INSOMNIO (VI)
Publicado en Sep 25, 2010
Ruta 78 antigua, poco antes de Peñaflor, el neón rojo y verde intermitente...”Paso nevado 300 mts”, anunciaba la cercanía del motel.
- Tuvimos suerte princesa – le dije, exhalando un suspiro. - ¿Por qué?...¿te refieres a que no nos sorprendieron en...“el acto”...jajaja- me preguntó. - Nooop...- le contesté-...resulta que hace pocos días estuve de cumpleaños...- -¿Yiaaaa?...¡felicidades entonces!- dijo, lanzandome un beso al aire. - ...gracias reina; cómo te decía, estuve de cumpleaños y mi hermano me hizo un regalo...que lo tengo aquí en el auto- mientras decía ésto, abrí la guantera y extraje una pequeña bolsa y, meciéndola, se la mostraba. - Pero...¿que es ésto?...mmmm...¿a ver?...¿es acaso lo que yo creo?...¡dámelo!- tomó la bolsa en su mano y oliéndola dijo: - Mmmmm...que raro huele...no es tabaco...es...¡marihuana!...uuufff, sí que nos salvamos, nunca hubieran creído que es sólo para consumo personal...jajaja...- - Buenas noches- una voz femenina saludaba a través del intercomunicador; estabamos frente a la barrera de entrada al motel. - Buenas noches señorita...- le respondió Diana, -...queremos una habitación-. - Si, por supuesto...- contestó la voz, - cabaña 35, avancen por el corredor y al final, lado izquierdo.- acotó y, al instante, se levantaba la barrera. Entramos, la cabaña era bien cogedora; un pequeño refrigerador, luces tenues suavizaban los angulos de las paredes, cortinas púrpura sobre las ventanas, muebles de madera natural, incluso la cama; tv, un equipo músical y un jacuzzi completaban el decorado del lugar. Lo primero que hizo Diana, al entrar abrió la llave del jacuzzi y éste comenzó a llenarse de agua tibia; en el intertanto, volví al auto a buscar la bolsa con marihuana. - ¿Lo hiciste alguna vez después de fumar yerba?- le pregunté al regresar al cuarto. Ella se había tirado sobre la cama, lucía espléndida de costado, sus caderas, su cintura...sus formas me excitaban demasiado. - No...aún no lo he hecho- me respondió con languidez. - ¡Hasta ahora!- repuse, mientras armaba un pito. Lo encendí, tomé una bocanada de humo, me senté a su lado en la cama, junté su boca con la mía y exhalé lo que tenía en mis pulmones. - Aspíralo y mantenlo dentro de tí un momento- le sugerí y así lo hizo, aunque al comienzo tosió un poco, luego se acostumbró. El jacuzzi se había llenado. - No siento nada especial- me dijo al momento que se quitaba la falda y la blusa; tomó el visillo de una de las cortinas, se lo colocó a la usanza de los romanos y comenzó a modelar. - ¿Te gusta como se me ve?...jaja...mmm...la weá rica...jajaja...suave, transparente...jaja...se me ven las tetas...jajaja; me voy hacer un vestido con ésto...jajaja...jajaja.- Se miraba al espejo y no dejaba de reir...la droga le estaba causando efecto. - Mmmmhhh...siiii cosita...me encanta como te ves...exquisita, riquísima...ya estoy queriendo tenerte amor. Le agregué la espuma al agua y encendí el jacuzzi, luego puse un compacto en el equipo de música, un disco de Madonna, “Erótica”, un tema apropiado para el momento...cerré los ojos y comencé bailar para ella, tocándome...una danza de aparemiento... desnudándome lentamente. En mi cabeza sentía los sonidos en “cámara lenta” y como si vinieran desde muy lejos, los movimentos me parecían aletargados. Las formas se me asemejaban a las botellas de vidrio expandidas con calor...alargadas. - ¡Ttttsshhhh...jajaja...éste weón se fuma un “cuete” y se pone a bailar topless!...jajaja...mmmmhhh...te mueves bién...te estoy esperando...ven aquí conmigo bebé, te quiero a mi lado...- exclamó cuándo entraba en la bañera. Fuí hasta el pequeño refrigerador, tomé una botella de champagne y dos copas, luego entré al jacuzzi junto a ella; bebimos entre las burbujas de espuma ...celebrando lo que la noche nos deparaba...
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JUAN CARLOS
Un gran abrazo...Juan Carlos..
juanfra
daih
Entonces... A esperar lo que suceda en el jacuzzi
juanfra