…casi sin darme cuenta, me desabotonó el jeans gastado y deslizó la cremallera hasta el final; con absoluta maestría extrajo de entre mi boxer el anhelado objeto de su deseo, el trofeo por el que había estado esperando durante toda la noche

        - Woow…mmm…está tal y cómo me gusta…durito…mojado…mmm…síííí y es todo para mi- exclamó con un brillo lujurioso en aquel lindo par de ojos.
       
        En un instante se apoderó de él y literalmente lo devoró en un segundo.
        En la radio del coche sonaba “Riders on the storm”, de los Doors. Al ritmo de la sensual voz de Jim Morrison y la cadencia del teclado de Ray Manzarcek, comenzó un desesperante jugueteo entre sus labios, su lengua y la extremadamente sensible piel de mí sexo endurecido, húmedo y deseoso…una delirante y deliciosa tortura, durante la cúal, me elevaba al borde del punto de no retorno, de la explosión orgásmica, justo antes de que sucediera, con sus dedos me presionaba en un punto entre el ano y el escroto y…me hacía bajar lentamente…una y otra vez, era un maestra con su boca y me enloquecía cada vez más.

         - Uuuhhhh…mmmhhh…aahhhh…siiii…mmmm…que rico lo haces…mmmhhh…sigue…siiii…asiiii…fffffttttt…sigue…sigue…mmmhhh…espera…no pares…no…no te detengas, por favor no pares…nooo…nooo…mmmhhh…-  a duras penas podía articular las palabras, intentando sostener su cabeza en mí entrepierna.

          Me sentía al borde del placer y en mí cerebro se conjugaba una  sinfonía psicodelíca de múltiples colores, deseosas de romper, como las olas del mar contra las rocas que lo contienen.
 
       . - No, aún no es tiempo…guárdate para mí…disfruta las sensaciones. El orgasmo es rico, pero no es el fín en sí mismo. Aprende a conocer y a explorar el camino del placer -.

         Me hablaba cómo si fuera una sacerdotisa en el templo de Afrodita…¡¡¡a mí!!!, y yo que creía que lo sabía todo…(ahora pienso que mientras se viva siempre vas aprendiendo cosas nuevas, la vida es una constante de conocimiento).

        - ¿Te ha gustado? - preguntó, ordenando un poco su cobriza cabellera y pasando sutílmente la lengua por sus exquisitos labios,que parecían lucir aún más rojos.

       - Me has dado un dulce tormento - respondí; - creo que hay algo agradablemente maquiavélico en ti - agregué sonriendo y guiñandole un ojo.

      - ¡No es asíííí!…jajajaja…¿cómo se te ocurre decirme eso…yooo, maquiavélica?…jajaja…para nada. Es lo que te dije antes, me gusta saborear el paso a paso,extender los momentos, gozar los sentidos - repuso al momento que se incorporaba sobre la butaca del conductor.-¿Sabes?…para mí el sexo es cómo un buen vino…no lo tragas de una vez , sino hasta que lo has olido…paladeado…saboreado…“mordisqueado”, en resumen, hasta que lo has disfrutado con todos los sentidos…¿entiendes?- .

        - Sabias palabras - fué lo único que le pude contestar.

       Balizas rojas, ulular de sirenas…sólo un sonido, que vino desde atrás de nuestro auto; Carabineros…los pacos se hacían presente. Por la radio comenzaban a sonar los acordes de “Wanted dead or alive” de Bon Jovi…