Estas son las mañanitas que no cantaba el Rey David. Son las mañanitas de quien ha despertado entre cajas de cartón y algún pedazo de tela que fue, en su día, parte del cortinaje de una suntuosa morada. Morado está el sol en esta mañanita en que el sufrimiento del pobre tiene que volver a levantarse para ver la forma y manera de conseguir llegar hasta el anochecer. Estas son las mañanitas que no cantaba el Rey David ni que tampoco conocía Salomón. Mañanitas que hacen despertar a los sonámbulos de la vida porque ésta les ha atrapado entre sus harapos y esa misericordia miserable que no da dignidad sino que es una falta de respeto hacia cualquier ser humano.
No es la caridad lo que en estas mañanitas cantan los gorriones de los paseos, las palomas del barrio o las gaviotas de la playa. Estas son las mañanitas de la falta de conciencia y el lavarse las manos con agua bien caliente y una buena crema suvizadora mientras el que se levanta de su cama fomrada por unos trozos de cartón y por almohada el duro suelo pisoteado continuamente por los faltos de conciencia, tiene las manos sucias y rugosas de tanto frío soportado en medio de la soledad y que ahora busca la manera de poder salir de este infierno al que le han desterrado los del omnímodo poder que les hace creerse dioses porque ocupan sillones mullidos de cualquier clase pero de la mejor marca del mercado.
Y estas son las mañanitas en que el harapiento va al mercado por ver si consigue la oportunidad de poder probar bocado alguno; aunque para ello tenga que robar la manzana más lustrosa del enorme montón de manzanas que están dirigidas para los que tienen suficiente dinero en sus tarjetas de crédito. Al menos hoy podrá comerse su manzana aunque sea entre rejas... y es que así es la vida: lustrosos señores y damas que engullen sus conciencias en base a la apostura más elegante posible y un desheredado de la vida que come su manzana entre los barrotes de un penal solamente porque pasa hambre.
Estas son las mañanitas que no cantaba el rey David, pero que Jesucristo dio a conocer con total exactitud.