Entre canales y Canalejas-15 (Madrid) Sólo para futboleros y futboleras. Diario.
Publicado en Oct 09, 2010
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Una vez ya demostrado todo en el fútbol de 11 era necesario saber si a ese tan alto rendimiento futbolístico ya demostrado podía llegar también al fútbol sala que, en aquellos años, comenzaba a jugarse en España ya a un nivel bastante aceptable. Así que volví al BHA (Banco Hispano Americano) pero no para jugar al fútbol de 11 (de cuyo pya no quería saber absolutamenter nada) sino para participar en las competiciones internas del futbol sala. Y firmé, por varios años, con el Club de Transferecias de Fútbol-Sala. Sólo tres jugadores éramos, en realidad, empleados del Negociado de Transferencias (José Luis Dueñas, Mariano Garijo y yo, porque a Fernando Moreno no le consideraba yo ni como amigo ni como compañero aunque a veces jugaba algún partido que otro: más bien poquísimos por sus extrañas maneras de ser halagador en las horas buenas y traidor en las horas malas).
El caso es que el equipo estaba plagado (no faltaban Andrés Castillo y los "Los Pitufos") era muy flojo; porque la inmensa mayoría de jugadores tenían muy poca técnica (de paso cuento que el portero era un ex-jugador ya veterano del fútbol de 11 de la época dorada del BHA llamado José Luis Arana con el que bromeaba llamándole "el portero más imbatido del Universo" cuando conseguíamos que no nos metiesen ningún gol). Con él pasé buenos momentos tanto en las victorias (escasas pero inolvidables , los empates (de vez en cuando) y las derrotas que, lógicamente llegaban por la poca calidad de muchos de nuestros jugadores. Pero lo importante para mí no era vencer, empatar o perder, sino demostrar que lo aprendido y desarrollado en fútbol 11 lo podía aplicar con el mismo talento y capacidad en el fútbol-sala. En este deporte se sabe que el que juega de líbero es el verdadero lider. Por eso no me preocupaba para nada que me diesen a mí el brazalete de capitán (que alguna vez lo llevaba) sino dejárselo a los que tanto lo ansiaban: Andrés Castillo versus Mariano Garijo. Lo mío era demostrar que era capaz de llevar al equipo a salvarle del último puesto de la general. Y lo logré.
Desarrollé el espíritu combativo de aquellos jugadores tan escasos de cualidades técnicas y les hice formar un verdadero equipo conjuntado que daba, a veces, verdaderas sorpresas (como la de ser "la bestia negra" del Leganés -que era un excelente club- y del equipo de Cachán, Cazorla y Mariano Moneo a los cuales siempre les ganábamos y les dejábamos debajo de nosotros en la clasificación.
En aquellos duros partidos de tregua sin cuartel yo tenía que seguir haciendo cualquier labor desde el puesto de libero: defender, enlazar y coordinar las jugadas de ataque, meter bastantes goles hasta volver a ser uno de los máximos goleadores del equipo o quizás el máximo goleador, cosa que no me importaba en absoluto pues eran muchos más los pases de gol que entregaba a mis compañeros que los goles que yo mismo metía y que, cuando sucedían, era para ganar o un punto (empate) o los dos puntos (entonces todavía no existía eso de los tres puntos por victoria). Aprendí nuevas técnicas en el fútbol-sala. Aprendí algo muy difícil de hacer: pases medidos al borde de la linea de campo con un ligero toque para poner en bandeja el disparo a alguno de mis compañeros y de eso saben muy bien los dos Enriques (Gutiérrez y El Facha), poder controlar las situaciones de peligro salvando jugadas de gol incluso debajo de los palos (a veces hasta jugué de portero manteniendo la portería a cero) o cruzarme, con el apoyo indiscutible de José Luis Garijo en las jugadas de los rivales para sorprenderles con contraataques (como aquel célebre que sirvió para ganar por 2-0 a los de Cachán que se quedó callado para siemrpe y renunció a seguir jugando a fútbol sala después de aquella jugada) y, sobre todo, respetar a todos y cada uno de mis compañeros, fuesen quienes fuesen, a la hora de repartir los balones y respetar a los rivales incluso a árbitros que pitaban en contra de nosotros porque nos odiaban. en este sentido, aunque perdimo aquel díá, no olvido que fue una árbitro joven y muy guapa, y es que de verdad ers guapa, una de las mejores del arbitraje de aquellos años.
En definitiva, que José Luis Arana siempre temía que cuando yo abandanaba el puessto de líbero para lanzarme el ataque (cosa que hacía muchas veces) se preocupara tanto que me pedía a gritos que volviese a la defensa porque no se fiaba de los demás. Cosa que era innecesaria porque yo siempre bajaba a defender a tiempo una vez que habíamos perdido el control del balón. Nunca jamás dejé la defensa desguarnecida pues tenía siempre presente que no era cuestión de quedarse quieto "a verlas venir" sino intentar siempre que fuesen los rivales los que se preocupasen de nosotros. Quizás quedábamos los penúltimos o los antepenúltimos, pero siempre resulta que éramos una "caja de sorpresas" ante la admiración de quienes seguían nuestros partidos. ¿Cómo era posible sacar tanto rendimiento de aquellos jugadores que eran más bien escaso de técnicas?. Simplemente diciéndoles que sí valían para el fútbol-sala. Decirselo desde mi puesto de líbero y ayudarles mentalmente a creerlo. Por eso eramos la verdadera sorpresa de los diversos campeonatos (unos 3 aproximadamente) en que defendí la camiseta del Transferencia. Cierro el texto con una curiosidad anecdótica. Nosotros no queríamos llamarnos Tranferencias sino llamarnos Carcoma Fútbol Sala. Pero, como siempre, los reaccionarios enlaces sindicales "disfrazados" de proletariados nos lo impidieron. Y eso que decían ser de "izquierdas" y de "mentalidad abierta". Si llegan a ser de "derechas" y de "mentalidad cerrada" (que eran lo que eran enla práctica) ni tan siquiera nos hubiesen dejado alinear a Los Pitufos. En fin, que Los Pitufos aprendieron a comportarse con seriedad en vez de jugar al fútbol infantil. Y que tengo guardada en mi memoria goles verdaderamente extraordinarios sobre todo teniendo en cuenta que tenía que marcarlos o bien desde el centro de campo o bien subiendo al ataque desde la misma defensa.
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Palabras Clave: Diario Memoria Recuerdos.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Personales



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