Crónica de los mineros argentinos.
 
     En un cálido día de agosto, los mineros del salar de Arizano en la provincia de Salta, sufrieron una de las desgracias más recordadas de la historia. Un grupo de 33 mineros argentinos, quedaron atrapados en las profundidades una mina desértica. La triste noticia hizo que con el correr del tiempo ese yacimiento de cobre y oro; se haga famoso en el mundo entero. Al principio sólo se escuchó una explosión y se observó una densa nube de polvo. El silencio y la oscuridad, cubrieron la zona por unos minutos. El derrumbe tapó la salida al exterior con una pared de más de dos kilómetros de roca; mientras la nube se dispersaba por toda la mina. Al rato, los trabajadores comprendieron que estaban atrapados. En medio de un griterío comenzaron a llamarse por sus nombres y a tocarse, con el fin de corroborar si todos estaban vivos. Sus ojos no podían divisar nada en medio de una densa tiniebla. Cuando la polvareda disminuyó, comprendieron que sus vidas estaban en peligro. Salir con vida de ese lugar, sería casi imposible.
     Ante el nerviosismo y la incertidumbre, algunos de los familiares se congregaron frente a la entrada principal. Allí establecieron su cuartel de operaciones, al que denominaron "Campamento desesperación". La empresa les informó que sus deudos se encontraban atrapados y que su rescate sería casi imposible. Entonces en medio del caos y la confusión, pidieron la presencia de los encargados a quienes quisieron linchar. Los encargados Pedro Capusotto y Alejandro Rozinger, fueron protegidos por la policía, en medio de un desbande descomunal. Inmediatamente se los condujo al aeropuerto de Ezeiza y se los envió a una playa en el Caribe.   
     Encerrados en las entrañas de la tierra, los mineros pensaron lo peor. Con una ansiedad extraordinaria, prendieron gomas para que el humo ascienda a la superficie, dando signos de vida. Hicieron detonar dinamita en distintas zonas. Mandaron mensajes por sus teléfonos celulares que la roca detuvo. Encendieron las maquinarias y las colocaron sobre las paredes con el fin de enviar ruido al espacio exterior. Pero ninguna de sus conductas produjo el resultado esperado. Atrapados en su prisión de roca, soportaban la situación adversa, mientras el lodo cubría sus pies. Dos hombres treparon por las rocas de los ductos de ventilación hasta los trescientos metros. Pero allí encontraron que alguien se había robado las escaleras de emergencia, que conducían a la superficie. A los pocos días comenzaron a sentir una serie de detonaciones y parecía que la montaña se les venía encima. Parecía que estuviera con vida y dispuesta a devorarlos. Dos derrumbes posteriores dentro de yacimiento, hicieron creer a los familiares que todo había acabado.
     Como a la empresa se le hacía imposible emprender el rescate de los mineros, solicitaron ayuda al gobierno nacional. Así la presidente Cristina Fernández, decidió crear una comisión encargada de desarrollar las tareas de rescate. Proclamó un breve discurso por cadena nacional, en el que prometió sacarlos con vida. El grupo de notables estaba integrado por diez miembros del oficialismo, ocho de la oposición, tres del gremio de los mineros, dos del gremio de los camioneros, una integrante de las abuelas de plaza de mayo, dos del ministerio de economía y tres de la secretaría de comercio. Cada miembro contaba además con cuatro asesores, una secretaria y un par de agentes de seguridad que los acompañaban. Sus tareas comenzaron con demora ya que todos los integrantes tardaron más de una semana en reunirse. Sus múltiples actividades les impidieron reunirse en un tiempo menor. En la primera reunión no llegaron a ningún acuerdo y decidieron convocar a la Iglesia Católica, para mediar ante la diversidad de criterios. Así se convoca a la mesa del dialogo, que luego de tres días de cesión designa al presidente de la comisión.
