o ellas imaginan. Tras el verbo Amar, el verbo Imaginar es uno de los principales del Lenguaje Universal. Porque ¿podemos amar verdaderamente si nos falta o nos falla el sentido de la Imaginación?. Algunos buscan en los razonamientos sólidos la verdad de esta manera de vivir. Falso. Erróneo. Grave equivocación. Esta manera de vivir tan sólidos (como le gusta vivir a mi amigo materialista Carlos Sanz) es, además d eun horror, un error. Yo no estoy de acuerdo. Yo creo que lo más sólido que existe es ser un líquido que corrre por dentro de nuestras venas y, al llegar al cerebro, se condensa y se evapora para introducirse en nuestros corazones y bombear (nada que ver con bombardear) hacia nuestras almas la emanación gaseosa de la Imaginación de cada uno de nosotros y nosotras. Pero para creer en es esto hay que creer en un alma que nos convierte, físicamente hablando, en seres humanos de verdad valerosos y hermosos. Por eso la belleza es una Imaginación transformada en Realidad.
Yo imagino, tú imaginas, él o ella imagina; nosotros imaginamos, vosotros imagináis y ellos o ellas imaginan. No hay por qué tener miedo alguno. La imaginación es la locura más lúcida que yo he conocido. Lo otro. Lo de los cuerpos solamente sólidos es la locura que Sancho Panza vivía. Todo materia nada más es la locura de un mundo oscuro y sin salida alguna. El Espíritu, amigos y amigas, es el que da lucidez a lo sólido y lo convierte en ríos de agua viva y en compuesto gaseoso que nos llena la mente de lucidez. Otra vez buen día a todos y todas.