El circo
Publicado en Sep 23, 2010
El circo
A un lado de la cuerda floja están mis antiguos sacos de arena, al otro, el ancla que me acabo de quitar del pie. El alambre se mece y yo estoy exhausta. En éste mismo circo he sido domador, payaso, mujer barbuda y lanzador de cuchillos. Ahora soy equilibrista y acepto sugerencias del público. Kilómetros de alambre por delante. Llevo en hombros una hermosa trapecista con los ojos vendados que confía plenamente en mí. Estoy a punto de salir de la carpa, el alambre me quema los pies, miro mi viejo ancla con nostalgia mientras el maestro de ceremonias corretea en el suelo con una red. Me está cuidando, pero desea que caiga para pescarme de nuevo. Cual doncella en apuros me dejo caer, la pequeña trapecista toma con destreza otro trapecio y se balancea observando atentamente el desenlace de la función, el héroe se distrae un momento cautivado por el espectáculo de las focas y la hermosa equilibrista estremece la gran carpa con su aparatosa caída. Sigo viva... pero ahora soy la pelota de la foca.
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raymundo