     Como no hay fondos para las tareas de rescate, se decide aumentar las retenciones a las exportaciones de soja, carne, automóviles y textiles. Los nuevos tributos nacionales serían anulados una vez que la minería nos coloque al nivel de los países desarrollados. Al mismo tiempo, se crea un bono denominado "Bonero patriótico", que cotiza en las bolsas de Bolivia, Tanzania y Bangladesh. Mientras tanto, el gobierno de Chávez decide enviar un par de valijas con dinero, que permiten alquilar dos sondas para agujerear la roca.
     La presidente decide crear una comisión, para investigar las causas del derrumbe. Esta tendría cincuenta integrantes y dependería directamente de presidencia. Mientras tanto el gobierno chileno se muestra dispuesto a ceder una grúa para el rescate. Se establece un pacto por el cual el gobierno argentino cede al pedido de captura internacional para el ciudadano chileno Sergio Galvarino Apablaza, acusado de un asesinato y varios secuestros políticos. A cambio de la entrega del reo, se cede al gobierno argentino la sonda "Ska Pa2". En la frontera es retenida un par de días por Gendarmería bajos los cargos de contrabando. Ello se debe a que en su interior se encuentra una botella de Pisco y un cable de cobre que no estaban declarados. Pero rápidamente se soluciona la cuestión, pagando el soborno correspondiente. Una vez que ingresa en el territorio nacional comienza a tener dificultades para llegar a destino. En un primer momento se le interpone un piquete de coyas, que cortan la ruta pidiendo que se les otorgue todo el oro del altiplano a los pueblos originarios. Y en segundo lugar deben superar dos piquetes en distintos pueblos, que pedían una semana de asueto par el tiempo de carnaval. Mientras tanto Apablaza soborna a sus custodios y huye con rumbo desconocido.
     Los hombres atrapados por la roca, soportan con paciencia su encierro en el refugio. Se trata de una especie de caverna rectangular de unos treintaitres metros cuadrados. Allí había un par de latas de atún, una docena de vinos en cartón, pasta de dientes, leche en polvo y una bolsa de azúcar. Como nadie sospechaba de la posibilidad de un derrumbe, algunos de los elementos de subsistencia habían sido hurtados por desconocidos. Sus baños improvisados, emanaban un olor insoportable, que casi les impedía dormir. Una mezcla de transpiración, una costra negra y un mar de hongos se observaba sobre sus cuerpos. Mientras tanto Anibal Fernández, anuncia los medios están fogoneando las malas noticias. Todo lo que se dice sobre los mineros es una sensación. Las estadísticas del Indec sostienen que en el último año se ha observado un notable descenso en la cantidad de mineros víctimas de derrumbes.  
     La presidente Cristina Fernández, anuncia que el derrumbe de la mina, ha sido por culpa de las políticas neoliberales de los noventa. Ha sido el presidente Menem, quien con sus políticas privatistas, entregó nuestro subsuelo a los explotadores foráneos, que nunca se preocupan por la dignidad del trabajador. Los capitalistas yanquis usureros, que quieren llevarse nuestras riquezas, también han querido llevarse las vidas de estos pobres hombres dejándolos enterrados. Agregó que también han influido en lo sucedido el Fondo Monetario y el Banco Mundial, que han financiado la construcción de la mina. Ante la difícil situación que debe afrontar, pide la renuncia del secretario de minería del gobernador de la provincia de Buenos Aires y de su vicepresidente. Agrega que el derrumbe ha sido la consecuencia de un plan fríamente elaborado por los terratenientes de la abundancia, con el fin de desestabilizar su gobierno. Con su actitud destituyente nos han dejado mal parados ante el mundo. Pues detrás del derrumbe se oculta un proyecto golpista de la oligarquía argentina. Y antes de despegar en el Tango 01 rumbo al Calafate, sostiene que ningún país capitalista colaborará en el rescate; sino sólo los países amigos.
