Algunas veces hemos hablado aquí de que hay que vivir siempre hacia adelante, superando lo negativo que haya habido en nuestro pasado. Que hay que vivir el presente y nada más que el presente día tras día. Sí. Es buena idea y la comparto; pero en este viaje que estoy haciendo por varios países americanos he podido reflexionar un poco (debido a algunos casos personales que se han confidenciado conmigo) y he llegado a la conclusión de que, en esos casos difíciles, es importante de vez en cuando revisar cuidadosamente el pasado para establecer pautas de comportamiento actuales; porque en el pasado (como dicen los psicólogos) están siempre las raíces de esos problemas que a algunas personas les martirizan en el presente. Hay, por lo menos, dos buenas razones para establecer nuestro pasado, por un momento y de manera muy puntual, en nuestro presente. En este nuevo amanecer se puede vivir el pasado haciéndolo presetne para convertirlo en una realidad.
Para conseguirlo, en primer luogar, es importante revisar cuidadosamente el pasado para establecer nuestra pauta de comportamiento actual. Es necesario conseguir un bosquejo general del tipo de respuesta que tenemos que dar al revisar nuestro pasado para erradicar los problemas que nos pueden afectar hoy. El propósito de ir hacia atrás en el pasado, en esos casos necesarios, es el de conseguir la historia del comportamiento. Una historia del comportamiento sirve para determinar el tipo de vida que queremos para nuestro futuro. Es una forma de investigar en nuestras vidas para nuestro perfeccionamiento presente y así vivir un futuro brillante y feliz.
Hay un segundo punto importante para retroceder en el tiempo. Necesitamos descubrir las imperfecciones que cometimos y que pueden estar haciendo efectos en nuestro presente. Los errores cometidos en el pasado pueden estar influyendo fuertemente en nuestro presente. En esos casos es importante pensar en ellos y superarlos hasta desalojarlos totalmente de nuestra mente y de nuestra alma y poder así conciliar tranquilamente el sueño sabiendo que hemos eliminado el problema porque hicimos momentáneamente el pasado presente y lo combatimos y ya no estará más en nuestro futuro.
Bien. Termino. Vivamos el presente proyectándonos hacia el futuro pero regresemos de vez en cuando (sólo de vez en cuando y si es necesario hacerlo) al pasado para ser más felices en el futuro. Os aseguro que esa segunda oportunidad de volver a recomenzar desde el punto en que dejamos aquel pasado colgado en puntos suspensivos (...) no seré nunca un punto y final sino un punto y seguido. No sé si me habéis seguido pero os lo he dicho muchas veces y de muchas maneras. Sólo me queda añadir, un día más, que por cada uno de nuestros puntos suspensivos (...) del pasado, hay quienes podemos obtener un presente lleno y completo de todos nuestros Sueños. ¿Cuestión de fe?. No. Cuestión de FE.