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Hoyo enfangado ( historia para no contar)

Publicado en Oct 17, 2010

Hoyo enfangado: Historia para no contar

Mi padre me manoseaba. Me pedía que le masturbara y luego me obligaba a tener relaciones orales con él.
Y lo peor de todo, es que mi propia madre conocía de estas barbaridades que él cometía, pero calló por tantos años…
Hubiese querido que mi madre rompiera el complot del silencio para lograr detener el infierno al que fui sometido.
Hace poco me enteré que también abusaba de mi hermano mayor y fue por eso que huyó de la casa a los dieciséis años. Lleva recluido en este hospital para enfermos mentales hace ya seis años sin verse alguna mejoría.
Entre su cordura y su locura me ha contado su triste historia. Yo no le he dicho la mía por temor a una recaída.
Me cuenta que mi padre lo amarraba a la cama con una soga, lo agredía y lo privaba de sus alimentos como castigo y método de disciplina cuando él se negaba a complacerle sus aberrados deseos.
Pero esto no es todo. Lo exponía, igual que a mí, a ver películas porno y lo impulsaba a tener las mismas relaciones que los protagonistas de la película. Esta pesadilla también la vivió mi hermano. Mi madre lo sabía, pero no hizo nada.
Esa misma historia se repitió conmigo. Me llevaba a la escuela donde laboraba de noche como guardia de seguridad y en los salones de clases y hasta en los baños me obligaba a tener relaciones anales, sin importarle que siempre yo sangrara…
¡Al parecer se deleitaba con el dolor que me causaba!
Me atemorizaba mi padre y mi madre no hacía nada para protegerme.
Han pasado tantos años y me duele ver a mi hermano recluido aquí.
Ahora duerme tranquilo, tal vez, por los tantos sedantes que está tomando. Tengo la ilusión de que pueda tener una vida nueva como yo.
A mi padre y a mi madre espero que sigan ardiendo en el infierno como se ardieron en aquel fuego provocado por mi hermano.
Ese mismo fuego que ardía en mi piel cada vez que me sentía violado sin que mi madre me sacara de ese foso enfangado…

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