     Mientras tanto Maradona se suma a las opiniones sobre los mineros, sosteniendo que todo se trata de una conspiración orquestada por Pelé, Havelange y Grondona. Su fin consiste en desviar la atención, para que no pueda conducir la selección argentina. "Me cortaron las piernas y las colocaron en la mina", comenta el prestigioso jugador, en un flash informativo de Crónica TV. En el mismo canal, no se olvida de enviarle un saludo al minero Toti Pasman al que le dice: "Vos también Pasman. Vos también estás adentro". Al mismo tiempo, Hebe de Bonafini dice que los mineros son unos atorrantes hijos de su madre. Al enemigo ni se le debe dar agua. Ya no sirven ni para jugar a la bolita. Son todos unos turros, que no merecen ser llamados señores, unos tipos de cuarta que deben morir enterrados. No son nuestros hijos maravillosos, sino unos mal paridos que apoyaron la dictadura militar. Ellos llegaron muy profundo porque nosotros los dejamos. No se por qué carajo están con vida riéndose de nosotros. Todo esto es un invento de los medios que ya no tienen tema para hablar. Sus directores les envían sobres con plata, para que sigan rascándose en lo profundo. Que mañana Clarín y Nación digan lo que quieran, total me ca... en ellos. Estamos hartos de bancar a estos tipos que hace meses que no hacen nada mientras cobran sus sueldos. Que salgan de una vez y no nos sigan mintiendo. Y si tenemos que tomar la mina, tomémosla compañeros.
     A los treintaitres días de incertidumbre, la sonda "T-to Medina" establece contacto con el refugio, donde se detectan signos de vida. La cabeza de la sonda retorna con varios papeles adheridos. Cuando el martillo llega a la superficie, sólo se puede observar una marca con pintura roja y un envase plástico. En su interior tenía un mensaje que decía: "Estamos bien, manden fruta". Al parecer varios mensajes habían sido enviados, pero sólo llegó a la superficie ese mensaje, que dejo para la posteridad una frase histórica. La presidente de la Nación se quedó con ese mensaje, que unos años después fue rematado en el Banco Ciudad en un par de millones. Una vez que se restableció el contacto con las profundidades, la presidente comenzó a enviarles a los hombres atrapados sus mensajes vía Twitter. En las profundidades sólo les quedaban dos raciones de comida y siete litros de agua contaminada. Sus cuerpos estaban extremadamente delgados, pues habían perdido unos cinco kilos cada uno. Ante esta gratificante noticia, la situación en el campamento cambió por completo, la esperanza revivió y todo el mundo se hizo eco de la noticia. Los mineros, a los que algunos daban por muertos, aún permanecían con vida. Para sobrevivir durante tantos días, debieron racionar sus alimentos y beber agua contaminada. "Fue tan sencillo como tomar agua del Riachuelo. Y hasta tenía un agradables sabor a aceite industrial" dijo el minero Juan Páez. Aunque esta fue la razón por la que muchos de ellos terminaron con terribles dolores de estómago. Gran parte de los medios de comunicación se habían equivocado. Para gran parte de la población las posibilidades de rescatarlos con vida eran casi nulas. Pero "Dios es Argentino y siempre actúa". Con su ayuda les permitió soportar temperaturas superiores a los cuarenta grados, oxígeno escaso y la ausencia de agua. Entonces todos comenzaron a hablar del milagro de los mineros, puesto que nunca antes un ser humano había sobrevivido tanto tiempo a más de seiscientos metros de profundidad.
