Como el barco sediento
 que quiere conocer el mar
 y solo navega por el río
con la razón del  viento desgarrado
que fragua un sueño completo de existencia
en que  me ahogo
en tus costumbres
tu  idioma y  tu acento
 porque he derramado
mis tristezas y lágrimas
 sobre tus hombros
 cuando he enterrado
algunos de  mis muertos
 y aunque quiera olvidarte
 por todo el mundo me persigues
con tus ojos verdes
porque tu eres grande
y has aguantado
mi realidad
que a veces apesta
ya que soy un desobediente
que va contra el fuego
y  levanta la mirada
en los paisajes de pobreza
porque por mí
has olvidado
los amigos del pasado
pues mi delirio nocturno
te desvela con el encuentro de mis ideas
cuando los duendes  aparecen
con  las historias
que no puedo escribir
ya que duele sobrevivir
y  por eso las cuerdas de mi guitarra
se rompen  de tristeza
y tú la la pones de nuevo
una por una
para que yo pueda
seguir con la melodía
de mi soneto desentonado
con esta vida
porque encontrarte sin buscarte
fue una suerte para mi
ya que nadaba suicidado
dentro de  mi universo
y nunca había mirado al cielo
por mi rito de letargo
y porque no puedo inspirarte
a ser lo que eres
te agradezco
como eres...