     Sobre el campamento de rescate se observaban cuatro banderas, que representan las nacionalidades que habían colaborado con el rescate. La bandera venezolana estaba representando a las empresas Venoso, Sidor y Lafarge. Ellas colaboraban con el encamisamiento del pozo, los lubricantes utilizados para la operación y el cemento necesario para el rescate. Todas ellas habían sido expropiadas a distintos países por el presidente Hugo Chávez, quien las extorsionó diciéndole que si querían que les pague los miles de millones de dólares que les debía, debían colaborar con el gobierno de su amiga Cristina. Además para que colocar tantas banderas en el campamento, si con la de Venezuela alcanzaba. Colocando esa noble bandera, el gobierno argentino se ahorraba la compra de banderas pertenecientes a México, Francia, Suiza y España. Por otra parte, la bandera de Nepal representaba a Khagendra Magarch, el hombre más pequeño del mundo. Se lo había destinado para entrar por un túnel muy pequeño, para llevar la zonda por la que le enviarían distintos elementos a los trabajadores. Era un hombre acostumbrado a trabajar en un circo de contorsionista, por lo que podía pasar a través de agujeros muy pequeños. El joven nepalí media cincuenta centímetros y con sus contorsiones podía introducirse en huecos de veinte centímetros de diámetro. Dicen que una vez que culminó su trabajo en la mina fue contratado como boquetero. La bandera chilena, representaba la perforadora enviada por el gobierno del país trasandino. En la profunda caverna se encontraban veinte mineros de nacionalidad boliviana, uno de Zaire, siete paraguayos, dos peruanos y tres argentinos. Aunque en verdad nuestros tres compatriotas no estaban en las profundidades, pues tenían un plan de trabajo concedido por el Ministerio de Desarrollo Social, denominado "Ahí no vas a estar".   
     Ante las repercusiones internacionales, la NASA se ofreció a diseñar cápsula de rescate. Pero la presidente rechazó el ofrecimiento de la institución imperialista y convocó a ingenieros caribeños para su desarrollo. Así la cabina de rescate, denominada "Jote I", fue elaborada por hombres del gobierno de Haití en base a unos féretros de madera, que utilizaban los magos vudú. Pero el gobierno argentino no quiso quedarse atrás y creo la "Jote II" en base a dos tambores de aceite de doscientos litros, sobre los que un grupo del gremio de camioneros hacían sus asados.
     El minero Johnny Salgo, no quiere subir a la cápsula de rescate, porque teme ser linchado por su esposa. Ella se había enterado de los amoríos de su "Tarzán" con otras personas, que la prensa había ventilado en extenso durante los días en que permaneció atrapado en la mina. Al parecer se le atribuían amoríos con Zulma Lobato, el travesti paraguayo y la enana Noelia. A esto se agregaban las apariciones mediáticas de Guido Süller, quien decía tener en sus manos una serie de cartas sensuales, que el joven Johnny, le había enviado en sus años de adolescente. A todas estas calumnias Johnny responde con escuetas palabras. Aunque en todos sus mensajes sólo atina manifestar que le gustan las minas.
     Finalmente, luego de un año rescatan al primer minero. En verdad, lo podrían haber hecho mucho tiempo antes. Pero la presidente quiso hacerlos esperar unos seis meses, para que su salida coincida con el período de elecciones. Así mientras mil millones de personas esperaban el ansiado rescate, ella ocuparía todos los medios y hablaría de su plataforma política. En su discurso para todo el planeta se la ve con un casco que dice "Cristina 2011", su cartera Louis Vuitton y sus zapatos de taco alto. A su lado estaba unos de los pocos mineros que quedaban en la mina. Orgullosa pro haber rescatado a sus cabecitas negras, quiso mostrar por las cámaras los avances de la educación en las escuelas públicas. Sus "morochos" eran el ejemplo del máximo desarrollo cultural que la Argentina había adquirido en su bicentenario. Pero mientras alababa el hábil manejo del lenguaje de las clases más humildes, a los pocos mineros que eran entrevistados se los oída expresar una serie de frases inentendibles, para la mayoría de los hispanohablantes. Así el ciudadano de origen boliviano Juan Morales comentaba lo siguiente a los medios: "El minero X era un lavataper que no se rescató. Por ello le cabió y quebró. Dicen que era un cobani, que la yuta no bancó. El chabón se hizo el poronga y al final le cabió. Se creía un piola vago que se rescató de la tumba. Dicen que era un transa al que la merluza puso en la tumba. Aunque comenzó siendo un narigón al que la bolsa de ran le hizo mal de tanto nariguetear. Le pintó el bajón y de la dureza no podía reaccionar. En el fondo los guachines le quisieron preparar el siete y estuvo rejugado. Pero sacó la faca y se hizo el colino. Se lo veía reloco como bajo los efectos del churro y la tuca. En el barrio era el churrero que recibía la merca de otros bolitas. Todos los días le alegraba la vida a lo gatos. Sacaba de a uno y de a dos con protección de la yuta. Mientras tanto los pibes quedaban duros". Con estas palabras intentó revelar las rivalidades y la violencia, que experimentaban en las profundidades de la tierra. Al parecer había tres grupos opuestos entre sí que peleaban por el control.
     Ante el acoso de la prensa internacional, los mineros descubren que pueden hacer un gran negocio con la venta de su historia. Entonces hacen un "Pacto de exposición", por el cual cualquiera puede vender su historia al medio que se le ocurra. Las sumas que requerían para sus apariciones eran desmesuradas. Sin embargo, ningún medio quiso escatimar en gastos. Este pacto también implicaba lavar los trapitos al sol y hasta agrandar un poco los acontecimientos, con el fin de obtener un contrato más suculento. Algunos de ellos se convirtieron en estrellas del espectáculo haciendo sus apariciones en los programas "Bailando por un sueño", "Intrusos", "Hechos y protagonistas" y muchos otros. Sus revelaciones dejaban atónitos a los oyentes por lo vulgar de sus agresiones. Las revistas de moda también los tenían en sus portadas y nadie se olvidó de utilizarlos para acrecentar sus ventas. Aunque una de las ofertas más suculentas que recibieron, fue la propuesta del gobierno para hacer una película. Teniendo en cuenta el fanatismo cinéfilo de la presidente se propuso hacer un film dirigido por Flor K y protagonizado por los primeros actores Gastón Pauls, Andrea del Boca y Florencia Peña. En compensación por los trastornos sufridos se le prometió una serie de retribuciones envidiables. El partido radical de Chascomús le ofreció una indemnización de un millón de australes, el gobernador de Chaco cinco millones de Quebrachos, Scioli dos millones de Patacones y el gobernador de California cien mil Pataconators. Una empresa de turismo les regaló una estadía de una semana en González Catán, para que comparen las dificultades del conurbano bonaerense con las adversidades de las profundidades. Mauricio Macri les regaló un viaje a Flandria y entradas gratuitas para ver el partido Flandria-Deportivo Morón de la primera B. Los jugadores del "Club Social y Deportivo Tristán Suárez" le enviaron una camiseta autografiada por todo el plantel y entradas para ver al equipo en el Estadio 20 de octubre. El empresario Roberto Galán les envió un papel por el valor de diez mil dólares valuados en "Boden 2027". Además desde la presidencia de la Nación se les otorgó un subsidio a cada uno y una asignación universal por hijo por cada uno de sus descendientes, siempre y cuando cumplan con el requisito de asistir a la escuela.
     Una vez a salvo, el minero escritor Víctor Heredia, sostuvo que escribir fue lo que le salvó la vida. Comentó además que escribía sus notas con un trozo de carbón, sobre las ajadas hojas de un cuaderno de actas para el uso de las maquinarias. Ante semejante historia, la editorial EUDEBA le ofreció un suculento contrato para publicar su obra. El libro titulado "Minero rico minero pobre" contenía unas doscientas páginas, en las que Víctor desarrollaba sus reflexiones. Cada momento quedó registrado en sus escuetos escritos, que le permitieron sobrellevar la adversidad.  
     Después de todas estas peripecias, los mineros terminaron adquiriendo cierta sabiduría, que les permite ver la vida de otra manera. Por ello algunos de ellos fueron convocados por Claudio María Domínguez, para hablar de las reencarnaciones, el amor y el ego. Mientras tanto, el sabio Johnny dijo: "Mañana me vuelvo a la mina. En verdad todos somos una especie de topo, que vivimos en una caverna sin darnos cuenta. Creo que en las entrañas de la tierra me sentiré un poco más seguro".
            Horacio Hernández.
                                           
                                         http://horaciohernandez.blogspot.com/